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Comida

Los meseros con sobrepeso te hacen pedir más comida

Comprobado: según este estudio, los meseros con sobrepeso nos hacen creer que está bien ordenar una entrada extra o pedir papas fritas para acompañar nuestra comida.

Los restauranteros inteligentes siempre están buscando maneras de conseguir que pidamos más comida y bebida. El tablero con las sugerencias del día; el menú en la mesa; las sutiles pistas en la carta con frases como "aceitunas y pan para empezar"; meseros que te endulzan el oído sobre cuán maravilloso sería comenzar con un platón de croquetas de jamón o acompañar tu salmón con un fresco Sauvignon Blanc; o el ya muy probado y comprobado: "¿Quieres papas fritas con… (insertar el nombre de cualquier platillo)?"

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No obstante, un truco para hacer que los comensales ordenen más comida que los restauranteros todavía no conocen es el peso de sus meseros.

Espera, ¿qué? Es obvio que la decisión de ordenar una entrada extra de aros de cebolla tiene más que ver con el apetito (y la cartera) del comensal que en el peso de la persona que los atiende. ¿Verdad?

Bueno, pues no es así. Al menos no según una nueva investigación de la Cornell University, que afirma que el ser atendido por personal con sobrepeso puede afectar la cantidad de comida que pedimos en los restaurantes.

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Publicado en la revista Environment and Behaviour el mes pasado, el estudio analizó 497 interacciones entre comensales y meseros seleccionados al azar en más de 50 restaurantes en los EE.UU., España y Francia.

Se eligieron restaurantes que ofrecían sopa, ensalada, y bebidas alcohólicas junto a otras opciones. En la selección se incluyeron grandes cadenas de restaurantes como TGI Friday's, aunque la mayoría eran establecimientos pequeños, de barrio.

El estudio identificó a los meseros y meseras gordos de acuerdo con su índice de masa corporal (IMC), el sistema de medición de peso y altura que coloca a las personas con una calificación de 25 o superior como con sobrepeso u obesidad.

El estudio encontró que los clientes eran "cuatro veces más propensos a pedir postres" y 17.65 por ciento más propensos a pedir bebidas alcohólicas con "los meseros gordos con índices de masa corporal elevado, en comparación con los meseros con índices de masa corporal bajos".

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El peso de los propios clientes parecía no tener ningún efecto sobre su orden, ni tampoco la raza o el origen étnico ni del cliente ni del mesero.

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¿La razón? Los autores del estudio, Tim Döring y Brian Wansink, sugirieron que un mesero o mesera obeso "establece una norma social", haciendo que los comensales se sientan cómodos al ordenar mayores cantidades de alimentos. Agregaron que "la configuración del medio ambiente ha sido reconocida como señal crucial de la conducta alimenticia de una persona", y que la iluminación, la música, o la actitud de los meseros también pueden afectar la elección de alimentos de los clientes.

Las conclusiones del estudio son similares a las de otro estudio de la Cornell University de 2014, el cual encontró que comer con personas con sobrepeso causaba que los participantes consumieran más alimentos. Sin embargo Döring y Wansink señalan que su investigación es la primera en analizar el comportamiento de los comensales con respecto al peso de los meseros dentro de un restaurante.

Si bien eso podría ser cierto, incluso el mesero más flaco en el mundo no nos impedirá pedir papas fritas cuando las ofrezca. Lo sentimos, ciencia.