Es hermoso ser gay en Filadelfia

Si nos basamos en lo que vemos en las noticias, es fácil creer que la gente que forma parte de la comunidad LGBT vive en una versión del infierno con brillitos. Es cierto, ser queer es difícil, pero fuera de toda la mierda que tienen que aguantar, la comunidad LGBT vive de una forma hermosa y diversa en un gran número de ciudades de todo el mundo.

Esta semana echamos un vistazo a las vidas de Matthew Krebs y de Gian Paul Graziosi. Ambos son estudiantes de la Universidad de Pensilvania —la cual fue nombrada este año por Playboy como la escuela más fiestera de Estados Unidos— y han vivido en Filadelfia solamente durante un año. Por lo tanto, estas fotos son de una pareja que está descubriendo que ser gay en Filadelfia puede ser hermoso. Hasta ahora, ellos han notado una división entre la comunidad universitaria y el resto de la sociedad; además, han descubierto que los proyectos agricultores de la ciudad son un gran atractivo para la comunidad queer.

"Como individuo, el ser gay en Filadelfia te obliga a que te salgas de tu zona de confort por medio de maneras creativas y constructivas, así como una forma moderna de 'vivir de la tierra'", dijo Krebs, quien trabaja en la Urban Nutrition Initiative de la Universidad de Pensilvania. "Los jardines urbanos, los carriles para bicicletas, los parques, los ríos, las galerías de arte, los museos, las ferias, los festivales callejeros y, por supuesto, los parques pop-up son parte de esto y son bastante frecuentados por la comunidad LGBT".

Matthew y Gian Paul decidieron entregar fotos para esta columna tras haber visto una publicación previa que hicimos. Su amiga Bonnie Arbittier, una fotógrafa local que también asistió a la Universidad de Pensilvania, tomó algunas fotos de ellos para este artículo.