Fuimos a un rodaje porno BDSM de Kink como extras

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Fuimos a un rodaje porno BDSM de Kink como extras

La productora de San Francisco Kink ha estado unos días en Madrid grabando escenas y nos invitaron a comprobar cómo trabajan el porno 'made in USA'.

Nos enteramos de que la productora Kink de San Francisco iba a rodar en Madrid hace unas semanas y teníamos curiosidad por ver cómo trabaja una de las más prestigiosas casas de porno BDSM.

Entramos en contacto con la persona en España que se encargaba de la producción y él, Zor, su nombre artístico y profesional en el mundo del cine y el bondage, nos citó para el día final de rodaje.

Ese día tenían planificada una secuencia en exteriores (lo hicieron con drones en el Parque del Retiro) y otra en un interior en una mazmorra situada en un garaje en el centro de Madrid.

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Como única condición es que debíamos figurar entre el grupo de extras que iban a aparecer en la secuencia. Han tenido un par de experiencias malas con la prensa. "Publicaron mentiras sobre que obligábamos a las actrices a follar sin condón y más cosas. Por eso vamos con cuidado".

Prometemos que las fotos van a ser las protagonistas. Y que no vamos a ir por ese camino. Pero tenemos una duda: ¿Qué es ser extra en una película porno? Hay algunas diferencias con aparecer, por ejemplo, en una secuencia de masas en el rodaje de Juego de Tronos o en el plató de Sálvame. También hay que firmar permisos, derechos de imagen y todo eso. También hay catering.

Pero aquí el papel es más "activo", por así decirlo. Se puede participar en la acción (siempre que te lo permitan y teniendo claro dónde están los límites) y también grabar, tomar fotos y hacerse selfies con los actores de fondo.

Es una fiesta. O al menos la gente viene con ganas de que lo sea. El domingo nos meten en un grupo de WhatsApp donde figuran el resto de los extras y por ahí nos dan primero la hora de rodaje, 16:00 horas, y luego la localización, algún lugar perdido en el centro de Madrid que no vamos a desvelar aunque cualquier persona que pasara por la calle y se hubiera interesado se podría haber llevado la información a casa de que allí se estaba rodando una película. Era tarde de cine.

Los extras van llegando a cuentagotas, nos lo van anunciando por el chat con algunos chistes sobre lo que va a pasar. Algunos se conocen, son amigos, y vienen con ganas de disfrutar.

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"Siempre sabiendo dónde están los límites, los marca el sentido común", nos dice uno de ellos. Otro saluda a Zor con auténtica reverencia, ha conocido a uno de sus grandes ídolos. "No le conocía en persona, pero tenía ganas, sigo su trabajo es uno de los grandes. Me gusta mucho lo que hace, nos comenta".

Los extras comienzan el protocolo: firma de derechos, foto con el carné de identidad en la mano y a esperar para que les indiquen el camino de la mazmorra que se encuentra en el sótano de un garaje. Entramos a ver el set, los técnicos tienen todo casi listo, focos, tiros de cámara y sonido. Solo faltan las actrices y los actores, que están descansando en la calle.

Por allí aparece una joven, Lili, que lleva un collar en el cuello y una correa que le ata a su amiga. Su amiga es extra, Lili es actriz. Ésta va a ser su segunda secuencia. Probó suerte como visitante hace unos días en otra jornada de rodaje, se animó a participar y ahora se va a poner delante de la cámara. Tiene 29 años, "y nunca había pensado en ser actriz, pero esto me gusta, en realidad yo estoy estudiando".

En un rato va a estar atada, sujetada por varias dominatrix y con algún moratón en los hombros que no tenía antes de que se escuchara la voz de "acción". No parece una debutante, aunque nos lo tenemos que creer, porque ella lo dice.

Las dominatrix, vestidas como oficiales del ejército, se relajan haciendo bromas con sus fustas. Por la mañana han estado de paseo por el Retiro y han montado un buen show.

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Nos confirma la gente del equipo que iban un poco asustados por la Policía, pero al final no ha pasado nada y la secuencia se va a ir directa a EEUU. Van con prisa, todo lo que graben hoy y el resto del material acumulado por la productora en España irá directamente en unas horas camino de la central en San Francisco. Queda una secuencia y las entrevistas finales con las actrices y Kink habrá acabado su trabajo.

Hoy va a haber varias actrices —entre ellas, Silvia Rubí o Ichi Delorean— en acción y un par de actores. Y luego calculamos que más de treinta extras. Se van a meter todos en un espacio muy reducido, va a haber bastante contacto físico.

Ya está todo preparado, más saludos entre viejos conocidos fans de la productora o del género o de pasar una buena tarde de lunes. Mientras España debuta en la Eurocopa y fuera hace un calor extremo. En la mazmorra se está fresquito. Un tipo alto, americano, manda silencio. Parece titular de Kink, el enviado de la compañía, pero en realidad es el capo, el jefe, el amo de todo esto, Steve Holmes, que lleva 25 años en el oficio.

Todo listo, el show va a comenzar, cierran las puertas del garaje. Bienvenidos al mundo de Kink y del porno BDSM. Éstas son las fotos que hizo nuestro compañero Davit Ruiz delante y detrás de las cámaras.