Rob Halford, Dios del Metal y tremendo humanista
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Música

Rob Halford, Dios del Metal y tremendo humanista

El icónico líder de Judas Priest habló con nosotros sobre el nuevo álbum, 'Firepower', sus proyectos colaborativos y la continua lucha por la equidad.
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traducido por Elvira Rosales

Robert John Arthur Halford de Sutton Coldfield, Reino Unido, es un mero mortal al igual que nosotros, pero también tiene la enorme ventaja de ser conocido mundialmente como el cantante más grande de la leyenda del heavy metal: Judas Priest. El hombre de 66 años es un ícono entre íconos, un dios entre blasfemos y, a tan sólo diez minutos de haber iniciado nuestra conversación, hizo una broma de penes.

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Resulta que yo había elegido un micrófono grande para grabar la entrevista y mientras me disculpaba por restregarle algo tan grande en la cara, dijo sin titubear: “Oh, no te preocupes, querida. ¡No sería la primera vez!”, con una sonrisa malvada. Me quedé procesando lo que acababa de decirme, sin poder hablar, segura de que mis mejillas estaban más rojas que unas cerezas. Después de todo, él es Rob Fucking Halford de Judas Fucking Priest, la crème de la crème de la realeza del metal y uno de los pocos patriarcas restantes del género. Mi visión interna diamantina del originario de Birmingham era como un héroe LGBTQ, músico magnífico, un viejo estadista y defensor implacable de la fe en el heavy metal. Todo esto sigue siendo verdad, claro. Lo que no sabía es que era tan descarado.

Halford ha respondido al apodo de “Dios del Metal” desde mucho antes de que yo naciera en 1988, y está más que feliz de aprovechar su propia mística. Cuando nos reunimos en una sala de conferencias sin ventanas en las oficinas de Epic Records en Manhattan, hizo su entrada como un villano shakespeareano, cubierto en piel negra, con lentes oscuros y la cabeza brillante, mirando por encima su lista de pendientes.

Al enfrentarme a una figura tan impresionante, esperaba encontrar a una escultura antropomorfa de hielo cuando empezara la conversación, pero no, me recibió con una cálida sonrisa. En menos de un abrir y cerrar de ojos, se quitó los lentes, el acento brummie de Halford se hizo presente, y nos soltamos a hablar, tratando todo tipo de temas, desde odiar a los nazis hasta aquella época en que quería ser actor.

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A pesar de su divino talento, el Dios del Metal demostró tener los pies en la tierra. Es pícaro y sociable, un profesional consumado cuando discute sobre su banda y su nuevo álbum, Firepower (que salió el 9 de marzo vía Epic Records), pero también muy contento al salirse por la tangente con temas como Game of Thrones y lo mucho que ama el jazz canadiense de Michael Bublé (“Me encanta Bublé. Me encantaría hacer un dueto con Bublé. Michael, ¿estás oyendo? ¡Vamos a hacer un dueto!). Sobre todo, Halford da la impresión de ser un hombre que está súper cómodo consigo mismo y con su lugar en el mundo.

Esa paz es algo que ha ganado después de años de lucha: primero como un chico gay de clóset creciendo en la Inglaterra de los 50, luego soportando el mandato de odio de la Primer Ministro Margaret Thatcher en los años ochenta, aguantando la crisis de SIDA de los noventa, declarándose gay en vivo durante una transmisión de MTV en 1998 y en la época actual cuando la vida de las personas LGBTQ sigue bajo el ataque de la clase gobernante. Rob Halford siempre ha sido un peleador, pero hoy en día, su mensaje más urgente para los fans y la gente en general es uno de amor, aceptación y esperanza. “Debes ser capaz de hablar de cualquier cosa que quieras, alzar la voz en el discurso y por encima de los gritos”, me dice. “Se trata de liderar a la gente y enseñarles una perspectiva diferente”.

Esa perspectiva es algo que se ha filtrado en su trabajo con Judas Priest. La banda no es una entidad política, pero Halford nunca ha tenido pena de expresar sus opiniones, a menudo emitiendo comentarios sociales dentro de sus letras grandiosas e idealistas.

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Firepower se adentra en territorio enemigo desde el comienzo y la banda no descansa un segundo durante sus 58 minutos. Este es el tipo de álbum que los viejos fans de Judas Priest han esperado: pulido, rápido, colosal y teatral hasta la médula. La portada, pintada por el artista italochileno Claudio Bergamin, es una representación de la exageración de Priest y es un anuncio perfecto para lo que viene dentro. Halford y sus compatriotas siempre han gustado de cierto tipo de drama (por ejemplo Macbeth versus un reality show) y lo representaron muy bien en esta nueva entrega. Firepower es el décimo octavo álbum desde su éxito debut “Rocka Rolla” en 1974; es el primer álbum de estudio desde Ram It Down de 1988 producido por Tom Allom y es la primera colaboración con el coproductor Andy Sneap, quien actualmente es el guitarrista de tour para la banda luego de que Glenn Tipton fuera diagnosticado con Parkinson a principios de 2018.

Durante nuestra entrevista, Halford es sincero sobre los temas tanto personales como profesionales; parece genuinamente complacido por la forma en que Firepower ha surgido y si tienes un mínimo amor por Judas Priest (y el Dios del Metal) en tu corazón, quizá tú también lo estés. Nuestra conversación fue ligeramente editada y resumida, pero como podrás darte cuenta, 40 años después de iniciar una fabulosa carrera, nuestro hombre Rob todavía tiene mucho que cantar.

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Noisey: Cuando estaba escuchando la canción “Evil Never Dies”, mi pensamiento inmediato fue: “¿Trata sobre nazis?”
Rob Halford: Bueno, por desgracia, sí. He tenido una larga vida y cuando era niño, veía todo tipo de cosas suceder en el mundo y obviamente algunas eran molestas. Muchas veces me preguntaba, “¿siempre será así?” Por desgracia, ése es el defecto de la humanidad, puede ser oportuno o una coincidencia pero este track en particular hace referencia al hecho de que este terrible defecto aún existe. El hecho de que este mal nunca muere. Pero me parece que siempre es importante considerar cada aspecto del mundo respecto a ese tema, así que “Evil Never Dies” lleva al centro de los reflectores el asunto.

Por otro lado, tenemos “No Surrender”, la cual es una especie de canción “Fuck you” inspiracional.
¿Sabes?, lo mejor de Priest en todos estos años que llevamos haciendo heavy metal es que siempre hemos ondeado la bandera del metal, si quieres llamarla así. Una señal de esperanza; no importa por qué estés atravesando en la vida, siempre hay una sensación de superar las dificultades, una sensación ganadora, una sensación de llegar a la cima. Siempre hemos tratado de imprimir este tipo de experiencia positiva en las canciones que componemos. Así que “No Surrender” es una declaración. Es un simple hecho que, desde nuestra perspectiva, sin importar a qué te enfrentes, lo mejor que puedes hacer siempre es enfrentar el desafío. Supéralo, gana y nunca te rindas.

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Esa voluntad para superar y conquistar te ha servido mucho para ser, quizá, el gay más famoso del heavy metal. Has sido muy abierto al respecto desde hace muchos años, ha sido muy importante y útil para muchos chicos metaleros, especialmente ahora que el panorama sigue sin tener mucha mejoría desde los 80 o 90.
Cuando eres músico, una de las primeras cosas inesperadas que te ocurren es la reacción de tus fans y cómo tu música juega una parte importante en sus vidas para comprender el mundo. Eso es lo que me pasó a mí. El momento en que me declaré un hombre gay, nunca pensé en las consecuencias. Claro, lo evidente pasó, llegó a los medios noticiosos y se convirtió en algo grande, muy grande. Como resultado, recibes mensajes hermosos de tus fans desde todas partes del mundo diciendo que gracias a que tú saliste y proclamaste tu sexualidad de manera firme, orgulloso, les ayudaste en su vida. Y eso te sorprende. Así que, como hombre gay en el metal, recibo la oportunidad de reforzar este tipo de declaraciones. Son tiempos difíciles para muchos de nosotros. En cuestión de sexualidad, es necesario poder hablar. Cuando un terrible azote epidémico de SIDA golpeó el mundo —hasta ese momento, la comunidad gay no tenía una voz tan fuerte—, había una organización en Londres llamada ACT UP, eran locales. Ellos acudieron al Parlamento, realizaron manifestaciones y tenían un eslogan muy simple: ‘el silencio significa la muerte’. Esta oración tan simple es muy profunda.

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La batalla continúa para mí; siendo un hombre gay. No estaré feliz hasta ver que la equidad es una realidad. Es vital. No creo que esté bien que haya un grupo de reglas para un individuo y otro grupo de reglas o leyes para otro. El mundo no debería funcionar así.

Siendo un personaje con un lugar privilegiado para ver cómo la historia del metal ha cambiado en los últimos 40 años, ¿cómo has visto que ha cambiado la actitud de la gente que no son hombres blancos heterosexuales cisgénero?
Sí, desde mi punto de vista, en particular entre diferentes generaciones a la mía, hay gran aceptación y esta visión maravillosa de que todo el mundo es igual sin importar sus orígenes, etnia o religión. Sea como sea, las generaciones más jóvenes tienen una mejor capacidad de apreciar estas diferencias. Sabes, soy un viejo metalero, pero tengo mi Instagram, Facebook y varias plataformas sociales, así que interactúo con personas de todas las generaciones. Muchos de mis seguidores son jóvenes metaleros y es tan refrescante estar en compañía de personas que son más cariñosas, más atentas y más abiertas, y que tienen una mejor visión del mundo para la aceptación que muchas otras personas del mundo.

Tiene que ser muy diferente al ambiente en que creciste en Reino Unido durante la era Thatcher.
Sí, yo solía asistir a las Marchas del Orgullo en Londres. Pasaba por las calles gritando: ‘Maggie, Maggie, Maggie, Out, Out, Out’ Eran tiempos muy difíciles. Si repasas la historia de la comunidad LGBTQ, desde mi perspectiva al haber crecido en Reino Unido en los 50, había una terrible, terrible discriminación, ¿sabes? Era extremadamente difícil vivir la vida como debía ser. Poco a poco, a lo largo de décadas, he visto cambios importantes, desde el matrimonio entre parejas del mismo sexo —lo cual es maravilloso— hasta cosas terribles como crímenes de odio. Perdemos personas de maneras muy violentas. Es sólo ese defecto de la humanidad otra vez. Sigue siendo un largo camino, pero la fe y el optimismo siempre rigen la vida en mi mundo.

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Photo by Jack Crosbie

La gente no siempre piensa en Judas Priest como una banda política, pero nunca te callas lo que sientes. Por ejemplo, el mensaje detrás de “Traitor’s Gate” me recodó mucho a “Dissident Aggressor”.
La vida es algo hermoso, pero buena parte de ésta se replica. La humanidad a nivel general, instintivamente, pasamos por las mismas cosas; no importa de dónde vengas o dónde vivas, y también a mí como compositor de una banda. Siempre hemos tratado de transmitir estos mensajes de fuerza y poder, hacer el bien en el mundo y, al mismo tiempo, no tener miedo de mirar las dificultades que experimentamos. Este track que mencionas, “Traitor’s Gate”, trata de eso. Habla de alguien que literalmente está preparado para sacrificar su vida por el bien de la rebelión para que el bien mayor suceda y gane. Como que resumimos una historia loca de un hombre que va a Traitor’s Gate en London en el siglo XVI o XVII. Pintamos estas imágenes con palabras y la forma en que la música expresaba el mensaje de la canción. Es importante. Nunca hemos tenido miedo de lo que tenemos en mente, todo lo contrario, pero no somos una banda motivada por la política. Ese nunca ha sido el ángulo de Priest. Siempre hemos tenido un pie en la realidad y otro en el mundo de fantasía con las canciones que hacemos y conocemos a nuestros fans.

La gente busca un escape en su música, en las épicas heroicas y grandes fantasías. A veces la gente lo necesita.
Claro que sí. La música es una gran cura. Siempre será una gran cura y siempre transmitirá sentimientos positivos y retroalimentación positiva. Hay poca música que ha sido utilizada para cualquier otro efecto, ¿sabes? Sólo tienes que ver los horribles incidentes que han sucedido hace poco, por desgracia en eventos musicales, y de inmediato la gente recurre a la música para ayudar a sanar y sobreponerse a las dificultades de la época. Ve a un concierto. Vas a tomar algunos tragos y ver amigos, agita la mata, haz el signo de los cuernos y canta junto a la banda. A veces viajas en una máquina del tiempo con Judas Priest que te regresa a los 80 o algo. En esencia es un escape.

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¿Qué escuchas cuando estás molesto?
Oh, de todo [risas]. Alexa tiene una lista de lo que escucho. La semana pasada estuve escuchando de todo: Willie Nelson, Hank Williams, Pavarotti, Barbra Streisand, Beethoven, Michael Bublé, the Eagles. Podría seguir y seguir, porque para mí la música es un banquete. Sé que todos tenemos nuestros favoritos, o sea yo un metalero, pero al mismo tiempo —sobre todo porque soy un cantante— me encanta escuchar a la gente cantando y amo escuchar diferentes interpretaciones de lo que puede hacer la voz en distintos tipos de música. Siempre estoy saltando de un artista a otro para ver qué me puede inspirar, obtener ideas para canciones o simplemente por el placer de escuchar una ejecución.

¿Puedo preguntar si fuiste un fanático del teatro?
Sí, soy un metalero al que le encanta la atención. Cuando era niño, siempre veía películas en la TV o salía al cine y otro tipo de espectáculos, sólo disfrutaba la capacidad humana para el drama, el expresionismo y pensar sobre cómo estas personas se entregaban tanto a sus interpretaciones; así que es casi un instinto para mí. Antes de dejar la escuela, una de las cosas que tuve que decidir fue si quería ir a la escuela de arte dramático o si quería seguir siendo un cantante. Escogí aquello que me hacía sentir bien y es cantar. Cantar es un don. No importa si cantas entonado o desentonado, no hay nada mejor que cantar en la regadera o en el auto junto a tu banda favorita. Es la mejor sensación del mundo, cantar. No tienes que aprender a tocar la guitarra o la batería o cualquier otro instrumento. Para mí, cantar es una de las formas más puras de expresión. Es una cosa hermosa. Incluso ahora, siempre me siento más completo como persona cuando estoy cantando alguna canción, sobre todo metal.

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Estoy muy feliz de que el Dios del Metal sea tan abierto y que ames tan abiertamente a artistas como Pavarotti y Michael Bublé.
Es lo que decíamos hace un momento sobre la música, es una experiencia hermosa, extraordinaria y variada. La música es una expresión tan apasionada y una experiencia tan apasionada. Puede que seas muy devoto a cierto tipo o estilo de canciones que es difícil sacarte de ese género, y eso está muy bien si estás comprometido a ser ese tipo de fanático de la música. Es hermoso. Pero para mí, me gusta probarlo todo. Escuchar de todo. Ver lo que hay allá afuera, porque hay tantas cosas con el potencial de ser muy agradables y que podrías haberte perdido.

Tengo que preguntar. ¿Cuándo va a salir tu proyecto de black metal? Estaba pensando en él cuando escuchaba este disco, porque la intro de “Necromancer” tiene una vibra como fría y que inspira miedo…
¡El proyecto de black metal! Seguimos intentando lanzarlo, pero nunca llegamos a nada. Conocí a Nergal de Behemoth hace poco y le dije: ‘Ya sabes que me encanta tu tipo de música. Me encantaría tentar las aguas y ver qué pasa’. Así que tengo un par de oportunidades, muy nebulosas ahora, pero espero que más concretas después de hacer algo con Nergal y algo más con Ihsahn. Anthems to the Welkin at Dusk, es mi álbum favorito de Emperor. Ambos son increíbles, simplemente dominan su mundo.

Tiene que ver con lo que haces personalmente, ¿no? Siempre estás buscando el sonido más grande, más fuerte, más teatral y más dramático. Nada es suficiente para Priest.
Es sólo el potencial para la experimentación y también el hecho de que siempre hay algo más grande y fuerte que hacer. Gran parte de la música de Firepower contiene ese tipo de proceso mental, ¿ves? Sólo queríamos hacer un conjunto de canciones muy clásicas, era la única dirección que teníamos. Si lo escuchas, una de las mejores canciones del álbum es “Rising from the Ruins”, que es un paisaje masivo de sonido que realmente te eleva y te lleva a un lugar diferente. Me siento atraído a ese tipo de sonido, porque es muy expresivo y evocador, pero por otro lado, puedes ir a la última canción del álbum, “Sea of Red”, que comienza como una balada conmovedora y es muy muy delicada, pero incluso ese track termina con gran fuerza. El final es poderoso, ¿no? En general de eso se trata el mundo de Priest.

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El disco entero se siente muy oscuro. ¿Cuál era tu estado mental cuando estabas escribiendo las letras para Firepower ?
Estaba en todo. Estoy consciente de lo que sucede en el mundo, porque soy una especie de sabueso para las noticias, así que reúno todos esos mensajes y los condenso de manera que sea relevante para Judas Priest. Es tomar los elementos luminosos junto con los oscuros y mezclarlos para conseguir una colección amplia de emociones y perspectivas. Lo mejor de la música, cuando la creas, es que un día puede surgir algo completamente inesperado. Desde el primer día hasta el séptimo, la diferencia en la vibra puede ser enorme. En ese sentido es pura, y creo que es un aspecto que siempre debes tener en cuenta como parte de la audiencia. La credibilidad de tu música tiene que ser muy significante; no puedes descansar, no puedes soltar las riendas. Realmente tienes que mantener la convicción en tu trabajo, así que cuando suena en las bocinas, puedes decir: ‘Sí, eso es lo que estaba intentando tocar’, y está sucediendo porque más allá de ti y la banda, vas a salir y compartirlo con tus fans de todo el mundo y asegurarte de que lo comprendan. El desafío es descubrir cómo hacer este álbum diferente de aquel que escribimos en 1981, ¿sabes?

Para este momento ya debe ser como memoria muscular, pero estoy segura de que no siempre fue así.
No, es una experiencia de vida. No importa lo que hagas. Si amas lo que haces y tienes el placer que nosotros hemos sentido con Priest y nuestros maravillosos fans, que nos han apoyado durante tanto tiempo y nos han dado vida en el metal, hay una frase: tienes que pasar 10,000 horas haciendo algo antes de convertirte en lo mejor que puedes ser. Con mi rol en Judas Priest como letrista, constantemente estoy creciendo y evolucionando. Lo trazo de manera interna en mi cabeza. Puedo escucharlo antes de que puedas verlo, lo cual puede sonar loco pero así funciona para mí.

¿Lees mucho?
No tanto como solía hacerlo. Como que me alejé de eso y no sé por qué. Solía devorar libros y en los últimos cinco años más o menos, algo pasó. Creo que sucede que ahora me estoy dando cuenta de que estoy atravesando un ciclo. Acabo de ver la última película de Pirates of the Caribbean en el vuelo de la costa oeste a Nueva York y básicamente es la misma película que la primera. ¿Ves lo que digo? Así que estoy tratando de descubrir algo que me estimule a tomar un libro. Voy a recibir el nuevo libro de Philip Pullman y Ken Follett —su trilogía se llama Century y no podía bajar los libros—. Es una gran idea tener tres libros que atraviesan diferentes décadas con diferentes familias y ver cómo se conectan. Nunca había experimentado algo como eso antes. Ya sea que se trate de una pintura o un libro o una escultura, siempre tiene que ser dramático.

¡Incluso los libros que lees son épicos! Y es una actitud como de la vieja escuela. Me acuerdo, cuando era niña, iba a la tienda de discos y si un álbum se veía cool, ese era el que compraba con mis ahorros.
Incluso ahora, ves a Rihanna con una playera de Priest, y eso sucede porque la playera se ve bien. Siempre lo hemos tomado en cuenta. Amamos mucho a nuestros fans y el hecho de que gastes tu dinero (arduamente ganado) para asistir a un concierto de Priest, nos hace querer darte el mejor show posible, y eso incluye todo, también lo que vestimos. Ya sea una chaqueta de mezclilla llena de parches o algunas de las prendas más extravagantes que creamos Ray Brown y yo. Es muy divertido.

¿Cuánto tiempo te toma estar listo para salir al escenario?
Bueno, ahora es un arte refinado. Puedo estar listo en 20 minutos, pero sólo si debo apresurarme.

Eso es exactamente el tiempo que Dolly Parton me dijo que requiere ella para alistarse.
¿Ah, sí? Bueno, ahí está. Dolly y yo tenemos algo. Bendita seas, Dolly. Es un ícono legendario viviente. Un ser humano maravilloso. Alguien más con quien me gustaría hacer un dueto además de Dolly Parton es Michael Bublé.

Y ella está muy relacionada con movimientos filantrópicos, lo cual es maravilloso. Ya que estamos por terminar, ¿hay alguna causa en particular con la que estés involucrado o que quisieras subrayar aquí?
Ahora mismo no hay nada en realidad; sólo presto mi voz a todo el elemento de aceptación y consciencia. Como dije antes, no se puede hablar suficiente de estas virtudes tan importantes en la vida para todo el mundo, pero en particular para personas como yo mismo en la comunidad LGBTQ. A veces me gusta pensar que llevas el mensaje en tu música, cosa que he hecho mucho en mi trabajo con Priest. Cuando hablo de superar las dificultades en la vida, no es sólo para la comunidad heterosexual, es para todo el mundo. Es importante saberlo. Estoy ahí para ustedes, amigos; cualquier cosa que necesiten que haga, lo haré por ustedes.

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