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Como dirían muchos puristas del género, el emo no es, o no era, el estereotipo que todos conocían. Cientos de miles de tipos con lentes de pasta y camisas de cuadros que se ven como extras de un episodio de Portlandia y no como parte del top six de Myspace, van a lamentar su pasado como adolescentes idiotas y van a recordar a los padres de la escena: Sunny Day Real Estate, Dashboard Confessional, Jawbreaker, entre otros. Esto fue antes del cambio de milenio, una época en la que el romanticismo del aburrimiento en la ciudad se utilizaba para prostituirse en el rock alternativo. Sus orígenes poco glamorosos abrieron paso a un sinfín de grupos. El contenido emocional de la música se mezcló con el sonido pop punk de Blink 182, Sum 41, entre otros, y vio nacer a una generación de tristeza estúpida.Mi afición fue el resultado de un uso intensivo de internet. A los 13 años de edad abrí mi primera cuenta de correo electrónico, en Hotmail, mi boleto a la feria mundial de sandeces que poco después se volvieron, y siguen siendo hasta cierto punto, lo único que veo todos los días. Abrí mi MSN Messenger y empecé a agregar personas al azar que conocía en foros de internet sólo por diversión. Y esto fue en la época en la que estaban de moda los escándalos de asesinatos, acoso sexual infantil y pedófilos que buscaban niños en internet. Seguro mis padres se habrían horrorizado al saber lo que hacía. Ese año me regalaron una batería para mi cumpleaños. Entre eso, mi apatía en todo lo que no fuera chisme y mi nueva obsesión con las maravillas infinitas del mundo virtual, el camino para verse como un pendejo y escuchar música de mierda estaba lleno de lodo pero ya podía caminar por él.
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Y digo música de mierda pero me encantaba. Hasta hoy insisto en que los tres mejores sencillos consecutivos que ha lanzado una banda en orden cronológico son "I'm Not OK", "Helena" y "Ghost of You" del álbum Three Cheers for Sweet Revenge de My Chemical Romance, en 2004. Todavía los escucho en mis días nostálgicos. No obstante, acepto que la mayoría era una basura. Las letras eran insoportables. El ejemplo más popular de este malestar es el éxito de Hawthorne Heights de 2004 llamado "Ohio Is For Lovers", que dice "Me corto las muñecas y me pinto los ojos/para poder dormir esta noche", entre otras cosas que un estudiante diría mientras ve por la ventana del autobús camino a la escuela.El suicidio y las autolesiones eran una parte importante del estilo. En el video que sacó Funeral for a Friend en 2006 de la canción "Roses for the Dead" sale un adolescente que sufría de bullying hasta que un día decide saltar de lo que parece ser un estacionamiento muy alto. Nuestra adolescencia está muy lejos de ser una época de luz y, al menos entre mis compañeros, las autolesiones solamente generaban burlas. Obvio eran para llamar la atención, como todo lo que hacemos a esa edad. Pero cuando eres joven, no estás muy consciente de los verdaderos horrores de la vida. Una persona con más experiencia se preocuparía al ver cicatrices paralelas en los brazos de una chica. Pero los adolescentes crueles, al ver algo así, sólo se preguntan cómo pueden hacer que haya más cicatrices.
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Se podría decir que los emos y los scenes fueron los primeros en adoptar el legendario ángulo MySpace, una forma de tomar fotos muy sofisticada para ocultar tu fealdad. Mientras menos se viera de tu rostro (sin que desapareciera totalmente de la toma), mejor. Todo esto era parte de la identidad, del look. El punto era tu rostro con un fleco planchado y de colores, distraer el ojo con la perfo snakebite y sostener tu cámara digital en lo alto para que se viera más tu cuero cabelludo que tu rostro. El narcisismo inseguro de los jóvenes va más allá de esta escena increíblemente ególatra.
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