Esto es lo que pasa cuando un polígamo sale con un monógamo
Fuente: Shutterstock | Art por Noel Ransome.e

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Sexo

Esto es lo que pasa cuando un polígamo sale con un monógamo

Una colección de historias épicas sobe el amor, el sexo y la devastación.

Es lógico pensar que una persona monógama no consideraría salir con un polígamo. Después de todo, parece ser un cantidad innecesaria de drama para quien tiene claro que quiere a una sola persona. Sin embargo, a pesar de ese primer instinto, hay mucha gente que sí está dispuesta a hacerlo.

Salir con alguien que no coincide contigo en el espectro poli-monógamo puede claramente significar la renuncia a deseos que quizás consideraste parte importante de quien eras, conversaciones constantes sobre sensibilidades individuales y sobre sentimientos heridos. Pero lo mismo puede pasar cuando sales con alguien con posturas políticas opuestas a las tuyas o con metas de vida incompatibles con las propias.

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VICE se puso en contacto con personas que han vivido relaciones poli-monógamas para ver cuáles han sido o fueron sus más grandes retos y cómo han logrado sobrellevar una relación con una pareja amorosa con expectativas en el amor distintas a las de propias.

Poli, pero con vida monógama (mayoritariamente)

El acuerdo actual es que yo soy poli y él es mono; puedo sostener relaciones emocionales, pero nada físico. Llegamos a esta conclusión después de muchas horas de comunicación y unas cuantas discusiones. Él supo que yo era poli desde el día uno. Ha sido todo un proceso llegar hasta donde estamos. Todavía soy muy cercana a mi expareja y ocasionalmente los tres salimos a parchar. Esto último le tomó tiempo.

Para mí, el reto más grande ha sido la comunicación y la lucha constante por satisfacer mis deseos. En mi caso, el lenguaje para comunicar el amor es el físico, así que no ser capaz de expresarle mi amor a mis parejas emocionales ha sido difícil. He tenido que aprender otras maneras de conectarme emocionalmente con ellos. El reto más grande para él ha sido comprender los porqué y los cómo detrás de la poligamia.

Escogí vivir en monogamia con mi novio después del fiasco que produjo una decisión mía que lo afectó fuertemente. Mi pareja emocional no podía continuar con la relación tal y como estaba y mi novio también estaba firme en su posición. No quería amenazar el futuro de la relación con mi novio ni quería hacer esperar a mi pareja emocional hasta que él aceptara que las relaciones emocionales a veces devienen físicas. Decidí terminar con mi pareja emocional para no ser injusta ni con él ni con mi novio. Ha sido difícil y continúa siéndolo, pero es lo que hay. He llegado a la conclusión de que si bien amo las relaciones poli amorosas, siempre busco la seguridad que ofrece una relación monógama. Mi novio me da eso y otro poco. Él sabe que siempre amaré a otras personas pero acepta mis lazos emocionales. Ha recorrido un gran camino en estos seis meses y cada vez lo siento más tranquilo.

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Ha habido ocaciones en las que me siento atrapada, pero una buena charla usualmente ayuda a disipar ese sentimiento. Últimamente he estado desmoralizada porque mi exnovio se muda por circunstancias de la vida y el deseo de compartir una última noche con él se ha hecho más fuerte.
– Brittany, 27.

Una segunda oportunidad tardía

Mis dos compañeras son mono: mi esposa de hace 17 años y mi prometida de hace 15 meses. Siempre he sido poli, pero descubrí que había un concepto para esto hasta hace 10 años. Antes pensaba que era simplemente diferente.

Mi esposa siempre ha vivido en la zona rural conservadora de Sur Dakota y Minnesota. Siempre fue difícil lograr que hablara conmigo al respecto. Ambos por fin logramos leer juntos Opening up y Ethical Slut, discutiendo cada párrafo mientras desarrollábamos la lectura. Al principio mi esposa no creía que fuera posible que yo encontrara a otra pareja que estuviera dispuesta a aceptar mis condiciones.

En marzo de 2011, conocí a alguien también mono. Después de la segunda cita se retiró en llanto diciendo que no podría ser la "otra mujer". En mayo arrolló su VUD de tal manera que debió haber muerto. Cuando salió del hospital me llamó —primera vez que lo hacía— y me pidió que fuera a verla. Tuvimos una tercera cita y le dije que creía importante que ella y mi mujer se reunieran y discutieran ciertas cosas sin mí. Lo hicieron. Ella y yo fuimos pareja por los siguientes cuatro años. En julio de 2015, cuando la recogí en la casa de sus padres y nos dirigíamos a Spokane, sacó un anillo y me prometió pasar el resto de su vida conmigo. Cuatro días después murió recostada en el sofá de su casa a los 48 años.

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Dos meses después, mi esposa y yo fuimos de Dakota del Sur a Spokane. Ella perdió el control de su moto al coger una curva a 112 kmh y ahora está parapléjica. Los siguientes nueve meses fueron horribles para mí; ella en cambio los consideró encantadores porque me tenía sola para ella.

En junio de 2016 conocí a Mary. Ella y mi mujer se conocieron hace 20 años, incluso antes de que yo conociera a mi esposa. Mary y yo empezamos a salir y encontramos estar hechas la una para la otra. Mi mujer aprecia a Mary, y Mary la adora. (A mi esposa no le agradaba mi antigua prometida).

Le pedí a Mary ser mi compañera de vida en octubre pasado. Ahora lleva mi anillo de compromiso. Esperamos que Judy [la esposa] participe de la ceremonia de compromiso. Judy todavía desea que yo sea monógamo, es su más grande sueño. Mary está perfectamente a gusto compartiéndome con Judy, a quien considera una hermana esposa.
– Mike, 59.

Una historia de amor Juggalo

La conocí en un chat juggalo de Yahoo hace 14 años. Hablamos por chat, por teléfono y vía webcam por seis meses. Me compró un tiquete de avión para que volara a San José, California. Nos mudamos juntos el mismo día que llegué de viaje. Estábamos bien, pero teníamos problemas. Sobre todo cuando me engañó con su exnovio. Ella después puso sus cosas en orden y terminó su cuento con él.

Hace cuatro meses un ex le envío un mensaje en Facebook. Él después me escribió "mi mujer y yo somos poli".

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Reconozco que antes de que pasaran estas maricadas nuestra sexualidad estaba muerta, pero luego pasé de follar una vez por semana a nueve veces al día. Me dolía la verga. Pasé de arrecharla de 0 a 1000.

Un día, ella me dice que irá a Las Vegas a visitar a su novio. Yo le respondo lo siguiente: "Hey, por qué no vas y lo visitas, parchan, no follan, no creo que me agrade la idea. Se la mamarás y follarás con él hasta que yo diga 'vale chimba, hagan lo que quieran'.

Se va a las Vegas, obviamente follan… Y me ignora. Esto me irrita. Me emborracho, quemo su celular con mensajes odiosos. Regresa a casa con la idea de hacerme cosas que me harán venir litros. Llega a casa diciendo "tú y yo vamos a terminar y en adelante seremos amigos con derechos". Estoy dolido, pero es verdad, me vengo muchos litros.

Hace dos semanas ella organizó un nuevo viaje programado con dos noches de estancia. Hay algo que me molesta: se van a quedar dormidos y despertarán juntos. Solo ella y yo hemos despertado juntos. Le pregunto "oye, ¿será posible que él regrese a su casa y así no despierten juntos?". Más manipulación sexual. Me rindo.

Hecho de manera ética, [la poligamia] es una cosa hermosa… Ella, en todo caso, solo quería estar cerca a él. Violó los límites para ganar intimidad con él. La peor parte es que la amé sincera y profundamente, probablemente siempre lo voy a hacer.
–Justin, 32.


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Casado con un poli que fue criado como poli

Soy mono, mi esposo es poli, hemos estado juntos por 8 años, casados por cinco. Casualmente, tiene citas. Por ahora, su mundo perfecto sería poder encontrar a otra pareja de "largo aliento". Siempre utilizamos el término "por ahora" para hablar de nuestra relación. En dos años podrán ser dos personas. Es mi primera relación (con un poli).

Conozco su pasado, es decir, sé que fue criado en el marco poli porque sus padres lo eran. Siempre dijo que había conocido algo así como a la persona indicada, que no necesitaría ser poli. Eso es lo que yo pensé que pasaría. Al final del 2012 mencionó que había conocido a alguien escalando y que hubiera sido agradable invitarla a salir, pero que no había hecho ya que nunca lo habíamos discutido. Ese fue el principio. Fue devastador, muy difícil. Tal vez una de las situaciones más difíciles que he vivido. Nuestra primera negociación concluyó en que todo lo que el pudiera hacer lo podría hacer yo. Así que me metí en la cabeza "oh, tengo que empezar a ver a otras personas", empecé a buscar apoyo en los grupos poli. Yo era ajena a todo eso, como alguien diciendo "oh quiere ser mejor amigo de un perro" o algo.

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Me tomó nueve meses llegar a aceptarlo, un año y medio para realmente estar bien con la situación… Cuando empezamos este proceso le dije que si no llegábamos a un acuerdo lo mejor sería separarnos porque el merecía ser amado completamente. Sentía que parte de nuestros votos matrimoniales consistían en aceptarlo completamente. Si no iba a ser capaz de aceptarlo con esto, no lo estaba haciendo completamente, fue un tire y afloje entre ambos tratando de comprendernos.

El fue realmente bueno en seguir mi ritmo. El primer año solo lo hablamos demasiado. Yo investigué demasiado. El año pasado empezó a salir con alguien un poco más en serio. La mayoría del tiempo administré la situación pero tuve momentos en que "me volví loca", como le llamamos.

Cuando lo conocí le dije: siempre has sido una persona independiente, no necesitada, no pegajosa. Yo no soy nada de eso tampoco… Todas las personas con las que salí antes me necesitaban todo el tiempo. Con el me sentía deseada pero no necesitada. Podía estar metida en mis propias cosas, el en las suyas, no tenemos que hacerlo todo juntos. Era refrescante.

Creo que es realmente importante que la persona poli de la relación le de tiempo al mono para adaptarse , porque puede ser un proceso largo. Este es el día que no entiendo la poligamia… Solo lo acepto y reconozco que no soy suficiente para el, pero no lo soy solo porque el es poli, no se trata de mi.
– Andrea, 36.

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Descubriendo ser poli en un matrimonio monógamo

Llevo casada con mi marido siete años, con mi novio llevo dos años. Descubrí ser poli un poco después de haber conocido a mi novio. Empecé a ser monógama por defecto. Así que un problema mayor fue que esto era desconocido para ambos cuando decidimos casarnos. Justo cuando conocí a mi novio estaba leyendo al respecto. No era algo lo suficientemente claro para mi como para decírselo a mi esposo.

Mientras me hacía amiga de mi novio, el mencionó ser poli y me lo explicó con mejor detalle. Todo empezó a tener sentido. Mi esposo, sin embargo, es 100% monógamo. Cuando se lo expliqué lo entendió sin expresar ningún tipo de juicio moral pero aun así no lograba reconciliarse con la idea. Recibí los típico "no debes amarme" y "¿por qué no soy suficiente para tí?. No entiende, no está interesado porque no es algo que desee, así que no quiere lidiar con las situaciones que acarrea, lo que es una situación en si misma.

[Mi esposo] tiene problemas sobre todo con la idea de vivir con mi novio, en general con la idea de vivir con otra persona. Amaría poder vivir con mis amigos más cercanos en una enorme casa, y que al levantarme todos los días pudiera compartir con la gente que amo.

El quiere privacidad, solo los dos juntos, Si tuviéramos las mismas ideas sobre las relaciones y los acuerdos de una vida compartida, todo sería mucho más sencillo. Vivir separados también trae su poco de problemas, como el querer ponerse una blusa y recordar que esta en tu otra casa, o no poder estar cerca a las mascotas todo el tiempo.

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Por ahora las cosas funcionan porque mi esposo hace un gran esfuerzo para aceptarme y yo voy a su ritmo a veces a mis expensas, para permitirle acomodarse. En todo caso, aún me siento atrapada por muchas de las necesidades de mi marido, y para mi es necesario sentir que aunque lentamente, estamos avanzando en el sentido de lograr una relación que me satisfaga a mi, que realmente me haga feliz. Siento que estor mirando a mi felicidad, caminando decididamente hacia ella, y el insiste en que baje la velocidad. Pero seguimos moviéndonos hasta que llegue el punto donde el no pueda ir más lejos. Ahí es cuando deberé evaluar que tanto nos acercamos a mi concepto de felicidad. Si estamos lejos, ambos hemos aceptado que tal vez lo mejor sea no hacerlo, pero a sabiendas de que lo intentamos.
—Carrie, 38

Monógamo y feliz en una pequeña familia poli

No había salido con nadie poli antes. Bueno, tuve un pequeño encuentro con una pareja que no salió muy bien antes de conocer a Kevin. Me invitó a salir después de que habláramos del asunto poli. Me textió a través de OkCupid. Hablamos por algunas semanas, me invito a comer sushi y ahí le pregunté "podríamos hablar del asunto poli, estoy buscando una relación de largo aliento y no estoy interesada en una amistad".

Me explicó que el también buscaba una relación de largo aliento y que su prometida tenía un novio, que le gustaría saber si yo estaba bien y cómoda con ellos. Dije "bueno, ¿sushi y cerveza con un tipo lindo?" y después me enamoré.

Era un territorio inexplorado para mi. Estaba fuera de una vieja relación por dos años, relación larga que no concluyó bien. Pensé que iba casarme con esa persona. Así que estaba bastante dispuesta a intentar cosas nunca, que nunca hubiera probado. No planeo tener hijos. Vivo en mi propia casa. Tengo mis cosas en orden. ¿Por qué no habría de intentar algo nuevo? No estaba segura si iba a ser algo duradero.

Creo que es difícil entender desde una perspectiva monogamia,a, que la persona con la que sales te quiere por lo que eres, pues tienes que poner a su otra pareja en la parte trasera de tu cerebro y ser consciente de que eres especial, e increíble.

Lauren [su prometida] y yo somos buenas amigas. Lauren, Kevin y yo organizamos una cita para conocernos. Kevin no logró llegar. Le pregunté si estaba de acuerdo con que yo fuera de todos modos a conocer a Lauren porque realmente quería hacerlo. Dijo que estaba perfectamente de acuerdo. La conocí. Estaba muy nerviosa pero ella fue amable y acogedora, con su risa contagiosa logramos llevarnos muy bien. Incluso le enviamos a Kevin una foto de las dos.

No sería humana sino sintiera celos de vez en cuando. La mayoría de veces es una envidia tipo "ay dios, como me gustaría estar con Kevin y Lauren en este momento. Pareciera que la están pasando bomba. Trató de ocuparme los días que ellos comparten pues soy más consciente de la dinámica, también disfruto mi tiempo en soledad.

El poli amor definitivamente me ha abierto la mente apropósito de las posibilidades que tienes en la vida. Nunca amé a nadie como amo a Kevin. He creado una pequeña familia con Kevin, Lauren y Dan [el novio de Lauren]. Los quiero mucho a todos. Se siente bien tener una comunidad. Miro hacia atrás y encuentro que muchos problemas de mi relación pasada de manejan de manera más efectiva: ser abierto y honesto, ser amable y justo, ser abierto sexualmente.
Jamie, 32

Las entrevistas han sido editadas por extensión y claridad.