John Gourley y Zach Carothers despedazan la discografía de Portugal. The Man

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Música

John Gourley y Zach Carothers despedazan la discografía de Portugal. The Man

El par fue despiadado y crítico con sus siete primeros discos.

Con una prolífica carrera que abarca ocho discos en poco más de diez años, Portugal. The Man es una banda que de un momento a otro puede pasar de ser el estandarte de la música independiente y tocar shows secretos bajo el nombre de The Lords of Portland con el fin de reunir dinero para su crew, a ser un acto que satura las estaciones de radio con “Feel It Still” y disuelve la idea de qué tipo de banda pueden ser.

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Algo que definitivamente no es su culpa, salvo por la dedicación que John Gourley y compañía han tenido con el proyecto, desde su pasado punk en Alaska, llevándolos a trabajar con gente como Danger Mouse y adoptando una sensibilidad pop en su música que sí, finalmente los llevó a lo más alto de las listas, pero que no tiene por qué significar algo malo necesariamente.

Ya sea que pasen a la historia como la banda más importante de Portland (o de Alaska), o el one-hit wonder del 2017, su trayectoria es algo digno de analizar y qué mejor que en palabras de ellos mismos. Platicamos con los miembros fundadores de la banda para ordenar su discografía y saber qué hay más allá de sus sencillos, ademas de saber por qué Pantera tiene la culpa de que toquen covers en sus conciertos y por qué Kurt Cobain es una de sus más grandes influencias.

Noisey: Por regla de esta columna, no podemos incluir la última producción de estudio, así que Woodstock tendrá que quedarse fuera.
John Gourley: No te preocupes, de todos modos es el peor [risas].

7. Waiter: “You Vultures!” (2006)

Por los general los primeros discos suelen estar entre los favoritos de las bandas. ¿Por qué en su caso no?
Zach Carothers: No sabíamos lo que estábamos haciendo. Aún así creo que es muy bueno.

John Gourley: Mmm no, yo sí creo que nuestro primer disco es el peor. Estoy seguro. Justo porque no sabíamos lo que estábamos haciendo, que eso también puede traer muchas cosas buenas.

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Zach: Dude, podíamos romper todas las reglas [suspira exageradamente].

John: La gente lo ve como un disco experimental y literalmente lo es. Hay muchas cosas muy bellas ahí pero sin la consistencia o las transiciones apropiadas que se necesitan para poder decir que eres un compositor.

Zach: También las técnicas adecuadas de grabación. Grabamos todo el disco con un micrófono para snare, sentados en un sillón, o acostados a veces, con una sola bocina, grabando samples con herramientas sin saber cómo grabarlos adecuadamente.

John: Sí, hicimos bastantes cosas muy interesantes pero en realidad no sabíamos qué hacíamos. Si hubiéramos tenido un poco más de idea habría sido un disco muy distinto.

Pero aún así es el peor.
John/Zach: Seguro.

John: O sea, no es terrible pero al mismo tiempo sí, un poco. Es lindo escucharlo a veces pero sí nos faltaba mucho por aprender.

6. Censored Colors (2008)

¿Cuál seguiría en la lista?
John: Creo que Censored Colors es mi menos favorito, de hecho.

Zach: ¿En serio?

John: Claro. Era yo tratando de tocar acordes y aprendiendo a escribir canciones. Además de que lo escribimos y grabamos en dos semanas. No tuvimos mucho tiempo para editarnos a nosotros mismos o perfeccionar el sonido que queríamos lograr.

Zach: Que a mí justo eso se me hizo algo salvaje y valiente. Al menos yo me siento orgulloso de esa decisión. Teníamos un hueco de dos semanas en la agenda de nuestro tour y sólo una canción lista, o la idea de una canción, pero decidimos hacerlo. Fueron dos semanas de ver básicamente a John escribiendo letras y acordes que luego iba y se los mostraba a alguien más para que llenara los huecos. Fue una mierda muy enferma.

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John: Estábamos volando en mota todo el tiempo.

Zach: No dormíamos nada. Estuvimos durmiendo como sardinas en un sótano en Seattle, que es terriblemente frío. Además nos estábamos congelando porque la cabina para las voces era el cuarto del calentador, entonces teníamos que apagar la calefacción de la casa para poder grabar. En invierno. En Washington. Y John estaba cantando todo el tiempo por lo que no había calefacción en todo el día. La solución era traer chamarras enormes en un espacio muy pequeño, súper drogados todo el tiempo, y creo que eso resume el disco. Fue muy divertido y eso que es nuestro segundo peor.

5. American Ghetto (2010)

No me quiero imaginar qué pasó con el siguiente.
John: Justo escogí American Ghetto porque fue una situación muy similar. Aprendí mucho trabajando en él. Fue mucho aprender a samplear, a hacer cosas que no habíamos hecho antes, pero básicamente soy yo solo por diez días intentando hacer cosas nuevas. Y eso es lo que me gusta de este disco. Es una instantánea exacta de lo que estaba haciendo en el invierno de 2009.

Es curioso que haya venido después de The Satanic Satanist, uno de sus discos más aclamados. ¿Creen que les pasó lo que a muchas bandas después de un gran disco?
Zach: Es extraño porque en realidad son como álbumes hermanos. The Satanic Satanist es muy colorido, con canciones muy felices. Muchas de ellas hablan de nuestra infancia creciendo en Alaska, toda la magia que hay detrás de eso, y luego American Ghetto hablaba más de los años de adolescentes y darte cuenta de todas las cosas oscuras que suceden en los pueblos pequeños de Estados Unidos. Fue un disco mucho más oscuro. Y salió bastante bien pero creo que al mismo tiempo por eso no nos gustó tanto.

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4. Evil Friends (2013)

A ese ritmo no sé si alguno les haya gustado. ¿Cuál seguiría?
John: Creo que esto va a ser bastante controversial pero yo diría que Evil Friends.

Zach: ¿¡Qué!? Eso sí no lo esperaba.

John: Sí. Y nuevamente es porque fue un disco que hicimos entre giras. Claro, teníamos a Danger Mouse, que es impresionante, creo que es el mejor, o uno de nuestros mejores discos en cuanto al sonido; pero estábamos moviéndonos por tantos lados que no pudimos enfocarnos en nuestras ideas realmente. No pudimos editar mucho las canciones una vez que salieron. Solo quedaban, se grababan, y así es como tenían que ser. Creo que si hubiéramos tenido más tiempo, definitivamente sería nuestro mejor disco, pero queríamos hacer demasiadas cosas a la vez.

Zach: Terminamos dos canciones el último día de grabaciones.

John: “Modern Jesus” y no recuerdo cuál otra.

Zach: Y literalmente estábamos terminando la sesión a las 3 o 4 de la mañana porque teníamos que salir de gira al día siguiente y fue… Sí, es cierto. En verdad amo ese álbum pero definitivamente no pudimos mantener nuestras cabezas en él. Teníamos que cambiar de mentalidad de un día al otro, entre estar en el estudio y estar de gira, de un lado a otro, y no creo que nuestros cerebros estuvieran al 100% en algún punto.

Teníamos como un jetlag artístico que ni siquiera sabía que existía hasta que nos pasó. Pero aprendimos mucho. Prácticamente con cada disco hemos aprendido qué NO hacer, que es igual de importante.

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John: Si puedes reconocer qué es lo que no deberías de estar haciendo, entonces vas bien. Esa es la parte más difícil de identificar. Lo vemos todo el tiempo con amigos que van empezando y siguen siendo un caos y pensamos “¿cuándo entenderán que llegar al estudio y orinar en una esquina, tirarte en una mesa, romper botellas de vino, no es el camino más rápido para llegar a las ideas que quieres tener?” Eso lo terminamos de aprender con este disco.

3. Church Mouth (2007)

Pero que aún así ya lo tenían relativamente claro desde su segundo disco.
John: En realidad Church Mouth tendría que ir más abajo en la lista, pero fue el resultado de nuestra gira en Alemania y el vernos forzados a perfeccionar lo que habíamos hecho en nuestro primer álbum. Fuimos para allá y no teníamos idea de lo grande que había sido Waiter: “You Vultures!”. Había sido nombrado el mejor disco del mes por la revista VISIONS, y el segundo mejor del año, entonces llegamos a tocar en foros con localidades agotadas, como headliners, y era algo que nunca habíamos hecho.

Zach: Nunca habíamos tocado más de 35 minutos y de repente en Alemania nos preguntaban si podíamos tocar una hora y 45 minutos. Sólo decíamos: “Supongo. Aquí tenemos nuestros instrumentos”.

“Podemos tocar covers”.
John: Exacto [risas]. Porque de hecho sí lo hicimos. O alargábamos las canciones más de lo necesario. “Cuando llegue el puente de la canción, ustedes solo sigan tocando”. Y mientras yo me ponía a cantar lo que se me ocurriera. Muy al estilo de Ghostface Killah, lo que se me viniera a la mente en ese momento. Sólo nos dejábamos llevar por lo que estuviera pasando.

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Poco a poco eso se convirtió en estos enormes jams que nos hicieron darnos cuenta que las cosas más pesadas, en vivo, son más divertidas para nosotros. Digo, Pantera fue mi primer concierto. No puedes dejar ir esa etapa de tu vida. No hay mejor show en vivo que eso.

Zach: Ese show. Por cosas que hicieron en ese concierto es cómo planeamos nuestros setlists, cómo decidimos meter covers. Ese concierto nos cambió, definitivamente.

John: Y de ahí surgió Church Mouth. Este increíble tour en el que teníamos que tocar más de lo que podíamos para más gente de la que habíamos visto en cualquier otro lugar, con estos jams extendidos; no sé, nos hizo darnos cuenta de que queríamos grabar un álbum de rock. Yo casi no toqué la guitarra en el primer disco y quería mejorar mi técnica. Queríamos un sonido más basado en bajo, batería, retomar eso en un disco.

Zach: Sí, de alguna manera le dio forma a lo que somos y creo que salió bastante bien.

2. The Satanic Satanist (2009)

¿Cuál gana de los dos restantes?
John: Es complicado porque para mí The Satanic Satanist e In the Mountain in the Cloud están exactamente en la misma categoría. The Satanic Satanist es nuestro álbum mejor escrito. Son las mejores letras que tenemos. Y eso vino directamente del Censored Colors, donde estaba aprendiendo acordes, cómo crear adecuadamente una canción. Mientras que ese disco variaba mucho de canción a canción, con muchas ideas surgiendo, en Satanic somos nosotros analizando las cosas y diciendo: “¿Cómo escribo una canción en menos de tres minutos?” Y esa es la mierda más difícil. Sentarte y decir: “Me gustan estas dos partes. Necesito solo una”. Sin embargo, eso te facilita la estructuración de tus canciones más allá de un puente o un coro.

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También fue un disco que grabamos muy rápido, tres semanas en total, pero creo que son las mejores canciones que hemos escrito hasta ahora. Y sí fue algo que pensamos mucho más que otras veces.

Zach: También fue la primera vez que estuvimos en un estudio real. Todos estábamos muy emocionados de finalmente poder tener equipo y aparatos disponibles porque nunca lo habíamos hecho de esa forma. Fue la primera vez que usamos una mezcladora. Todo lo demás lo habíamos hecho siempre en el sótano de… Bueno, hasta la fecha casi todo siempre lo terminamos en el sótano de nuestro amigo Casey, pero estar por primera vez en un estudio real, con un productor real, fue algo increíble.

John: Además era Paul Kolderie, que había trabajado con Pixies, Radiohead, un montón de trabajos muy buenos, y que fue un experto en escoger lo que podría funcionar y decir: “Eso me gusta. Esto va a funcionar. No se preocupen por lo demás, quedémonos con esto”. Y al mismo tiempo nosotros también aportábamos y todo el proceso fue muy divertido.

1. In the Mountain in the Cloud (2011)

Pero no lo suficiente para ser su disco favorito.
John: Es curioso porque de hecho In the Mountain in the Cloud fue el disco que menos disfruté hacer. Pero estoy seguro que es nuestro mejor disco. Sin duda.

Algo que pasó con estos dos discos es que nos dimos cuenta de que nos habíamos vuelto muy bueno escribiendo canciones, y lo mejor es que eso nunca había pasado por nuestra mente. Nunca dijimos: “Hay que ser la banda más cool allá afuera”. Sólo queríamos escribir las mejores canciones. Porque para eso escuchamos música. A mí me gustan las buenas canciones. Me importa una carajo que tu mierda sea ruidosa o no. Si es buena, me va a gustar. Como Death Grips. Death Grips es la mierda más jodidamente fresca que existe. Y es por sus canciones. Es algo que rompe todas las reglas. Y eso me encanta.

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Por eso puedes encontrar la grandeza cuando tienes la oportunidad de experimentar pero también enfocarte en hacer una buena canción. En pensar: “¿Dónde está el coro?” No tiene que ser cantado. No tiene que ser melódico. Pero tiene que ser estructurado. Así es como funcionan nuestros cerebros. Con base en la repetición.

Buscamos patrones.
John: Exacto, así respondemos. Respondemos a las repeticiones en las canciones y a esas notas que escuchas y se van pero después regresan. Aun así, aunque In the Mountain in the Cloud cubría todas esas reglas básicas y nos encanta grabar, fue un dolor en el culo trabajar en este disco. Terminé odiando a todos los que trabajaron en él. Fue horrible. Pero justo por eso, por esa presión que teníamos sobre nosotros por parte de la disquera, terminamos diciendo: “Váyanse todos a la mierda. Voy a hacer lo que yo quiera. Voy a volar las bocinas que quiera y voy a hacer ese solo como a mí se me antoje”. Hicimos mucha mierda que se salía de las reglas y por lo mismo creo que es nuestro disco con el mejor sonido. Con algunas de nuestras mejores canciones. Es decir, “So American” simplemente, creo que es de nuestras mejores canciones y súper relevante hoy en día. Es un clásico atemporal [risas].

Creo que cualquier banda debería de aspirar a hacer clásicos atemporales.
John: Sin duda. Todos deberían aspirar a eso. Pero cuando haces música contemporánea sólo pensando en qué está pasando en este momento y en cómo ser cool y en cómo encajar en ese grupo, ya estás jodiendo las cosas desde un principio. Kurt Cobain se levantaba en las mañanas, se ponía su camisa y zapatos y ya era cool. Se ponía sus pantalones rotos y decía: “Voy a escribir una maldita canción” y lo hacía. No había parte de él que dijera: “Voy a ser cool”. Era solo él mismo. Puede que haya cambiado las cosas. Puede que todo mundo quisiera verse súper cool con su camisa de franela después de que lo vieron a él verse súper jefe con su camisa de franela, pero lo hacen porque vino de algo que es tan honesto, tan real, que no quedaba duda.

Y eso no pasa con nosotros necesariamente [risas]. Intentamos ser sinceros pero él ni siquiera eso intentaba. No intentaba hacer nada. Él no estaba intentando hacer beats de trap porque eso es lo que vende. Y eso es lo que los “rockeros” han malinterpretado por mucho tiempo, a diferencia del hip-hop, que lo hace muy bien. El hip-hop lo hace bien porque es storytelling. Es la misma repetición de la que hablaba. En el rock siento que la gente tiene una necesidad de cambiar la progresión de acordes, necesita cambiar el ritmo, necesita un rango dinámico muy amplio, cuando a fin de cuentas todo viene del maldito blues de tres acordes. Es cosa de aprovechar las notas y vaciar tu corazón en ellas. Eso es el folk, eso es el punk, eso es el hip-hop y ahí siguen. Querer hacer las cosas complicadas sólo porque sí no te va a volver más relevante.

Eso es lo que intentamos con cada disco pero creo que aquí es donde mejor lo hemos logrado hasta ahora.

Totalmente de acuerdo. Esperemos que vengan más clásicos.
John: Nosotros también.

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