Los adulterantes más comunes en las drogas de la CDMX

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Los adulterantes más comunes en las drogas de la CDMX

El 50 o 60 por ciento de las muestras analizadas no contienen la sustancia esperada, y el 75 por ciento de las muestras se encuentran adulteradas.

El prohibicionismo como modelo político no ha tenido el resultado esperado. No hay registro de una disminución en la producción, distribución o uso de sustancias psicoactivas en los últimos 20 años. El Reporte Mundial de Drogas del 2017 (WDR, UNODC) señala que existen 183 millones de usuarios de cannabis, 17 millones de usuarios de cocaína y 37 millones que usan anfetaminas o estimulantes de prescripción. También muestra que en el 2012 se registraron 200 Nuevas Sustancias Psicoactivas y que para el 2016 habían 483 reportadas. Estos datos indican, claramente, que el modelo mencionado no ha cumplido con los objetivos planteados y que se deben implementar nuevas estrategias y políticas alrededor del fenómeno de sustancias psicoactivas.

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A la par, organizaciones de la sociedad civil en diferentes partes del mundo han trabajado desde hace más de diez años con una propuesta con perspectiva de derechos humanos y reducción de riesgos y daños para abordar el tema del consumo de sustancias psicoactivas. La estrategia consta de proveer a la persona usuaria de sustancias psicoactivas información basada en evidencia confiable y objetiva sobre los efectos, dosis y riesgos de las drogas. Esto permite a la persona usuaria tomar una mejor decisión sobre su consumo. Un modelo que permita acercar información sobre las sustancias psicoactivas y estrategias de autocuidado a la persona usuaria tendrá un impacto positivo, mitigando en gran porcentaje, los riesgos y daños asociados al consumo de sustancias psicoactivas.


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Los servicios de análisis de sustancias implementados por organizaciones de la sociedad civil en diferentes ciudades del mundo ofrecen la posibilidad de dar información sobre el contenido de una muestra analizada. Por medio de técnicas y ensayos químicos, organizaciones como Energy Control (España), Échele Cabeza cuando se dé en la Cabeza (Colombia), y el Programa de Análisis de Sustancias (México) implementan esta estrategia de manera gratuita en festivales o jornadas de análisis con el fin de conocer la composición de las drogas que adquiere una persona y tener una mejor experiencia.

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Desde el 2014, el Programa de Análisis de Sustancias (P.A.S.) ha participado en diferentes festivales de la Ciudad de México y sus alrededores realizando intervenciones de reducción de daños, como la entrega gratuita de dípticos con información sobre drogas legales e ilegales, entrega de condones y popotes para inhalación segura, además del servicio de análisis de sustancias. El análisis de sustancias también ha servido como apoyo en otros trabajos de investigación de otras organizaciones de la Ciudad de México, por ejemplo en un estudio sobre cocaínas fumables y crack que fue realizado hace cinco años.

A lo largo de estos años, los resultados encontrados han mantenido una característica: el 50 o 60 por ciento de las muestras analizadas no contienen la sustancia esperada por el usuario, y el 75 por ciento de las muestras se encuentran adulteradas. Esto indica una problemática alrededor del uso de sustancias psicoactivas, ya que los riesgos a la salud aumentan al consumir una sustancia adulterada o sustituida. A partir de los resultados mencionados se puede concluir encontrar una sustancia psicoactiva sin adulterantes es muy difícil en la CDMX.


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El LSD es un psiquedélico con efectos muy potentes, pero con muy baja toxicidad y muy utilizado en festivales de música electrónica y raves. Sin embargo, desde hace mas de cinco años han aparecido sustitutos de LSD en los secantes, principalmente. Esto quiere decir que las muestras analizadas no contienen LSD; en su lugar hay nuevas sustancias psicoactivas que suelen ser compuestos derivados de feniletilaminas o triptaminas, como N BOME, 2CC, 2CB o compuestos de esta misma familia, DOB, DOI, etcétera.

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Análisis colorimétrico MDMA.

Estos compuestos tienen efectos similares al LSD, pero su toxicidad es mucho más alta, tienen un sabor amargo y el tiempo de efecto puede superar las 12 horas. En los análisis que se han hecho en la ciudad, se ha encontrado que el LSD está sustituido principalmente por N BOME, en menor proporción por 2CC, 2CB o 2CE, y en un porcentaje más bajo no ha sido posible identificar qué contenían las muestras.

En la categoría de los estimulantes, los resultados del análisis que se ha hecho a muestras de MDMA pueden dividirse en dos grupos, MDMA sustituido y MDMA adulterado. En el primer grupo se ha encontrado que las pastillas, cristal o polvo que se esperaba contuviera MDMA estaba compuesto en su totalidad por MDA, metanfetamina o anfetamina, y en menor proporción de las muestras no se pudo identificar el contenido, ya sea porque la sustancia no fue identificada o la muestra no contenía ninguna.

El segundo grupo, MDMA adulterado, mostró una gran gama de resultados. Se han encontrado muestras que contienen MDMA con metanfetamina, MDMA con anfetamina, MDMA con cafeína, MDMA con paracetamol. En la mayoría de los casos contaba con dos o más adulterantes, por ejemplo MDMA con metanfetamina y cafeína, MDMA con metanfetamina y paracetamol o MDMA con metanfetamina y una nueva sustancia psicoactiva. La adulteración del MDMA se debe a que se desea potencializar su efecto estimulante, por medio de otras drogas del mismo tipo como la cafeína. Por otro lado, se utilizan analgésicos como excipiente para aumentar el tamaño del polvo o la pastilla.

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En un tercer caso, también se ha identificado MDA con cafeína, MDA con metanfetamina o metanfetamina con cafeína; estos últimos resultados son lo que generan mayores riesgos a los usuarios, ya que no están consumiendo la sustancia deseada, además de estar consumiendo dos estimulantes que por sí solos tienen una mayor toxicidad que el MDMA.

En las muestras de cocaína, se ha encontrado que está adulterada con levamisol, un desparasitante veterinario. La cocaína es cortada (mezclada) con levamisol porque supuestamente potencia los efectos estimulantes. También se han encontrado muestras que contienen cafeína con el mismo objetivo. Además contiene lidocaína o anestésicos locales como excipiente para aumentar el volumen del polvo y tener la sensación de adormecimiento al probarla en la boca.

El modelo prohibicionista y de fiscalización de sustancias para abordar el fenómeno de consumo de drogas ha llevado a la diversificación del mercado. En los últimos años por medio de los servicios de análisis de drogas se ha logrado identificar un aumento en la variedad de las Nuevas Sustancias Psicoactivas (NSP). Estas sustancias pertenecen a diversos grupos químicos que fueron desarrollados en un inicio en la época de los años sesenta pero han salido a la venta en los últimos años.

Este mercado es muy volátil. Las NSP aparecen rápidamente y luego desaparecen. Son vendidas como sustancias tradicionales o ya conocidas. Además, su producción y distribución es muy barata, debido a que algunas todavía no están en las listas de fiscalización, por lo que también existe un fácil acceso a estas sustancias. El mercado, disponibilidad, fabricación y demanda de estas es cada vez mayor. Sin embargo, la investigación es muy limitada y en algunos casos no se ha caracterizado en su totalidad el nuevo producto elaborado, por lo que no se puede determinar la toxicidad o dosis letales de este tipo de sustancias.

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Análisis colorimétrico de sustancias.

En México, estos análisis de sustancias se utilizan únicamente en las incautaciones para determinar el contenido del cargamento encontrado, cuando esta tecnología debería estar enfocada y dirigida a resolver las necesidades de salud de la población. Por ejemplo, en países como Colombia, España y Suiza los servicios de salud basados en la filosofía de reducción de riesgo y daño —como los servicios de análisis de sustancias— los provee el gobierno y son gratuitas para la ciudadanía, pero ejecutadas por sociedad civil. Adicionalmente las salas de emergencia, laboratorios y hospitales están al tanto de las diferentes reacciones físicas que presentan las personas usuarias de drogas al llegar al servicio médico.

La coordinación entre todos los actores involucrados en la atención al consumo, en donde el gobierno adopta una perspectiva de salud y respeto a los derechos humanos, ayuda a disminuir notablemente el número de intoxicaciones y sobredosis por el uso de sustancias psicoactivas. Colombia y Suiza han mostrado en diferentes informes el impacto de estas estrategias dirigidas a mejorar la salud de las personas usuarias de sustancias psicoactivas que impactan directamente en la mejora del contexto de uso y la disminución de sobredosis y contagios de VIH y hepatitis. Los registros del sector salud muestran una disminución en el ingreso de personas con algún tipo de intoxicación por sustancias psicoactivas, además de mostrar un impacto positivo hacia la salud de las personas usuarias mediante la promoción de cambio de hábitos de consumo, prácticas menos riesgosas y, cuando la persona así lo desea, se le acompaña en un proceso para cesar el consumo o reemplazar sustancias con alta peligrosidad por sustancias menos peligrosas.

A nivel social, también se genera un impacto positivo. Las personas no usuarias de sustancias psicoactivas se enteran que los servicios de análisis de sustancias son parte de una estrategia de salud gubernamental, donde el gobierno asume la responsabilidad de ofrecer diferentes opciones para resolver las problemáticas que puedan enfrentar las personas usuarias de drogas.

El Programa de Análisis de Sustancias ofrece una estrategia que promueve un cambio de paradigma para abordar el fenómeno de drogas en México, partiendo de información basada en evidencia científica, sin tintes morales y con perspectiva de derechos humanos. El P.A.S tiene la función y objetivo de proveer un servicio de salud que no existe en México, ya que la estigmatización y marginación de las personas usuarias las aleja de los servicios de salud, por lo que las personas no tienen la confianza de hablar sobre sus consumos para evitar los efectos negativos sociales y jurídicos.

Fany y Miguel forman parte del Programa de Análisis de Sustancias. Para más información visita su página de Facebook o síguelos en Instagram.