Fans de los Falcons quieren ver el Super Bowl en el Georgia Dome, la NFL no los deja

Después de asegurar un lugar en el Super Bowl por primera vez desde 1999, la ciudad de Atlanta se alegró por la hazaña de los Falcons. El equipo acababa de disputar el último partido de futbol americano en el Georgia Dome —paliza sobre los Packers en el juego de la Conferencia Nacional— antes de habitar el nuevo estadio con forma de caleidoscopio, y la gente se preguntó si existía la posibilidad de ver el Super Bowl en el estadio por última vez. El alcalde apoyó la decisión e incluso el Georgia Dome, propiedad del estado, también. Pero la NFL tiene sus propias reglas. Maldición.

Esto es lo que dijeron los tipos encargados del espectáculo en el estadio:

"Compartimos la tremenda emoción de ver a los Falcons de Atlanta en el Super Bowl. Las reglas de la NFL nos prohíben utilizar el Georgia Dome para transmitir el partido. Los fans que deseen reunirse con otros fans para ver el juego pueden considerar acudir a los negocios cercanos para disfrutar el juego".

Cuando se trata de consentir a sus fans, la NFL es bastante cerrada, ya sea imponiendo reglas arcaicas locales, evitando que sus vídeos puedan ser compartidos en Twitter o en páginas web, etc.; no nos sorprende. Pero existen algunos precedentes para que la NFL permita la transmisión, siempre y cuando no se violen los derechos de autor. Por ejemplo, en años recientes, Roger Goodell y compañía permitieron a varias iglesias transmitir el "Gran Partido".

Primero, las reglas vía Christian Copyright Solutions:

1) Las iglesias deben mostrar el partido en vivo con el equipo que se usa en sus instalaciones. No está permitido grabar el partido.

2) Las iglesias no pueden cobrar por la admisión. Sin embargo, la NFL estableció que las iglesias pueden exigir una donación para lidiar con los gastos del evento.

3) Se recomienda a las iglesias que se refieran al evento como "el gran partido" en lugar de "Super Bowl", ya que tanto "NFL" como "Super Bowl" son marcas registradas y cuentan con protección por ser propiedades intelectuales. Por ejemplo, el año pasado una iglesia se refirió al evento como "Souper Bowl", juego de palabras en inglés, y exigió donaciones de sopa enlatada.

Al parecer el Georgia Dome no tendría inconvenientes. El futbol americano es comúnmente descrito como una religión, y el estadio cuenta con una gigantesca pantalla, estoy seguro que no tendrían problemas con los costos o exigir donaciones a cambio de la transmisión del partido.

Quizá las iglesias Mount Vernon Baptist y/o Friendship Baptist puedan albergar el evento, ya que sus edificios fueron destruidos para favorecer la construcción del nuevo estadio de los Falcons. O tal vez las donaciones que reciba el Georgia Dome vayan dirigidas a sus congregaciones. Esta podría ser una pequeña excepción para la NFL, considerando que ha sido cómplice no sólo en el asalto a los bolsillos de los fans para llenar las carteras de los dueños multimillonarios que amenazan con marcharse, sino también para arrancar de tajo los corazones de miles de seguidores de equipos atraídos por la ciudad de Los Ángeles.

Sin embargo, aún queda por discutir el tema del espacio y la pantalla. Las leyes de derechos de autor contempla pequeños establecimientos para transmitir el partido, como bares (o iglesias). También el número y tamaño de las pantallas juega un papel importante para el permiso. A grandes rasgos, sólo se puede tener una televisión y no puede ser más grande que 55 pulgadas.

La solución es simple. La transmisión del Super Bowl estará disponible en la aplicación Fox Sports Go. Así que abran las puertas del Georgia Dome y dejen a la gente sentarse con sus teléfonos inteligentes. Y si la pantalla del estadio cuenta con la función para conectar dispositivos externos y alguien se conecta, ¿qué se puede hacer? Malditos hackers. Si no, al menos podrán disfrutar la experiencia colectiva de humillar a los Patriots de Nueva Inglaterra en el evento deportivo más grande del futbol americano.

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