El retorno del Jedi: Lo que nos dejó el Arsenal-Chelsea

De las tres cintas que conforman la trilogía original de Star Wars, la segunda es algo decepcionante. La primera película concluye con una escena donde todos celebran y sonríen mientras reciben sus medallas. Después de todo, fueron ellos los encargados de destruir la Estrella de la muerte. Por su parte, la segunda entrega termina con Han Solo congelado, Luke pierde su mano, y básicamente los malos ganan en todo.

Por supuesto, los malos necesitan ganar de vez en cuando para que cuando los buenos triunfen se sienta mucho mejor. Así le pasó a Luke cuando mató al Emperador con la ayuda de su malvado padre, Darth Vader, destruyó el Imperio Galáctico, y en general se divirtió con los fantasmas de sus compañeros muertos.

Con esto no quiero decir que Arsene Wenger es Yoda. No estoy sugiriendo que Arsenal sea la Alianza Rebelde, ni que Chelsea sea el Imperio Galáctico, y Diego Costa el Emperador; cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Tal vez Laurent Koscielny podría ser Luke…no lo sé. Diría que Antonio Conte es Vader porque, a pesar de que trabaja con los malos por el momento, te da la sensación de que hay algo bueno en él y que en el momento menos esperado aventará a Diego Costa sobre la borda.

Lo que intento decir es que el año pasado Chelsea se salió con la suya, dos veces, cuando enfrentó al Arsenal, en particular Diego Costa. En el primer juego en Stamford Bridge, el brasileño golpeó a Koscielny hasta el cansancio sin ninguna penalización, provocó a Gabriel para que lo expulsaran (utilizando el lado oscuro de la fuerza), y se le vio inspirado en la cómoda victoria de su equipo 2-0. El juego de vuelta en el Emirates, Costa provocó la expulsión de Per Mertesacker, y anotó un gol más. El Imperio Galáctico había contraatacado.

Regresemos al sábado pasado. Para celebrar el aniversario 20 de Arsene Wenger en el club, el Arsenal se enfrentaba a un equipo que había bajado su rendimiento, pero que tenía a un Diego Costa rejuvenecido y a un estratega estupendo en el banquillo. Se esperaba una victoria apretada para el cuadro visitante.

Además, los presagios eran preocupantes. Cada vez que Arsenal había alcanzado una cifra histórica —hayan sido 500 o mil partidos— y enfrentado al Chelsea, no había ganado uno solo. El partido 500 fue una derrota de 2-0, mientras que el mil presentó una vergonzosa paliza de 6-0. Pero esta vez, Wenger hizo algo diferente: se enfocó en sólo jugador llamado Diego Costa.

"Debemos tener la sangre fría, enfocarnos en el partido y no responder a las provocaciones. Hemos hablado de la disciplina porque en los últimos dos partidos ante el Chelsea, no pudimos jugar 11 contra 11. La disciplina y los resultados están íntimamente vinculados".

Fue una señal de que, a lo mejor por primera vez, Wenger estaba dispuesto a aceptar el lado oscuro del futbol y solucionarlo como fuera posible.

Al igual que una versión digitalizada de Star Wars, el resultado fue una vista placentera. El usuario de Twitter, @TerryAFCx, creó un excelente vídeo donde muestra a Koscielny y Shkodran Mustafi bajarle los sumos a Costa durante el partido del fin de semana pasado; la compilación de juagas son la epítome de la frase "defender físicamente". Sin duda, la defensa del Arsenal actuó con sangre fría y dio un partidazo como no lo había hecho en mucho tiempo.

El comportamiento de los defensas fue crucial para mantener a Costa con los pies atados y sin hacer mucho escándalo (con excepción de sus repetitivos reclamos al árbitro), y para que el Arsenal se llevara una cómoda victoria de 3-0. Por fin Wenger pudo festejar un aniversario como se debe. Podemos imaginarlo alzando su sable de luz en señal de triunfo y bailando en medio de un grupo de Ewoks, mientras se dirige a la estación de Holloway Road.