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Sexo

100 formas sencillas de hacer la vida más fácil a las mujeres

Tenemos más, si hace falta.
Imagen vía Stocksy.  

Todos los años, el 8 de marzo me levanto con un aluvión de tuits de hombres que me desean un “¡Feliz Día de la Mujer!”.

Y todos los años me sorprendo a mí misma pensando: Muy bien, gracias, pero ¿eso es todo? ¿Ese es todo el apoyo que me vas a dar en defensa de la igualdad de géneros? ¿Para todo el año? La intención se agradece, pero creo que se queda muy corta cuando las mujeres en España cobran un 30 por ciento menos que los hombres, en 2017 44 mujeres fueron víctimas mortales de la violencia machista y que la discriminación de las mujeres negras en España es una realidad.

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Así que, para asegurarnos de que los hombres no se despisten, hace unos años empecé a elaborar una lista de cosas sencillas que los hombres pueden hacer para mostrar su apoyo a la igualdad de género de una forma significativa. Cada año, publicaba la lista en las redes sociales y, poco a poco, otras mujeres contribuyeron con sus sugerencias, haciendo crecer la lista. Y seguramente nunca deje de crecer.

Los puntos de la lista cubren muchos ámbitos de la vida —desde el hogar a la forma en que interactuamos con desconocidos o el lenguaje que usamos— pero no pretende ser de ningún modo exhaustiva. A continuación incluyo 100 entradas de los varios cientos que he ido recopilando.

A los hombres que estén leyendo esto: es posible que ya hagáis algunas de las cosas de la lista y no estéis en posición de hacer otras, pero creo que un buen ejercicio para empezar podría ser leer la lista entera. Y recordad: estas sugerencias se aplican todo el año, no solo las 24 horas al año dedicadas a la mitad de la población del planeta.

  • Antes de explicar algo a una mujer, párate un segundo y plantéate si puede que ya sepa lo que pretendes explicarle. Incluso puede que sepa más que tú sobre el tema.

  • Relacionado con el punto anterior: nunca jamás intentes explicarle a una mujer qué es el feminismo.

  • Las mujeres transexuales son mujeres. Repite esto hasta el día de tu muerte.

  • RESPETA LOS PRONOMBRES QUE USA LA GENTE. No es tan complicado.

  • Recuerda que hay mujeres gordas y que no todas están intentando adelgazar. Trátalas con respeto.

  • Es más: nunca hagas comentarios sobre el cuerpo de una mujer.

  • Sé amable con las mujeres que trabajen en atención al cliente.

  • Confía en las mujeres. Si te enseñan algo, intenta contener la necesidad de comprobar su veracidad. Y no lo busques en Google delante de ellas.

  • No apliques un doble rasero en…nada. Nunca.

  • POR LO QUE MÁS QUIERAS, CIERRA LAS PIERNAS CUANDO VAYAS EN TRANSPORTE PÚBLICO.

  • ¿Quieres definir a una mujer de forma positiva? Di que tiene talento, que es inteligente o divertida. No digas que es preciosa, ni dulce ni mona.

  • Cuida tu lenguaje cuando hables de las mujeres. Evita términos como “irracional”, “dramática”, “mandona” o “pesada”.

  • No pienses: Pues si así es como describo a los hombres, también. A) Probablemente no lo hagas; B) Si lo haces, es para criticarlos por actuar como las mujeres.

  • ¿Te gustan las mujeres latinas “con carácter”? ¿Las mujeres negras “fuertes”? ¿Las asiáticas “misteriosas”? Pues deja ya el tema. Cómprate un libro de feminismo descolonial y léetelo.

  • Deja de llamar a las mujeres “peleonas” No necesitamos una palabra especial para decir que una mujer tiene su propia opinión formada.

  • Muestra reconocimiento por los méritos de una mujer cuando la presentes. “María es encantadora” es mucho menos útil que “María domina muchísimo de arquitectura”.

  • Piensa en cómo describes a las mujeres jóvenes de tu familia. Deshazte en elogios por lo inteligentes y divertidas que son, no por ser guapas y complacientes.

  • Analiza cómo hablas de las mujeres que te atraen. Las mujeres gordas, mayores, queer, trans y poderosas no son tu “pecado inconfesable”.

  • Aprende a alabar a una mujer sin demonizar a otras. “No eres como las demás” no es un cumplido. Yo quiero ser como las demás porque las demás son increíbles.

  • Comparte obras escritas por mujeres. No las copies en tu muro de Facebook para demostrar lo listo o avispado que eres. Te garantizo que la autora ya lo dijo mejor en su momento.

  • Compra tampones y compresas y dónalas a un refugio para sintecho.

  • ¿Qué porcentaje de lo que estás leyendo / escuchando / viendo ha sido obra de mujeres? Busca el equilibrio de género en tu estantería.

  • ¿Te sientes orgulloso de lo equilibrada que está tu estantería? ¿Contiene alguna obra de una mujer de color, trans, queer o discapacitada? ¿O de mujeres pobres? Procura que sea interseccional.

  • No consumas medios que menosprecien las experiencias de la mujer, fomenten la violencia hacia ella o la excluya directamente. Y no basta con rechazarlos: tienes que contribuir activamente a que no se difundan.

  • Presta atención a las historias con personajes femeninos y sus matices. Será interesante, ya verás.

  • Si cuentas cuentos a un niño o una niña, prueba a cambiar los géneros de los protagonistas.

  • Mira deportes de mujeres.

  • Deja de apoyar a clubes deportivos, instituciones y empresas que protejan y den trabajo a violadores o maltratadores.

  • Deja de hablar maravillas de Woody Allen. Me da igual que el tipo cague oro. Búscate a alguien a quien no hayan acusado de maltrato para adorarlo.

  • Es “General Leia”, no princesa.

  • Asigna a mujeres papeles escritos para hombres. Nosotras también sabemos cómo gobernar un reino, ir a la guerra, ser, no ser y esperar a Godot.

  • Paga por el porno que consumes.

  • Reconoce que el trabajo sexual es trabajo. Defiende a las trabajadoras sexuales y alíate con ellas y evita hablar en su nombre.

  • Comparte noticias políticas tanto de mujeres como de hombres. Tal vez las primeras no sean tan accesibles y tengas que indagar para encontrarlas.

  • Empieza a entender que nunca se ha tratado de un tema de “ética periodística".

  • Procura hablar menos en reuniones y deja que tus compañeras también aporten su opinión. Si eres tú quien dirige la reunión, asegúrate de que las mujeres tienen las mismas oportunidades de expresarse que los hombres.

  • Si una mujer tiene una idea brillante, díselo. No repitas lo que ha dicho y te atribuyas tú el mérito.

  • Promociona laboralmente a las mujeres. Su forma de liderazgo puede ser diferente a la tuya y eso probablemente sea positivo.

  • Contrata a mujeres con el mismo sueldo que los hombres, aunque no te lo pidan.

  • Facilita a las mujeres con personas a su cuidado la conciliación de la vida laboral con sus otras responsabilidades.

  • Si conoces a un hombre y una mujer en el trabajo, no supongas que el hombre es el jefe.

  • Si alguien presupone equivocadamente que tienes más experiencia que una compañera, corrígele y deja que sea ella la que tome las riendas del asunto.

  • Prepara unos cafés para los compañeras de la oficina.

  • Lava las tazas al acabar.

  • Si te das cuenta de que solo se presentan hombres para un puesto de tu empresa, vuelve a redactar el anuncio para que las mujeres se sientan más invitadas a presentar su solicitud.

  • Asegúrate de que hay mujeres entre las personas encargadas de hacer entrevistas.

  • Dile a tus compañeras cuál es tu sueldo.

  • Procura que en los eventos que organices haya servicio de guardería.

  • No organices reuniones a la hora de llevar a los niños a la escuela.

  • Si estás a cargo de un grupo, asegúrate de que el dolor menstrual y la cistitis se reconozcan como motivos válidos para solicitar una baja.

  • Si tu jefa (o madre o profesora) es muy estricta, no es una “zorra”. Madura un poco.

  • Cuenta con que una mujer haga lo que dice en su contrato, no todas esas cosas que tú eres incapaz de hacer.

  • Niégate a participar en una junta en la que no haya ni una mujer.

  • En una sesión de ruegos y preguntas, levanta la mano SOLO SI TIENES UNA PREGUNTA. Los demás no están ahí solo para escucharte a ti.

  • Si tienes amigos o familiares que ofenden o discriminan a las mujeres de otras razas, siéntate con ellos y explícales por qué deben dejar de hacerlo (esto también va para las mujeres blancas).

  • Si tienes amigos o familiares que ofenden o discriminan a personas trans o no binarias, siéntate con ellos y explícales por qué deben dejar de hacerlo (esto también va para las mujeres blancas).

  • Si ves que hay mujeres con la mano alzada para hablar, baja la tuya. Esto puede ser una metáfora de muchas cosas. Piensa en ello.

  • Educar a una hija feminista implica que va a estar en desacuerdo contigo. Y además seguramente la razón la tenga ella. Debes sentirlo como un orgullo, no como una amenaza.

  • Enseña a tus hijos a escuchar a las chicas, a respetar su espacio, a creerlas y a ensalzarlas.

  • Padres: comprad tampones a vuestras hijas, preparadles bolsas de agua caliente, lavad sus sujetadores. Enseñadles que no hay nada en su cuerpo de lo que deban avergonzarse.

  • Ah, y padres: no intentéis plancharles los sujetadores. Este es un error que solo cometeréis una vez.

  • Analiza cómo están distribuidas las tareas domésticas en tu casa. ¿Quién limpia, cuida de los niños, organiza y calcula el presupuesto para las compras básicas? Hijos de la casa, esto va por vosotros también.

  • Aprende a hacer bien las tareas domésticas. “Es que yo lo haría mal” no es una excusa.

  • No vuelvas nunca más a hacer comentarios sobre lo que tardan las mujeres en prepararse para salir. ESTAMOS INTENTANDO CUMPLIR CON LAS ABSURDAS EXPECTATIVAS DE UN SISTEMA DEL QUE OS BENEFICIÁIS.

  • Desafía a los patriarcas de tu grupo religioso que toleran la opresión de la mujer.

  • Desafía a los patriarcas de tu movimiento secular que toleran la opresión de la mujer.

  • Respeta las elecciones religiosas de las mujeres. No te hagas el liberador simplemente para poder criticar sus creencias.

  • Piensa en quién reserva tus vuelos, organiza tus reuniones, las fiestas de Navidad y se encarga de comprar tarjetas de felicitación. ¿Es una mujer? ¿A que sí?

  • Y si resulta que de todo eso te encargas tú, un hombre, ni se te ocurra hacérmelo saber para colgarte la medalla.

  • Evalúa la labor emocional que esperas que hagan las mujeres. ¿Recurres a las mujeres de tu entorno en busca de apoyo emocional y no les das nada a cambio?

  • Recuerda que amar a tu madre / hermana / novia no es lo mismo que renunciar a tus privilegios en beneficio de la igualdad de géneros. Y que la desigualdad de géneros se extiende más allá de tu entorno social directo.

  • No des por sentado que a todas las mujeres les atraen hombres.

  • No des por sentado que una mujer en un espacio público querrá hablar contigo solo por estar en un espacio público.

  • Si una mujer te cuenta que la han violado, agredido o maltratado, no le pidas pruebas. Pregúntale cómo puedes ayudarla.

  • Si ves que un amigo o compañero se comporta de forma inapropiada con una mujer, házselo ver. Sobrevivirás al momento de incomodidad, de verdad.

  • Repite conmigo: Un. Hombre. Siempre. Es. Responsable. De. Sus. Actos.

  • No camines demasiado cerca de una mujer por la calle, de noche. Es muy probable que la asustes.

  • Si ves que un desconocido está siguiendo o molestando a una mujer, quédate cerca para asegurarte de no corra peligro.

  • Esto no haría falta decirlo: no lances piropos a las mujeres en la calle. Ni en ninguna otra parte.

  • Si eres un hombre queer, ten en cuenta que tu sexualidad no te impide ser un misógino en potencia.

  • Si eres un hombre queer, ten en cuenta que tus amistades queer o no binarias pueden no sentirse cómodas en un espacio dominado por hombres, aunque estos sean también queer.

  • No pasa nada por tener amigas sin que haya nada sexual de por medio. El rollo friend zone es una chorrada. No te debemos nada sexualmente hablando.

  • Recuerda que hay situaciones no sexuales en las que puede que tampoco cuentes con el consentimiento de la mujer, como cuando persigues a una mujer que no está interesada en ti o cuando das un abrazo forzado a una compañera de trabajo.

  • Apoya a las mujeres sexualmente positivas, pero no esperes que se acuesten contigo.

  • Entiende que una mujer conoce muy bien su propio cuerpo. Si te dice que hay partes de tu repertorio sexual que no le gustan, no intentes convencerla de lo contrario.

  • Intenta ser receptivo a las señales no verbales de las mujeres, sobre todo en lo referente al sexo. Si nos mostramos incómodas, por algo será.

  • No está bien intentar convencer a una mujer de que practique sexo contigo. NUNCA. Mejor vete a casa.

  • Lo mismo se puede aplicar a intentar convencer a una mujer de hacerlo sin condón. Vete a casa y mastúrbate.

  • ¿Has preñado por accidente a una mujer que no quiere tener el bebé? Un aborto cuesta dinero. Paga la mitad.

  • Has penetrado a una mujer sin condón por accidente. El plan B es caro. Págalo entero.

  • Hazte pruebas de ITS regularmente. No esperes a que te lo pidan.

  • Analiza tu opinión sobre el aborto y luego métela en una caja porque, sinceramente, es totalmente irrelevante.

  • Ten en cuenta que las mujeres discapacitadas son personas íntegras y con necesidades sexuales. Escúchalas y respétalas.

  • Has de entender que no todas las mujeres tienen la menstruación o vagina.

  • No muestres incredulidad cuando una mujer manifiesta dolor. La menstruación es dolorosa. La endometriosis existe. Y los ovarios poliquísticos, el dolor vaginal y la cistitis. Son todos trastornos reales. La histeria no lo es.

  • Si una mujer sangra sobre ti sin querer, haz lo posible por mantener la calma.

  • Presiona a los cargos electos para que implementen un programa de educación sexual de calidad.

  • Enaltece a las mujeres negras e indígenas siempre que tengas oportunidad. No hay excusas para no hacerlo.

  • Nunca asumas que sabes lo que se siente.

  • En general, escucha a las mujeres. Escúchanos y créenos. Es el único punto de partida si realmente quieres que tengamos un “Feliz Día de la Mujer”.

Este artículo apareció originalmente en Broadly, nuestra plataforma dedicada a las mujeres.