Lo mejor de la semana en MUNCHIES

Esta semana en MUNCHIES pasamos de la política a la publicidad; de los moles al pollo frito; del tequila para ricos a historias de borrachos pobres; de la Zona Rosa, en la Ciudad de México, hasta La Paz, en Bolivia. Esto es lo mejor de la semana, a tres de que se termine —¡por fin!— este horrible 2016.

¿Recuerdan el escándalo que se desató en 2015 cuando la OMS declaró que la carne procesada es carcinogénica para los humanos? La indignación y la molestia mundial fue tal, que la OMS tuvo que sacar el manual de contención de crisis. Bueno, un año después, el Center for Science in the Public Interest publicó una petición para el USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos) solicitando que los productos con carne procesada lleven estampas con advertencias contra el cáncer colorrectal —de colon y recto—.

El Instituto de Carne de Estados Unidos dijo que esta petición es "sensacionalista y alarmista" y que "una etiqueta como la sugerida por el CSPI sería engañosa por varias razones". Antes de que nos alarmemos de nuevo, hay que recordar que la advertencia de la OMS señala como dañino el consumo de 50 gramos de carne procesada al día. Una salchicha tiene 99.2 gramos; así que trata de no vivir comiendo hot dogs y estarás a salvo.

¿Qué mejor forma de iluminar tus noches que con una vela aromática de KFC de edición limitada?

Espera, ¿qué?

Sí, Kentucky Fried Chicken cree que el invierno es mejor si impregnamos el aroma de pollo de baja calidad y aceite frito en nuestra casa, así que creado una vela aromática que se une a su colección, donde encontramos bloqueador solar para el verano y esmalte para uñas para no extrañar los días que no pasas al lado pollo frito.

Si quieres saber cómo conseguir una, te recomendamos que vayas a terapia esta nota.

Esta semana estrenamos nuestra nueva columna: Clásicos, en la cual hacemos un pequeño tributo a los restaurantes y bares que son imprescindibles en cualquier ciudad. Cocinas y barras donde la base es la tradición y no pasan de moda.

Para la gran inauguración fuimos a Casa Merlos, un restaurante con casi 40 años de historia especializado en comida poblana del siglo XVIII.

Este refugio de hambrientos, ubicado en el corazón de Tacubaya en la Ciudad de México, se especializa en moles —infinitos en la gastronomía mexicana—: manchamanteles, encacahuatado, pipián; pero lo que lo hace un clásico es eso que hace a los grandes restaurantes mexicanos de tradición sean tan especiales: sencillez, un aroma familiar y mucho sazón.

Platicamos con la "mejor chef mujer del mundo" —título de The 50 Best—, Kamilla Seidler sobre lo que significa ser la "mejor chef mujer" y no simplemente "la mejor chef". "Vivimos en un mundo machista y sexista, sino solo veamos quién es el presidente de Estados Unidos ahora —dice—. En Gustu no aguantamos ni comentarios sexistas, ni nada por el estilo. Tratamos de matar estas actitudes si se presentan dentro de este edificio".

También nos contó lo complicado que es dirigir un restaurante 100 por ciento enfocado en ingredientes bolivianos cuando a los que no conocía hasta que llegó a vivir a La Paz, hace tres años —ella creció en Dinamarca—. "Me sentía como Alicia llegando al país de las maravillas. Me admiré con todo lo que vi, olí y comí. Tuvo que aprender a conocer y a cocinar más de cientos de variedades de papa, de ají, de yuca, de frutas exóticas y de carnes desconocidas como la de la llama y la del lagarto".

Regresamos con La hora feliz; nuestra columna en la que cantineros de México nos cuentan las mejores historias de borracheras que guardan sus barras mientras exploramos sus tragos más emblemáticos. Esta vez exploramos el bar Bukowski's Bar, donde hay coctelería inspirada en los escritores borrachos.

A la Zona Rosa, en la Ciudad de México, siempre le han salido bien las fiestas. ¡Y qué fiestas!, de las buenas: con lentejuela, con música electrónica o rock noventero, pero en medio de ese escenario hay un lugar con halo de bohemia, de bar antiguo. Y las historias de borrachos son protagonizadas más por los extranjeros que por los locales, como el argentino que regala billetes de dos dólares.

Tienes fiesta en tu casa. Organizas todo, arreglas la sala y de un momento a otro todos tus invitados están apretados en el comedor, sentados alrededor de la mesa. Parece que este espacio tuviera un imán y no hay un mejor sitio para quejarse del maldito 2016 y cómo se llevó a JuanGa y a Bowie y nos dejó a Trump.

Comedor es —también— un nuevo proyecto innovador de gastronomía en la Ciudad de México. Es el primer hijo de la unión entre Comilona, de los hermanos Andrea, Juan Pablo y Gustavo Viedma, y Ajo & Miel de Mariana Vizcaíno.

Lo bonito de este proyecto es que ofrece un espacio ideal —con cocina y comedor— para hacer fiestas. Puede ser que tú cocines —porque eres amante de nuestros How-Tos— o que le digas a la chef, Mariana, que cocine para ti algo de lo que le sale tan bien. Si quieres hacer cena navideña en tu casa pero tus amigos no caben en ese cuartito que rentas en la Roma o la Condesa, tienes que ver esto.

Californios es el primero —y hasta ahora único— restaurante mexicano en Estados Unidos que sirve menú degustación nivel Michelin. El chef es Val M. Cantú, un joven cocinero quien, después de trabajar en Pujol, se fue a probar suerte en algunos de los más elogiados restaurantes de California, como Saison y Benu.

La escena de la comida mexicana es cada vez más importante en California, sobre todo en Bay Area, donde hay restaurantes como Cala, que han llevado al nivel fine dining a los tacos, las tostadas y otros platillos culturalmente mexicanos, así que tiene sentido que Cantú haya decidido probar con un menú degustación. "Mi filosofía desde el principio siempre ha sido: hagamos la comida tan bien como podamos. Debe ser absolutamente deliciosa, porque si no, la gente tendrá la oportunidad para hablar mal de nosotros", dijo. "No quiero que digan: 'Mira no solo es extraña, no solo no es mexicana, sino que ni siquiera es tan buena'".

Hasta aquí el reporte, amigos.