Drogas

Los escondites que usan los camellos para enviar droga esta cuarentena

Dentro de una copia de "50 sombras de Grey" o en latas de refrescos.
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Imagen vía Mossos d'Esquadra/Twitter

“Yo sigo igual, vendiendo lo mismo, pero sí que empiezo a notar que, como han cerrado fronteras y hay más restricciones, el material es escaso y caro”, esto nos contaba en VICE hace unos días Iván, un camello que vende cocaína de forma regular y que no ha dejado de hacerlo a pesar del Estado de Alarma. Como él, muchos otros siguen trabajando porque sus clientes siguen queriendo drogarse.

Ahora, esto lo confirman también los datos aportados por los Mossos d' Esquadra: entre el 16 de marzo, fecha de inicio del estado de alarma, y el 14 de abril, se han registrado únicamente en Barcelona treinta casos de envío de droga, principalmente en los distritos de Ciutat Vella, Eixample y Sant Martí. Aquí se refleja también el mayor problema para el trabajo de los camellos: cómo traficar con las sustancias cuando está prohibido salir a la calle si no existe una causa especificada por el Gobierno.

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Parece que la opción por la que han optado la mayoría para solucionar este inconveniente es el envío a través de una empresa de mensajería, lo que supone agudizar el ingenio con el fin de que la droga pase desapercibida en el paquete. Todos se han esforzado, hay que reconocerlo, pero no todos lo han conseguido. Según el comunicado de los Mossos, entre los paquetes que han intervenido hay desde una botella de refresco que contenía la sustancia en su interior, hasta un libro –Cincuenta sombras de Grey específicamente– con un agujero en el centro que servía de escondite, fulminando toda posibilidad de leerlo después. Nadie llorará esta perdida.

Otra fórmula surgida durante esta pandemia y que ha llamado la atención del cuerpo de seguridad es la utilización de coches de empresas privadas: el camello contrata el servicio para hacer llegar a los clientes la droga en varios trayectos.

En la mayoría de estos servicios, han sido los trabajadores de las misma empresas de transporte los que alertaron del envío de droga. Por ejemplo, en el caso del libro, fue el mismo mensajero el que decidió llamar a los Mossos, más tarde el repartidor fue parado por unos agentes para comprobar el contenido del paquete. Esto ha propiciado además que los Mossos hayan pedido aumentar su colaboración, enviando a los responsables de estos negocios las recomendaciones sobre cómo deben actuar los repartidores si detectan que un paquete contiene sustancias estupefacientes. La misma advertencia ha llegado a los conductores de empresas privadas: piden extremar las precauciones y que los avisen en cualquier situación que pueda poner en peligro su integridad.

Por ahora, todos los casos han sido tomados como aislados, ya que no tendría por qué existir ninguna vinculación entre ellos. A pesar de que la mayoría de los envíos interceptados contienen marihuana, también se han encontrado otras sustancias: en un control policial –otra de las formas que utilizan los agentes para frenar el envío de drogas– los Mossos detuvieron a un hombre que iba en taxi con una botella de un litro llena éxtasis líquido, así como bolsas con anfetaminas y otras pastillas.

@Berta_Gomez