Estos ecologistas graban mamadas para salvar la Madre Tierra

Foto cortesía de Fuck for Forest.

Desde la proclamación del amor libre en los sesenta, los tipos de izquierdas han combinado la liberación sexual con el ecologismo, pero nunca de forma tan literal como la gente que hay detrás de Fuck for Forest. Esta organización sin ánimo de lucro hace porno –normalmente con la presencia de típicos hippies rastudos y tatuados follando en parques de Berlín o apartamentos diminutos- y luego lo vende para conseguir dinero e invertirlo en iniciativas ecologistas de preservación alrededor del mundo. Cuando FfF se fundó en Noruega en 2004 estuvieron recibiendo una ayuda del gobierno durante seis meses, hasta que los funcionarios descubrieron lo del porno y se la cortaron. Más tarde, ese mismo año, el grupo se mudó a Berlín, donde continuaron con su obscena cruzada. Actualmente puedes hacerte miembro de su web –lo que te da acceso a vídeos sexys de jóvenes activistas con pubis descuidados por unos $15 al mes. Sean lo que sean, a la hora de recaudir fondos son unos cracks. Desafortunadamente, tienen problemas para regalar este dinero manchado de sexo. “Para nosotros es difícil donar este dinero, “ me dijo Leona Johansson , cofundadora de FfF. “La mayoría de las ONGs nos tienen miedo.” La World Wildlife Fund les dijo que aceptarían su dinero pero que no permitirían ninguna vinculación oficial entre las dos organizaciones porque “no nos podemos relacionar con cierto tipo de industria.” Y los noruegos Rainforest Foundation rechazaron abiertamente la donación. “No veo de ninguna forma cómo esto puede ayudar a las selvas,” dijo su director, después de que Leona y su novio, mantuvieran relaciones sexuales sudorosas encima de un escenario en un festival de música. El cineasta polaco Michal Marczak recientemente se pasó más de un año haciendo un documental sobre FfF, el cual se estrenará este mes. Michal tiene material de los miembros de la asociación follando delante de gente en un garito de Berlín y convenciendo a extraños por la calle para que follen delante de sus cámaras –son como los BangBros, sólo que rapiñan comida y ropa de los contenedores de basura. Michal también acompañó al grupo a Amazon Basin, donde intentaron ofrecer a los indígenas su dinero y su mensaje de copulación por la conservación del medio ambiente. Pero los llamaron mentirosos y violadores de niños y se negaron a aceptar su caridad. El cineasta me dijo que estaba fascinado por el choque de culturas: “El lado normalmente considerado como desarrollado se muestra más salvaje que la cultura a la que intentan ayudar.”

Puedes ver una película sobre Fuck for Forest en Filmin

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