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Jamie Vardy

Seis meses de penumbra en la vida de Jamie Vardy

Después de ascender hasta lo más alto del futbol mundial con el Leicester City, Jamie Vardy tuvo una racha negativa en los últimos seis meses. Pero su triplete este fin de semana ante el Man City parece querer decirnos otra cosa.
EPA/Hannah McKay

En los últimos años de su destacable carrera, la trayectoria de Jamie Vardy ha ido en ascenso. Su camino hacia la fama es bien conocido en nuestros tiempos, pero permitámonos recordarlo una vez más: el joven rechazado se convierte en jugador titular de un equipo no clasificado, después es transferido a Leicester, inspira a este equipo rumbo al ascenso, ayuda a que el equipo sobreviva, y finalmente es parte fundamental en el triunfo de cuento de hadas en la mejor competición de futbol del mundo. Ha habido pocos ejemplos como este en la historia del futbol, en especial cuando se trata de un abismo como la primera división y los parques de Stockbridge. En un abrir y cerrar de ojos, Jamie Vardy pasó de ser un chico que jugaba en Bracken Moor a ganar un título de la Premier League, y ni mencionar su boda en la revista HELLO!, su molesto doble, y la oportunidad para aparecer en un reality show llamado "La academia de Jamie Vardy"; nombre que todos podemos estar de acuerdo no tiene sentido.

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Gracias al increíble triunfo del Leicester en la Premier, la carrera de Vardy alcanzó una cima mayor, ya que Roy Hodgson los convocaría previo a la Euro 2016. "De Stockbridge a la Selección inglesa", se leía en los encabezados. Pero su primera competición internacional con Inglaterra vería su meteórico ascenso estancarse y perder potencia. Después de años de sólo conocer el ascenso a la fama, repentinamente estaba cerca de sentir el dolor del fracaso.

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Aunque fue uno de los mejores jugadores en la escuadra que disputó al Euro, el torneo fue una experiencia aleccionadora para Vardy, y un fracaso rotundo para el equipo. Luego de ser elogiado en los encabezados en prosa y verso por su papel en la gloria alcanzada del Leicester, Vardy fue rápidamente criticado por el malestar colectivo que provocó la derrota de Inglaterra a manos de Islandia. Esto opacó el brillo del que había gozado hasta el verano y, quizá, fue un golpe psicológico para Vardy, ya que siempre se le comparaba con el éxito logrado en la liga inglesa. Considerando su estatus como jugador que había florecido un poco tarde a sus 29 años, debió darse cuenta después del torneo que su oportunidad para trascender con el conjunto inglés había sido una mancha en su carrera a nivel selección.

En términos de su ascenso individual, el verano le trajo otra complicación. Antes de viajar a la Euro con Inglaterra, el jugador del Leicester fue objeto de una posible transferencia al Arsenal y como suele hacer en estos casos, Arsene Wenger decidió hablar del tema públicamente. Aunque parecía un equipo inadecuado para Vardy —expertos, columnistas y comentaristas se preguntaban cómo sería utilizado en el norte de Londres—, jugar en el Emirates habría ido de la mano con su narrativa y su ascenso, al parecer, imparable. Pero decidió que había escalada demasiado alto y detuvo su camino rumbo a las estrellas.

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PA Images

En lugar de dar el brinco y fichar por el Arsenal una vez terminada su participación en la Euro 2016, Vardy puso sus opciones en la balanza y optó por renovar con el Leicester. Aunque la posición en la que Wenger lo habría colocado —dada la tendencia del francés para poner a gente fuera de sus posiciones— habría sido justificable, la decisión de menospreciar a uno de los cuatro grandes de la liga inglesa podría considerarse como conservadora. Vardy tenía dos opciones: enfrentarse a lo desconocido con el Arsenal, y acrecentar su fama o quedarse en el familiar King Power Stadium y defender una temporada más el campeonato del Leicester. Escogió ésta última y lucía contento con su decisión. Nadie sabe cómo le habría ido con el Arsenal, pero sus siguientes seis meses con el Leicester no seguirían el mismo libreto de la temporada pasada.

Previo al partido de este sábado en contra del Manchester United, Vardy apenas había anotado dos goles en la Premier League esta temporada. En el período que abarca los primeros días de septiembre y este fin de semana, Vardy cayó en una sequía goleadora en todas las competiciones de 16 partidos. Durante esta racha, el Leicester perdería lugares peligrosamente, obteniendo 13 puntos en 14 partidos de liga. El nivel de Vardy se desplomó, la magia con su compañero Riyad Mahrez desapareció, y su ascenso hacia la cima del futbol inglés se estancó.

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Desde luego, ha habido múltiples factores en el declive del Leicester esta temporada que están fuera del control de Vardy. Las dificultades mentales para asumirse como campeones defensores de la Premier League debieron ser muchas. Además de defender su título, también tenían que lidiar con la Champions League, un logro del club que no debería tomarse a la ligera. Desafortunadamente, la profundidad de su escuadra es incomparable con el plantel del Arsenal, Chelsea, Manchester City, entre otros. Fatigados, rendidos y descifrados por sus rivales hacen que sus problemas en casa no sean una sorpresa.

El hecho que Vardy pasaba por un bajón en su nivel era un obstáculo para el Leicester previo al juego de este fin de semana. El hombre que había anotado 24 veces la temporada pasada veía cómo la sequía de goles se apoderaba de él, mientras que sus movimientos y energía lucían aletargados en comparación con aquellos realizados por el Vardy del 2015/16. Luego de acostumbrarse al ascenso de su fama, la combinación de sus fracasos con la selección inglesa y la decisión de rechazar la oferta del Arsenal, Vardy quedó petrificado dentro y fuera de la cancha.

EPA/Hannah McKay

Las secuelas de aquel verano tumultuoso provocaron que Vardy tuviera problemas para redescubrir el ímpetu que lo había llevado tan lejos. Con esto no decimos que el fichaje por el Arsenal habría mejorado su panorama, pero tal vez no habría tenido tantas repercusiones psicológicas. Después de tantos años mirando hacia el cielo, Vardy fue obligado a hacer las paces con la caída.

La buena noticia es que Vardy, como lo evidenció este fin de semana, parece haberse reconciliado con su nueva realidad. Su triplete ante el City podría pasar, fácilmente, como una actuación digna de la temporada pasada por su manera y belleza de concluir las jugadas. Si el verano fue una época desastrosa para Vardy, esperemos que retome su nivel después del espectáculo de hace unos días. Ahora tendrá que aplicar este mismo nivel con el Leicester en lo que queda de la temporada, ya que de no hacerlo, su equipo podría sufrir las consecuencias.

@W_F_Magee