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La semana de la moda en Nueva York... ¡En ácido!

¡Todo es más divertido en ácido!

Este güey es nuestro amigo Tyler. Y eso que tiene en la lengua son Altoids molidas con una dosis de ácido.

Éste es él un rato después, esperando un taxi para ir a un show de moda, parte de la Semana de la Moda en Nueva York. En ese momento, Tyler me dijo que sentía una “flotadez flotadora” y un cosquilleo en las puntas de los dedos.

Su viaje comenzó propiamente cuando vio este edificio desde el taxi. Al parecer todo “daba vueltas, con vueltas que giraban dentro de otras vueltas”.

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El viaje se intensificó cuando llegó la hora de pagar el taxi, y nos dimos cuenta que nuestro conductor no estaba familiarizado con el concepto de un taxi.

Mientras intentaba pagarle, me sonrió y me dijo “es gratis” antes de intentar darme una tarjeta de negocios blanca con lo que me pareció un grabado en braille. Cuando insistí en pagarle, volvió a sonreír y a señalar mi teléfono mientras decía: “No, no, no”.

Fue el tipo de intercambio bizarro que sólo pasa cuando estás demasiado drogado para lidiar con ello. Tyler se veía un poco nervioso. Cuando vio la tarjeta de The Matrix empezó a reír, antes de preguntarle al taxista: “¿Qué está pasando? ¿Estoy en un viaje?”

Después de un rato, el taxista me dejó darle 15 dólares, y retomamos nuestro camino hacia el evento, el cual se llevó a cabo en este muelle.

Afuera del lugar había un millón de personas corriendo por todos lados. La mayoría fotógrafos de estilo callejero. Quizá ya lo sepas, pero estar en una multitud es lo último que quieres hacer cuando te metes un ácido. Y en segundo lugar está evitar que te tomen una foto. Tyler parecía a punto de tener un ataque de pánico. “Malditos fotógrafos… están por todos lados… es como una pesadilla de estilo callejero”. Me dijo, antes de correr al interior del lugar.

Una vez adentro, tuvimos que recoger nuestros pases de prensa, lo cual fue un proceso muy intenso hasta para mí, y eso que yo estaba sobrio. Había una especie de problema con nuestros nombres en la lista de prensa (es decir, no aparecían), así que tuve que pasar 15 minutos discutiendo para que nos dejaran entrar. Cada que miraba a Tyler, lo veía con los ojos perdidos en el piso y una expresión muy sombría en su rostro. Más tarde me dijo: “Fue horrible ahí dentro. Había tantas personas, y todos estaban usando cuero. Había tanto cuero, y todos se frotaban contra mí. Horrible”.

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Como éramos de prensa, le dije a Tyler que tenía que entrevistar a la gente importante del medio que nos encontráramos. La primera persona importante fue Nicola Formichetti, director creativo de Mugler y estilista de Lady Gaga. Aunque Tyler me suplicó que no lo hiciera entrevistar a nadie porque tenía miedo de no poder hacerlo, me sorprendió con una habilidad natural y logró conseguirnos esta entrevista EXCLUSIVA:

VICE: ¿Estás… emocionado por el show?
Nicola: Sí.

Perfecto. Gracias. Adiós.

Mientras nos habíamos paso por un largo corredor hacia la pasarela, Tyler me dijo: “Sé que esto es un poco estereotípico, pero me siento en una especie de secuestro tipo Zoolander". Supongo que el ácido altera tu percepción de lo que es un comentario “estereotípico”.

El evento estaba a reventar. Había gente corriendo, empujando y gritando. Había un número desproporcionado de italianos, y todos se lanzaban besos de una manera bastante agresiva. Como puedes ver, Tyler lo disfrutó bastante.

No teníamos asientos asignados. Esperaban que nos sentáramos en la parte de atrás como un par de perdedores, así que nos colamos a un par de asiento vacíos cuando los de seguridad no estaban viendo. Tyler se relajó un poco y me dijo: “Por favor no me hagas caminar alrededor de más personas. Estoy muy cómodo aquí”.

Así que nos relajamos y esperamos a que el show comenzara.

Cuando el show empezó, las luces se apagaron unos segundos y una estructura gigante de neón se elevó unos metros sobre nuestra cabeza. Tyler, entre una risa histérica, me susurró: “Eso debe haber costado mucho dinero… siento que el tema de la Semana de la Moda es ‘anticipación, pero sin razón alguna’”.

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Conforme las modelos caminaban sobre la pasarela, "Born Slippy" de Underworld comenzó a sonar. Camino al lugar, Tyler me dijo que su creía que la música sería “algo intenso, con muchos ruidos”. Cuando le pregunté si estaba emocionada de haber predicho la música  correctamente, un poco agitado me respondió: “Los ruidos… son mucho más intensos de lo que anticipé”.

Cada que volteaba a verlo, Tyler parecía obsesionado con la espalda de la mujer frente a él, más que en la ropa. Cuando le pregunté sobre esto, me explicó: “Hay  personas que me tocan desde todas direcciones. Y la mujer junto a mí no deja de tomarse fotos con su teléfono. Realmente me está molestando, así que necesito concentrarme en la espalda de esa mujer. Es la única manera de evitar encabronarme con todo mundo. No quiero golpear a nadie”.

"Además, esa forma en la que su cabello se junta con su chamarra. Es muy… guau”.

Después, algo del otro lado de la pasarela llamó su atención. Empezó a reírse solo. “Esos estúpidos sombreros”, me dijo, señalando con el dedo. “Son tan… ¿británicos?” No estoy seguro de lo que quiso decir con eso, pero creo que el mal gusto de los sombreros queda bien resumido en el rostro del hombre junto a ellos.

Y después el show terminó. Le pregunté a Tyler que le habían parecido los dos o tres looks que se molestó en ver, y lo único que me dijo fue: “tantas mangas, tanto cuero”.

Después Tyler se encontró con Olivier Zahm, editor de Purple y la personificación de la frase “iu, que asco”.

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Le dije que debería intentar entrevistarlo, pero me dijo: “Ya no puedo con esto. Y creo que su chamarra no era de piel de verdad. Se sentía artificial. El también. No me gusto. ¿Podemos irnos de aquí?”

Cansados de la multitud, nos metimos detrás de una cortina y terminamos en la zona de backstage, donde Tyler usó este baño portátil, el cual estaba completamente oscuro por dentro.

Estuvo tanto tiempo adentro que me empecé a preocupar que le estuviera dando un ataque. Cuando por fin salió, me dijo: “Fue muy agradable ahí dentro. Sólo necesitaba alejarme de todo un minuto. Había tanta gente tocándome. En general no me gusta que me toquen, ¿pero en ácido? ¡Carajo!”

Afuera, los fotógrafos callejeros devolvieron el pánico a Tyler.

"Alguien debería hacer un blog en el que los fotógrafos de estilo callejo sólo tomen fotos de otros fotógrafos de estilo callejero. De hecho, seguro ya existe algo así. Quizá alguien pueda hacer un blog en el que todos los posts sean de este blog de estilo callejero en el que un güey toma foto de otros güeyes. Espera, ¿de qué estábamos hablando?”

Quería que Tyler se calmara un poco así que no dirigimos a un lounge que Target había instalado del otro lado de la calle.

Adentro, Tyler mezcló dos tipos de café, le dio un trago, y declaró “Vaya… simplemente… tremendo”.

Cuando le pedí que me resumiera su experiencia en la Semana de la Moda, me dijo: “Fue anticlimático… Pero para mí, eso fue climático; lo anticlimático que fue. ¿Me explico? Y había piel por todos lados”.

Mientras nos preparábamos para salir, Tyler atrapó una semilla de un diente de león que estaba flotando en la habitación. Intentó pedir un deseo y soplarla, pero terminó aplastándola con sus dedos.

Mientras pedía su deseo, cayó al suelo y se desmoronó.

No estoy seguro de que significa eso, cósmicamente.

@JLCT