FYI.

This story is over 5 years old.

Noticias

Este es el móvil que tienes que comprarte si quieres parecer un auténtico capullo

No tiene botones, no tiene pantalla, no sirve de nada. Solo sirve para que parezcas un capullo.

No debería sorprendernos la existencia de cosas que no sirven para nada, de hecho estamos rodeados de conceptos que son completamente inútiles, como las cerillas, las relaciones de pareja y los cubitos de hielo con forma de frutas con caras sonrientes. Con este panorama no nos debería sorprender que unos tipos —unos tipos con demasiado tiempo libre y demasiado ego— hayan decidido crear un teléfono móvil sin botones, sin pantalla, sin batería, sin cámara, sin capacidad de almacenar datos y sin disponer de ninguna de las propiedades que hacen que un smartphone sea un smartphone. En fin, lo que han generado es un bloque de plástico del tamaño de un teléfono móvil, como muy bien se puede apreciar en la imagen superior.

Evidentemente el NoPhone Zero —así es como se llama este gran invento— sí que sirve de algo: puede convertirte en el ser más detestable del planeta. No hace falta ser un genio para ver que esta mierda sirve para darnos una buena lección, una buena patada a nuestros cojones del siglo XXI. "Tío, estás enganchado a tu teléfono, tienes una absoluta dependencia hacia este aparato, déjalo y vive la vida", ¿me entendéis? El NoPhone Zero es un gadget moralizador y funciona de la misma forma que esos vídeos de internet que te manda tu madre donde unos tipos fingen que van por la calle y se les cae un billete de 100 euros delante de un mendigo y este se levanta y se lo devuelve, esos vídeos donde la fuerza del corazón y el amor vencen la avaricia del ser humano y descubres que en el mundo aún hay esperanza. En fin, esos vídeos tan evidentemente misericordiosos y benevolentes que son absolutamente ofensivos, su falsa moral y bondad son, en definitiva, más ofensivas que cualquier cosa que quieran "denunciar".

Imagínate que te compras un aparato (¿se puede considerar un aparato?) de estos. ¿A quién quieres dar una lección? ¿Resulta que ahora eres el puto profesor Miyagi y tienes que educar a tus amigos? ¿Tienes la santas pelotas de creer que eres moralmente superior al resto de tu manada y al resto del mundo?

Te diré algo, amigo, salir contigo va a ser una tortura humana. Cuando estemos cenando y como si nada te saques del bolsillo este trozo de plástico de 5 dólares más gastos de envío y lo pongas encima de la mesa y pienses que nos estás dando una lección lo que realmente estarás poniendo encima de la mesa será la garantía de que eres un auténtico capullo y que no mereces ni vivir con gente. Cuando vayas de excursión para "despresurizarte de la ciudad" y te quedes atrapado en un puto bosque por culpa de una lluvia torrencial y se esté haciendo de noche y haya animales raros sueltos por ahí y te quedes sin comida, a ver a quién coño llamarás con este trozo de NADA para intentar pedir ayuda. Vas a morir y lo sabes. Tú y tus discursitos moralistas —"estáis demasiado enganchados al aparato"— vais a morir en ese bosque en ese preciso momento. Esa noche tu maldito FoMO te habría salvado la vida.

Cuando toda esta mierda te pase —y con esto me refiero no solo a lo de vivir sin móvil sino también a lo de dar lecciones morales a tus camaradas— te levantarás un día y mirarás ese trozo de plástico que reposa inerte encima de la mesilla de noche y te preguntarás a quién coño pretendías engañar. Vale, a la novia que tenías en ese momento le pareció una idea "brillante y reveladora" pero ahora estás solo de nuevo y no tienes porque rendir cuentas a nadie. Levántate, carga el teléfono de verdad, mándale a tu ex un mensaje que te denigre y empieza a ser un tipo normal que comete errores y vive sometido a la tecnología y al imbatible devenir del futuro.