Alejandro "Jaji" Iglesias, el domador de olas canallas
Nos encanta ver imágenes de surfistas en el aire, entubados, sacando quillas en el 'bottom' o en labio. Pero el segundo justo antes del 'take off' es en el que pesa la experiencia —o las birras, depende de las horas que hayas dormido esa noche. Imagen vía T-Land Resort (Rote-Timor, Indonesia).

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tablas y birras

Alejandro "Jaji" Iglesias, el domador de olas canallas

Si el surf es autenticidad, 'Jaji' Iglesias es un surfista al 100%. Hablando con este peculiar vigués nos damos cuenta de que por desgracia quedan muy pocos tipos como él.

El surf reúne en la costa a lo mejor de cada casa, incluso cuando no rompe nada. Profesionales de todo tipo, con oficio o sin él, con estudios o sin ellos. Y entre todo ese elenco, un pequeño grupo dedicado a hacer de sí mismos: surfistas a tiempo completo, con intereses variados en otras cosas de la vida. El gallego Alejandro Iglesias, "Jaji", pertenece sin duda a esta categoría.

La historia es clara: del surf se parió el skate… y tú parece que hiciste el camino inverso, del skate al surf. ¿Cómo fue? ¿Miedo al cemento?

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El huevo y la gallina… simplemente vicio. Decidimos nuestro futuro con nuestro presente tras haber creado nuestro pasado; no tiene nada que ver con el cemento. Vengo del skate de finales de los ochenta. Mi hermano Nacho hacía surf y acabé cogiendo olas en el verano de 1991.

El primer 'pro surfer' de Vigo… ¿sigue pesando el título?

¡Pesa más la barriga! El surf en mi ciudad no existía de ese modo, solo lo practicaba gente auténtica. En cuanto ganas algo de dinero con algo te conviertes profesional ocasional. Sales en los periódicos, eres un héroe de barrio. Un día ves la realidad y caes en la bebida.

¿Llegaron nuevos privilegios o hubo que esforzarse aún más por mantenerse arriba?

Si hablamos de surf, el mar te pone en tu sitio rápidamente. Nunca tuve opción, sí satisfacción y privilegios. Sólo me he esforzado en crear mi propia familia y por trabajar en lo que me gusta. Arriba siempre se mantiene uno con unas birras y unos colegas.

¿Qué hay en la escena 'surfer' de Vigo ahora que no había hace 20 años?

Ahora hay escuelas, más escuelas, muchas escuelas y gente que no conozco de nada pero hacen bien surf. Hasta imparten clases a otros que también saben mucho de surf. En Vigo empieza el surf y en Vigo acaba. Lo digo con sorna y de broma, porque aquí parece ser que se cogieron las primeras olas de Galicia y no creo que vuelva a haber un tío del nivel de Gony Zubizarreta a corto plazo compitiendo en la World Surf League. Hace 20 años no había buenas olas, ni ahora tampoco, pero los vigueses viajaban por Indonesia con dos duros en busca de surf genuino. Poco calan las modasen esta ciudad industrial.

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De esa media docena de cosas, entre muchas otras, que no se olvidan en toda la vida…

Los veranos en Marbella. Mi primera moto; regalo de mi tío Pío, tenía unos 10 años, era una Bultaco. Mis primeros viajes a Francia, el primero a Australia y uno en furgoneta por Europa. Muchos kilómetros con Gony. El bigote de mi padre y la sonrisa de mi madre. Mi mujer y mi perro.

Vamos de primeras cosas: ¿primer campeonato que ganaste?

Creo que fue un campeonato gallego junior en Razo, pero el primero relevante fue un Open en Viana Do Castelo en Portugal en 1996. Ahí empecé a tener pegatinas en la tabla y a morrear mucho.

¿Quedan recuerdos del primer 'surf trip'?

Sí, a algún campeonato, no sé si a Foz o a Coruña. La escena del surf gallego a principios de los noventa era 'destroyer'. La gente salía de marcha a muerte, se peleaba durante el día por razones localistas, patinaban, se lanzaban sillas, sangraban y hacían surf. Llovía sin tregua día y noche. Era la Galicia caníbal.

A pesar de que la Península goza de más de 3.000 km de costa con muy buenas rompientes, las visitas al otro lado del planeta para reencontrarse con viejas amigas siguen siendo una máxima en la rutina anual de todo amante de las olas. Imagen vía T-Land Resort (Rote-Timor, Indonesia).

Primera noche loca-loca-loca.

En Inglaterra, durante unos Atlantic Games. Bebí y me abracé al alcalde de Tenby y dormí a la intemperie. Al día siguiente me fui a Francia a otro campeonato olvidándome las tablas allí… pero me llevé la almohada.

Primera tabla gratis.

La primera me la regalaron mis padres por Reyes. Una Echo Beach con 'grip' de skate Santa Cruz en el pie delantero y Astrodeck en el trasero. 'Twin fin' con 'wingers' y colores imposibles con 'pro finish'. La estrené en enero con un neopreno O'Neill de verano, pasé mucho frío y no recuerdo más que espumas.

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¿Fue esa la última vez que bebiste demasiado?

Es posible que el día que más haya bebido fue en el concierto de Guns N' Roses en Zaragoza. Nunca es demasiado si te lo pasas bien y los términos medios no te dan placer, que diría el maestro Armando Santos.

Idas y venidas, del mar a tierra adentro y ahora de nuevo en la costa.

He vivido en Madrid varias veces, he pasado temporadas en EEUU, en Australia y en Francia, aunque siempre cerca de Portugal por razones obvias. El mundo es un escenario increíble, me aburre la gente que sólo piensa en la playa y en las olas. Han existido muchas etapas de mi vida lejos del mar, con más inquietudes que el surf, porque me gusta escribir, me gustan las ciudades, me gusta la montaña y me gusta la suma de experiencias que ofrece todo esto.

Además del surf, ¿qué echas de menos cuando estás lejos del mar?

Los que hemos nacido en la costa tenemos una manera de entender la vida diferente a los del interior. Nuestro horizonte es infinito, como nuestros sueños, podemos perdernos sin límites. Mirar el mar te da profundidad, mirar la tierra te impone sus límites.

La cerveza bien fría, pero… ¿por qué salada?

Cuando me fui a estudiar a Australia con 17 años no me gustaba la cerveza. Allí entendí que la cerveza va ligada al surf, en el fondo somos marineros y todo el mundo sabe que el mar da mucha sed. El mar es salado y la cerveza corona todas las gestas que se hacen en las olas: unir esos dos pilares del mundo del surf era necesario. Espuma blanca y líquido como el mar salado.

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¿Confundimos en nuestro día a día lo ácido con lo salado?

Si ves la televisión sí, lo salado gusta mucho y lo ácido alimenta la expansión de la mente. Llevar un enano al hombro con el que dialogar aporta mucho al bienestar.

¿SurferGarage.com es la 'app' definitiva?

Posiblemente, es más que una 'app'. Somos la polla, lo dice todo el mundo y no podemos llevarles la contraria. Estamos ahí, vocación universal y un sector dispuesto a actualizarse.

¿Cómo se defiende un proyecto así frente a las críticas y a los gigantes de las redes sociales que acaparan la atención de todo el mundo?

Con diálogo e información. La masa crítica tiende a compararte con Facebook o Instagram; eso es un gran error. Nosotros somos un equipo joven con recursos limitados, un equipo heterogéneo. Hemos lanzado una web y una 'app' disponible en iOS y Android. Seguimos soñando y no queremos parecernos a los que acaparan la atención, tenemos nuestros propios planes y vamos a nuestro ritmo.

¿Es SurferGarage.com una muestra más del sectarismo reinante en el surf?

El surf no se discute porque es la madre del cordero. Los demás se suben al carro y crean derivaciones del mismo. Un remo, unas aletas, una vela y muchas más cosas para acercarse al surf mientras se alejan de él. Hacer surf bien es muy difícil, vas a la playa y ves a gente que lleva surfeando muchos años y no progresa, pero está cada vez más enganchada. Ahora puedes ver los partes meteorológicos a tiempo real, hay mercado y un sector totalmente volcado. Es evidente que necesitamos una red social única y exclusivamente para nosotros… y ahí la tenemos.

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El mar enseña a respetar, especialmente si no queda más remedio que darle la espalda en una ola de izquierdas. Después de enfrentarse a la naturaleza, pisar tierra firme para lidiar con la vida es poco más que un paseo. Imagen vía T-Land Resort (Rote-Timor, Indonesia).

¿La mezcla de surf y feminismo es un tema pendiente? ¿Sigue la industria del surf explotando el perfil sexual de la mujer en vez de sus logros o aptitudes como deportistas?

La sociedad sigue explotando el perfil sexual, no iba a ser diferente el surf. Si hablamos de surf femenino el nivel es brutal; si hablamos de ellas están de muy buen ver, apuesto por ellas más que por ellos.

¿Qué chica surfer debería estar en la próxima entrevista de VICE Sports?

A nuestra socia y amiga Lucía Martiño. Hace todo bien y además es educada, eso ayuda mucho a la hora de relacionarse con los seres humanos.

¿Qué le preguntarías?

Sobre Surfergarage, por su 'backside' y por qué estudia chino. Las demás cuestiones serán más sencillas.

Armando Santos: Como escritor que eres, te propongo un título para un libro: La defensa a ultranza de "las cosas bien hechas" en las competiciones de surf. ¿Sería un ensayo, una novela de terror o un libro de auto-ayuda?

Junto muchas palabras con faltas y mala puntuación, gracias por lo de escritor. Magnífica pregunta, el surf es algo subjetivo. A pesar de que esto es irrefutable, las competiciones dicen lo contrario. Llegados a este punto, con ese título sería un ensayo si el escritor fuera un juez o simplemente valorara el ejercicio del surf. En cambio, si lo escribo yo, diría que sería una novela de terror para los puristas y un libro de autoayuda para los aludidos.

Armando Santos: ¿Se han diseñado las puntuaciones para que ganen quienes quieren que ganen los que han hecho las mismas?

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El pasado año ganó el mundial John John Florence por espectáculo y le dieron el título a Gabriel Medina porque sumó más puntos.

Armando Santos: ¿Estas de acuerdo con los que dicen: "En el surf, cualquier tiempo pasado fue mejor"? ¿O te ves dentro de poco respondiendo whatsapps o poniendo comments en Instagram mientras esperas en el pico?

El surf es siempre lo mejor que puedes hacer. El peor baño es el que no te das y las olas se miden con el ojo del artista. Antes molaba más, como todo. Ahora hay menos surf y más… cosas. Hay redes sociales, hay gente que decora sus tablas como si no las fueran a usar, falta mucho canto en las olas y los que surfean realmente bien tienen más de 30 años. Interactuar en el agua será posible próximamente, la gente lo hace en la montaña, la diferencia impera en que los tiempos de la mar son de la naturaleza y no de Google. No me veo así, cada día disfruto más cogiendo olas, simplemente deslizándome con algo viejo y pesado con la gente que aprecio. Al salir miro el teléfono y me bebo una birra para socializar.

¿Has seguido el caso #saveMundaka?

Sí, a través de las redes sociales y la prensa. Lamentable situación con típicos denominadores; el dinero, la política, el vino, y una ola a la que van unos chicos a domar olas.

¿Sirve la queja digital o crees más en el voto de castigo en las urnas?

No es responsable el voto de castigo. Cada uno tiene unos intereses a la hora de votar. Es una guerra de egos, rencores y soberbia supina. Violencia gratuita y frases hechas. El sistema está obsoleto y hay pocas cosas interesantes; espero que algún día sirvan al pueblo. Una huerta y vivir en la playa, porque siempre pierden los mismos. Que te pillen alimentado y moreno, no con las manos en el teclado.

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La costa gallega también ha sufrido varios "ataques", algunos intencionados, otros por accidente…

Si te refieres a la cocaína, tal vez. Las costas gallegas están bien limpias con muchas banderas azules y marisco para los jode chunchos.

El surf está en el mar y no en los ordenadores, aunque alguien debe alimentar a las masas hambrientas de experiencias ajenas. Tipos como Jaji cogen la vida con una mano mientras sonríen y sujetan una birra con la otra. Imagen vía LGC / Agencia Spankys.

Iba más por los desastres varios —barcos, construcción, etc—.

Aquello del chapapote es culpa nuestra por dejar en manos de Madrid y Santiago cosas de la gente de la mar. Ironías mayores; en Madrid está el mejor pescado de España, su cielo es único; en Santiago se merecen esas infraestructuras y nunca llueve. Hay que ser moderno y negar la mayor.

¿Has probado olas artificiales?

Afortunadamente si, me parecen una maravilla y seré usuario. Aunque me quedo con la playa aunque sea sin olas.

¿Será Madrid un nuevo 'surf spot' a tener en cuenta a partir del año que viene?

Eso dice la prensa, ojalá sea así. Tengo mucha relación con Madrid, deseo que así sea para que mis estancias en Madrid no se limiten a los bares y las oficinas.