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Fui a Marruecos en busca de hash

Se dice que Marruecos produce la mitad del hachís del mundo y alrededor de 800.000 marroquís trabajan en esa industria.

Chauen.

Se dice que Marruecos produce la mitad del hachís y alrededor de 800,000 marroquís trabajan en esa industria –la mayoría en el Rif, en las montañas al norte de Marruecos donde se ubica Chauen.

El hecho de que la materia sea ilegal no es un problema en la región, ya que es la fuente principal de ingresos para mucha gente. De acuerdo con The Independent, el vocero del Partido Istiqlal de Marruecos dijo, “Hay pueblos en el Rif donde es difícil encontrar hombres, ya que la mayoría están encarcelados o son buscados por la justicia.”

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Decidí investigar un poco más, y visité Chauen para buscar el mejor hash del mundo.

Mota que compré muy fácilmente al momento de llegar.

Me di cuenta que no es nada difícil encontrar lo que buscaba. Los bereberes de Rif te acosan todo el día y te ofrecen un montón de cosas: “¿Hash? ¿Kif? ¿Mujeres? ¿Opio?” etc, etc. No aceptan un no por respuesta.

Me traje a dos amigos conmigo. Cuando llegamos, uno de ellos le habló a un amigo que ya había hecho un viaje en busca de hash. Ya estábamos listos y nos fuimos a nuestro hostal –el Hotel Souika–  que estaba lleno de clichés, un paraíso para los fumadores de hash.

En nuestro primer día en Chauen nos fue un poco mal. Nuestro guía nos recogió en el hotel y caminamos por un buen rato, mientras él nos decía que nos iba mostrar cuartos llenos de mariguana. Minutos después, un hombre se acercó y lo esposó. Mis amigos y yo empezamos a caminar y lo abandonamos. Me sentí mal por hacer eso pero yo no estaba preparado para ir a la cárcel.

De regreso al hostal, la recepcionista nos dijo que la historia de mariguana de nuestro guía no fue la razón por su detención. “Fue la policía de turismo, él no estaba registrado para ser un guía,” nos dijo ella. “Lo detienen a diario – no es problema de ustedes. Lo cuestionan a cada rato y él solo responde, ‘¿Qué hago? No tengo trabajo. ¿Quieren que robe?’”

Nuestro guía no es el único sin trabajo. La tasa de desempleo en Marruecos es de 9 porciento, pero más de 30 porciento entre los jóvens de 25 a 34 años de edad. Ese número no sería tan alto si la industria clandestina del hash fuera legalizada y se reflejaría con más trabajos en el campo.

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Después de lo que ocurrió con nuestro guía, otro hombre se nos acercó y se ofreció a mostrarnos el pueblo. Lo seguimos hasta las montañas. Llegamos a una pequeña cabaña. Nos dejaron pasar y nos alinearon unas sillas para sentarnos, junto a nosotros unas gallinas comían del suelo. “Ellas comen semillas de mariguana,” nos dijo nuestro guía. “Se ponen locas.”

Uno de los trabajadores se nos acercó con una bolsa de kif, que son los cristales del THC después de ser extraídos de la mariguana. Un tazón fue llenado con kif  junto con polvo blanco y cubierto en una tela. Se frotó la bolsa y el hash estaba listo. El trabajador me dijo que le toma 25 minutos producir un kilo de kif.

Nos dijeron que la mayoría de este hash llegaba al mercado de Europa, pero otros marroquís me comentaron que la mayor parte del hash de Chauen se consume con los locales.

Hash.

Es una industria que ya emplea a casi un millón de personas y se ha producido en Marruecos desde el siglo 15 e incluso se ha acusado a la policía de ser parte del negocio. Todo apunta a que la descriminalización es la mejor opción, pero aún hay obstáculos en el camino.

La legalización de la mariguana en Marruecos lo convertiría en el primer país del mundo árabe en aceptar la ley. La pregunta principal es si una sociedad conservadora toleraría una legalización, y también como reaccionaría la unión europea. Los beneficios para Marruecos serían muchos, pero aún está por verse.

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@duckytennet