Jesús Manuel Corona y un apellido incómodo

Su nombre es una realidad, su apellido una fantasía. Aquel jugador que con 17 años maravilló en Rayados del Monterrey y que es hoy uno de los hombres de moda tras su pase al Porto de Portugal, tiene una historia sumamente particular por culpa de una cerveza.

Es Jesús Manuel Corona, aquel que desde muy temprana edad decidió ir firme por la vida con tal de alcanzar sus sueños y que peleó por sus derechos para irse a jugar a Europa. El mismo que odia la cerveza, pero que siempre tendrá un apodo por culpa de ella.

A 'Coronita', como también le dicen, lo aprendimos a ubicar rápidamente gracias a su apodo, el 'Tecatito'. Desde fuerzas básicas, deslumbró con su nivel y su enorme picardía para enfrentar y quitarse rivales de encima. En la Sultana del Norte lo veían como la joya de la cantera y un futbolista llamado a ser el nuevo Jesús Arellano, pese a que su posición no fuera la misma que la del 'Cabrito'.

Así, una futura estrella de Rayados, no debía ser asociada con la marca rival a la empresa Cuauhtémoc-Moctezuma (FEMSA), dueña del cuadro de Monterrey. Tener 'Carta Blanca' en la espalda, y abajo 'Corona', no era precisamente algo que fuera cómodo para el tema marketing del equipo.

Contra su entera voluntad, a Jesús Manuel Corona le empezaron a decir el 'Tecatito'. En el norte, si una cerveza le gusta a la gente, esa es la Tecate. Al jugador no le gustaba su apodo, al contrario, gente cercana al futbolista aseguró que le molestaba bastante que se le conociera y se le relacionara a una cerveza, y que el tema Corona, era solamente algo natural por culpa del apellido de su padre.

Y así fue. El 'Tecatito' empezó a hacer bien las cosas, y en su mente, empezó a darse cuenta que su futuro podía estar más allá del futbol de México. Su nivel lo hizo llegar a Primera División y a ganar minutos con el primer equipo. Un Mundial de Clubes, fue el que lo puso en los ojos del mundo gracias a sus goles y sus actuaciones. Su consagración contra el Chelsea generó que los cantos de sirena en Europa llegaran a sus oídos. Como buen soñador, se enamoró de sus dulces voces y decidió seguirlos.

El Twente de Holanda puso sus ojos en él, y él se aferró a ir al Twente. Monterrey se lo quiso quedar, presionó para mantenerlo, pero el jugador no respondió de la manera que los regios querían. Al final, el cuadro de la Eredivisie puso solamente 3.5 millones de euros por él, sin saber que unos años más tarde, duplicaría la inversión. Los Rayados eran sin duda, el gran perdedor del movimiento.

Cuando Corona puso los pies en Holanda, pensó en que el apodo de 'Tecatito' se acabaría, pero nuevamente su apellido le jugó una nueva complicación. Al Twente lo patrocina la cerveza Grolsch, que a su vez, en el país tulipán, es la gran rival de la empresa Heineken. La historia es curiosa pues en aquellos momentos, Heineken había irrumpido con gran fuerza en México adquiriendo a la Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma, la cual es 'mamá' de la cerveza Tecate. ¡Mátense todos!

Cual cuento chino, 'Tecatito' debía dejar de ser 'Tecatito' y ahora si, podía ser Corona. Afortunadamente, el apodo y el apellido en la espalda no deja de ser una simple anécdota. Lo que contaba era que el mexicano respondiera en el campo. Tardó en hacerlo, en el camino se comió varias críticas, pero al final, triunfó.

Y bueno, como la cerveza es universal, bien rica y en todo mundo la amamos, en todos lados siempre habrá un nombre de chela en cualquier playera. Mi querido 'Tecatito', bienvenido al Porto, sitio donde reina la cerveza 'Super Bock' de Grupo Carlsberg. Ya, tranquilos, el mexicano no tendrá ninguna bronca con su apellido pues hasta donde sabemos, no hay ninguna clase de rivalidad con el Corona en su espalda.

Sea lo que sea, hoy tenemos a nuestra perla azteca, ese que en México y en el mundo, todos disfrutamos.