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Identidad

El sexo seguro es un lujo en Venezuela: los condones cuestan casi 200 €

La crisis económica de Venezuela ha provocado una escasez sin precedentes de productos básicos, de modo que los anticonceptivos son casi imposibles de encontrar y casi nadie puede permitírselos. Como resultado, se está produciendo un gran aumento de...
Image via Getty

En Venezuela, un paquete de condones puede llegar a costar casi 200 € y la repercusión de este hecho en los derechos reproductivos y la vida sexual de las mujeres es enorme.

Los condones y otros anticonceptivos desaparecieron de muchas farmacias y clínicas venezolanas el año pasado por estas fechas. La reducción de los ingresos por el petróleo y el estricto control de los precios y la divisa que ha ejercido el gobierno del Presidente Nicolás Maduro han destrozado la economía de Venezuela. El incremento de la inflación y el drástico descenso de las importaciones han desembocado en una escasez sin precedentes de productos básicos como papel higiénico, azúcar o condones, hasta el punto de que hacer cola en supermercados y farmacias se ha convertido en una parte de la rutina diaria para muchos venezolanos.

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"La situación es crítica", afirmó Belmar Franceschi, director de PLAFAM, un grupo de defensa de la salud sexual y reproductiva con sede en Venezuela. "Durante más de un año ha habido una escasez generalizada. Resulta casi imposible encontrar condones y otros métodos anticonceptivos y cuando los encuentras su precio es astronómico".

En las farmacias de Venezuela, un paquete de tres condones puede llegar a costar el equivalente a 200 €, según afirma Jhonatan Rodríguez, director de la ONG StopVIH, lo que equivale aproximadamente al salario de cinco días de un trabajador medio en el país. "O comemos o compramos otros productos, el salario mínimo no da para todo, ni siquiera para comprar los alimentos básicos", indicó.

Resulta casi imposible encontrar condones y otros métodos anticonceptivos y cuando los encuentras su precio es astronómico

En el floreciente mercado negro del país, el precio de los condones se duplica o incluso se triplica. Cuando los productos están disponibles, muchos venezolanos en apuros los compran y los venden a unos precios tan inflados que la mayoría de sus compatriotas no se los pueden permitir. Esta práctica se ha vuelto tan común que ha aparecido una nueva palabra en el léxico venezolano: "bachaquero", que proviene del término para denominar a las hormigas que acarrean hojas. "Los bachaqueros compran anticonceptivos y después los venden a la gente al precio que les da la gana", afirmó Freddy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica Venezolana. "La gente está desesperada, se toman cualquier cosa que cae en sus manos

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Resulta complicado hacer un seguimiento de la repercusión que la escasez de anticonceptivos ha tenido en los venezolanos. Desde hace más de un año, el gobierno del Presidente Nicolás Maduro se niega a ofrecer estadísticas sobre embarazos adolescentes y violencia doméstica. Sin embargo, a pesar de la falta de datos oficiales, tanto PLAFAM como StopVIH se temen lo peor: que los embarazos adolescentes, las tasas de VIH y los abortos clandestinos se incrementarán como resultado de la escasez de anticonceptivos y de sus precios prohibitivos.

Venezuela ya es el país con la mayor tasa de embarazos adolescentes de Latinoamérica, según el Informe de 2015 sobre el Estado de la Población Mundial realizado por la ONU, y dicha tasa se ha mantenido constante a pesar de los notables cambios experimentados en otros países de América del Sur y Central. "Esta es una región donde los embarazos adolescentes no disminuyen, lo que resulta destacable teniendo en cuenta que la tasa de fertilidad está descendiendo en todo el mundo", afirmó Carmen Barroso, directora regional de la International Planned Parenthood Federation (IPPF o Federación Internacional de Planificación Familiar). Según PLAFAM, casi en torno al 25 % de los embarazos en el país se producen en adolescentes de entre 12 y 19 años de edad. También se espera que la falta de anticonceptivos conlleve un impacto económico a la larga, ya que las chicas embarazadas tienen más probabilidades de abandonar su educación.

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Ser incapaz de conseguir anticonceptivos también pone en peligro a más mujeres, ya que incrementa el número de personas que tratan de abortar en clínicas ilegales y poco seguras, según Barroso. Como sucede en muchos países latinoamericanos, el aborto es ilegal en Venezuela, pero eso no impide que las mujeres interrumpan sus embarazos no deseados. Un estudio llevado a cabo por la Universidad Central de Venezuela calcula que el 16 % de las muertes maternales en el país son resultado de complicaciones tras un aborto clandestino.

La epidemia de VIH está fuera de control en este país. ¿Cómo vamos a minimizar su repercusión si cada día es más dificil acceder a una sanidad de calidad y a los condones?

"Aunque las mujeres venezolanas afrontan dificultades para evitar un embarazo no deseado, se enfrentan a una dificultad aún mayor para interrumpir dicho embarazo", explicó Barroso. Y la situación es especialmente terrible si se tienen en cuenta la expansión del virus Zika, del que se cree que provoca graves defectos congénitos en los recién nacidos. Los grupos de defensa de la salud reproductiva ya prevén que la cantidad de abortos ilegales aumentará en las regiones afectadas por el zika.

Además, dado que los condones son difíciles de encontrar y enormemente caros, las tasas de VIH —así como las de otras ETS— han aumentado y seguirán haciéndolo. Venezuela es el cuarto país de Latinoamérica con mayor número de personas infectadas de SIDA, según la organización benéfica para el VIH/SIDAAVERT. Según StopVIH, las muertes relacionadas con el SIDA han aumentado drásticamente desde 1999. "La epidemia de VIH está fuera de control en este país", explicó a Broadly Rodríguez, de StopVIH. "¿Cómo vamos a minimizar su repercusión si cada día es más difícil acceder a una sanidad de calidad y a los condones?".

Mucha gente recurre a organizaciones como PLAFAM y StopVIH para conseguir anticonceptivos en la capital, pero la escasez también ha afectado a estas organizaciones. "La situación es muy complicada para nosotros", explica Franceschi. Las cuatro clínicas que la organización tiene en Caracas trabajan día y noche por lograr acceso a los anticonceptivos, pero muy pocas veces consiguen satisfacer la demanda. "Cuando tenemos pastillas o implantes anticonceptivos la gente hace cola para conseguirlos y desaparecen en menos de una semana", afirmó. "La gente los busca por todas partes, pero simplemente no están en el mercado".

Por desgracia, parece poco probable que la situación vaya a cambiar. En un discurso televisado de 2013, el Presidente Maduro prometió construir una red de fábricas de condones para proteger a los jóvenes de los efectos de la "pornografía capitalista" y para evitar que el país recurriera a los condones importados. Sin embargo, sus promesas todavía están por cumplir. "No hemos visto ni un solo condón fabricado en Venezuela", afirmó Rodríguez. "La falta de voluntad política nos ha dejado un sistema médico que se desmorona".

Las farmacias carecen del 80 % de los productos normales, según explicó Ceballos a Broadly, y esta estadística empeora en lo relativo a los anticonceptivos. "No hay tiempo, no hay mañana en este país", afirmó. "Es preciso que el presidente asuma su responsabilidad sobre el sistema sanitario, con su escasez de medicinas y equipamientos, y tome una decisión inmediatamente. Se trata de una crisis humanitaria".