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Nos metemos dentro de la escena grime de Shanghái

A miles de kilómetros de las viviendas de protección oficial de Londres los productores y DJs de Shanghái reinterpretan el género.

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Más allá del bullicio turístico del barrio francés de Shanghái se esconde The Shelter , un antiguo búnker de la época de Mao, que ahora funciona como club. Es el jueves antes del Brexit, y me dejo caer por allí. Hoy me sumergiré en las entrañas de la vieja Britania —en una noche de grime. Como hago siempre, me deslizo a través de las plácidas calles escoltadas por árboles que recorren la parte dorsal de la biblioteca de Shanghái. Y para cuando doblo por Fuxing Xi iu y empiezo a acercarme al club, el ambiente cambia sutilmente. Entonces se me acerca un desconocido y en un inglés insólitamente cristalino me pregunta si quiero hierba o pastillas.

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La calle está hasta los topes. Los vendedores de comida trabajan a toda prisa. Chicas de todas las formas y tamaños imaginables salen a en manada del interior de The Apartment, otro club del barrio, en que se celebra una de las noches temáticas de las que más presume Shanghái: su "ladies night". Serpenteo la muchedumbre, eludo a un tipo muy peludo enfundado en un tutú que se abre paso hasta la fiesta con suma delicadeza, y doy con la pequeña puerta que ando buscando. He llegado a Push&Pull, la residencia mensual de grime que estrenaron dos expatriados ingleses, Naah y Alta, hace algunos años.

Alta se ha mudado a Singapur, así que ahora es Naah (se llama Nathan) quien se encarga de promover la residencia. Ayer, de hecho, quedé con él para tomar un café y me contó los inicios de Push&Pull. Nathan viajó hasta Chengdu al terminar la universidad. Se vino a aprender mandarín, hasta que, en un momento dado, apareció en Hangzhou, donde trabajó como profesor de inglés. Cuando estaba allí contactó con Alta a través de un chat creado para fans musicales ingleses. Poco después se trasladó a Shanghái y ambos fundaron su noche de grime junto a otro tipo llamado Pip. Hoy se ha convertido en uno de los puntos de referencia de la boyante escena grime de la excolonia británica.

Mientras bajo por la oscura escalera que desciende hasta las entrañas de The Shelter la única luz que me ilumina —un resplandor que procede de una señal de neón— me recuerda que estoy en el lugar adecuado. Después de doblar por un pasillo de techos bajos, una gruta excavada de paredes de piedra, me alcanza el eco de los zumbidos de la pista, el bajo amortiguado por el techo ondulante que se levanta por encima de nuestras cabezas. Kilo Vee está a los platos. Es un dj de 24 años nacido en Shanghái. Se marca una sesión de grime instrumental de bajos profundos, que bien podría haber sido sonado en Inglaterra, en lugares como Radio Rader o en cualquier rave celebrada en algún sótano del este de Londres.

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Kilo empezó a pinchar cuando tenía 15 años. Lo hacía como selector de una banda local llamada Ladidadi Crew. Empezaron a programar noches de hip hop y de funk. Sin embargo, no lograron encontrar a un público fiel y decidieron separarse. Entonces Kilo empezó a pinchar grime y footwork. Kilo descubrió el grime en 2014, cuando se convirtió en asiduo de Push&Pull. Al principio la música no le convencía. "Es ruidosa, es incoherente y no parece tener una melodía", me cuenta. Claro que le bastaría con unas cuantas sesiones más para conectar con el sonido. Entonces se dio cuenta de que era, como mínimo, un sonido "auténticamente feroz". Y tal era un rasgo que encajaba perfectamente con lo que buscaba, porque, tal y como me cuenta "el grime es capaz de mover a la gente en todos los sentidos posibles del verbo".

Sería un error dar por sentado que la escena de Shanghái es una mera trasplantación de la inglesa auspiciada por los expatriados británicos de turno

Kilo es uno de los principales embajadores de la pequeña pero religiosa escena grime que ha crecido alrededor de las noches de los jueves en The Shelter. Y al contrario de lo que podrías estar pensando, sería un error dar por sentado que la escena de Shanghái es una mera trasplantación de la inglesa auspiciada por los expatriados británicos de turno.

Entre la multitud que se concentra en la sala está Tess, una productora de 25 años del noreste de China. Al igual que Kilo ella nunca ha estado en el Reino Unido y todo lo que sabe del grime lo ha descubierto en China. "La primera vez que vi un set de grime fue en el DADA de Pekín. Tocaba Blackwax. Entonces no tenía ni idea de lo que era el grime y me pareció que era un género muy oscuro y muy agresivo. Pero meses después, después de haber visto a Mumdance y a Logos en directo, empecé a sentirme más atraída. Y desde entonces soy parte de esta escena", cuenta.

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Tess decidió trasladarse a Shanghái, donde ahora trabaja como ingeniera de sonido, y donde se ha convertido en una de las habituales del The Shelter. Ha hecho ya algunos directos en el Basement y en Push&Pull. Tiene un tema que se llama "leaf" y que arranca con una serie de samplers del sonido de un bosque. Poco a poco va entrando una melodía apuntalada sobre bombeos etéreos. Hasta que irrumpe un bajo aplastante y entonces la canción parece virar hasta el este de Londres. "Me gustan los sonidos de la naturaleza, creo que añaden una capa interesante a mi música", relata. De última suena como si Yoshi Harikawa estuviera deambulando por un edificio de protección oficial completamente empapado por la lluvia. En otra canción titulada "4526", una juguetona melodía extraterrestre baila al son de un beat profundo e introspectivo. Tess todavía está empezando y todavía no está con ningún sello, pero lo cierto es que su producción es potente y única.

A diferencia de su escena homóloga en Londres, el rasgo clave de la escena de Shanghái es que es puramente instrumental. Le pregunto a Tess cómo ve el futuro del grime en China y señala que hay una carencia de MC's. "Si tuviéramos a algunos MC's, entonces la música podría a representar la identidad de la cultura local y mezclarse de verdad", dice. La escena japonesa, sin ir más lejos, cuenta con buenos MC's domésticos, como Pakin y TAKISHI. Naah los llevó a pinchar a Push&Pull para la fiesta de tercer aniversario de su residencia. Sin embargo, en China todavía no hay MC's de envergadura internacional. De manera que a los productores locales solo se les ve cuando vienen a pinchar MC's de fuera.

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Relajados en The Shelter

Por mucho que igual parezca que se trata del eslabón perdido del grime chino, lo cierto es que la ausencia de MC's está provocando que los productores de Shanghái exploren direcciones muy interesantes en su trabajo. A falta de melodías ingeniosas y del proverbial ritmo a dos tiempos británico, la producción tiene que llevar al oyente a través de un viaje más elaborado. El grime instrumental tiende a extinguirse con rapidez —siempre sucede algo interesante durante el primer minuto, y luego se vuelve repetitivo durante los siguientes cinco: el interés siempre lo soportan los MC's. Y la escena de Shanghái está desprovista de tal lujo, así que los temas instrumentales tienen un recorrido mucho más complejo.

Hay otro aspecto en que la escena china difiere de la londinense. A diferencia de Gran Bretaña, China dispone de un acceso a internet restringido, lo que significa que a menudo puede resultar muy complicado acceder a los sonidos originales en que se fundó el grime. "Toda la gente que me rodea, yo misma incluida vivimos instalados en una cultura de red privada virtual (la llamada VPN en sus siglas inglesas)", cuenta Tess en alusión a la tecnología necesaria para meterte en páginas que están bloqueadas por el gobierno.

ZEAN comparece a los platos después de Kilo Vee en el Push&Pull. Él está de acuerdo con Tess, claro que también reconoce que ha sido precisamente el acceso restringido a internet lo que le ha ayudado a desarrollar su personal versión de la estética clásica del grime londinense.

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China dispone de un acceso a internet restringido, lo que significa que resulta muy complicado acceder a los sonidos originales en que se fundó el grime

Cuando le pido a ZEAN que describa su sonido me contesta que es "sencillo", por mucho que sospecho que lo está vendiendo muy a la baja. En realidad su sonido es rico y complejo. Su tema "Second-rate battle", publicado por el sello pequinés Dohits, destaca por sus poderosas líneas de bajo y por un irreverente sampler de kung fu hongkonés, además de por la incorporación del sonido de una citara. En el tema "Yi by Yi", publicado por el sello estadounidense Liquid Amber, el kung-fu vuelve a hacer acto de aparición. La gente lleva sampleando películas de kung-fu desde hace años, pero ZEAN se lo monta para que no suene ni chaquetero ni barato, de una manera que encaja con su rollo musical y que nunca toma protagonismo. Ni siquiera suena a apropiación ni te invita a comprobar los créditos: es demasiado sutil. Suena más como a un productor chino que decide homenajear a los sonidos con los que ha crecido.

"Empecé mezclando en clave de grime y de trap a los clásicos del hip-hop, como todo el mundo", cuenta Naah, quien al igual que ZEAN también ha reinterpretado el grime con un deje chinesco. "Hasta que luego me dije, 'déjate de hostias, estás en China, así que me voy a dedicar a samplear lo que me rodea. Así, en el corte ' 我的钢琴被单坏了samplea el "Silence" de Jay Chou y deja el estribillo en loop, un loop que reza " 你也很难过" ("tú también crees que te están puteando"). En "Swim Air" samplea el corte de Lu Han 若言" ("palabras cándidas", y crea una canción que suena a medio camino entre Mosca y KTV. Y si bien el resultado podría no ser perfecto, en " 我的钢琴被单坏了" vira un poco demasiado hacia un sonido como de llamada telefónica china, lo que constituye un interesante contrapunto sónico a la experiencia del expatriado.

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DJ Alta en la fiesta de tercer aniversario de Push&Pull

Dicho esto, no se trata únicamente de que los productores chinos estén empujando al género entero en una nueva dirección. Swimful, otro expatriado británico que actualmente reside en Shanghái, ha visto como su nombre empezaba a sonar este año: sus producciones cuentan cada vez con más adeptos a nivel internacional. Su música ya se ha escuchado en Rinsefm, y cuenta con el apoyo de artistas como Slackkk, además de haber colaborado con raperos como Lil B. Él está de acuerdo en que estar en China le ha abierto un repertorio sónico completamente nuevo. "Me extrañaría que nadie en Londres haya escuchado el sonido de un dizi [un pequeño instrumento de madera] a las 4 de la madrugada". Y eso es algo que sus canciones reflejan. En "Skitter" acompaña su sonido sincopado de instrumentos de cuerda y de sintetizadores, que confieren a la mezcla un sabor inequívocamente shangayés.

El año pasado se descargó un montón de samplers de sonidos orientales sentimentaloides y de videojuegos, y los retocó hasta convertirlos en algo más melódico, en una suerte de reacción digital al hecho de estar viviendo en la periferia de Shanghái. Y la canción consigue expresar el aroma local sin caer en los topicazos o en el pastiche. Recuerda de hecho a "Fill your coffee", de Arkist, a pesar de que la suya es más rápida, más pensada para la pista.

El álbum de Swimful "Skitter" será publicado por SVBLVT, un sello de Shanghái que dirige Gaz, otro expatriado británico —que también es el tipo que lleva The Shelter, el club donde esta noche se está celebrando la noche Push&Pull. El sello tiene solo dos años de vida, pero está ganando seguidores de manera imparable; además de apoyar a los músicos de la escena local y a algunos talentos procedentes de Tokio. De hecho, el plan del sello es expandirse hasta Japón el año que viene.

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En Shanghái, el grime se ha deshecho de su plumaje local y ha podido ser reinterpretado libremente

Gaz programa las noches de su sello, además de permitir que otras residencias se aprovechen del espacio. El colectivo Woozy, que es una publicación online que dispone de su propia residencia, ha traído hasta aquí a músicos como Moslem Priest, de Malasia, y a Slackkk. Ambos han incorporado auténticos sonidos en directo a sus sesiones, lo cual ha permitido que los productores y los Dj's locales hayan dispuesto de una ventana desde la que sopesar el estado del género en otros lugares y hasta cómo podrían encajar en la escena internacional.

El año que viene el Shelter celebrará su décimo aniversario. "Me gusta ofrecerle a la gente un espacio donde experimentar", me cuenta Gaz solo unos días antes. "Se trata de un espacio permisivo, un rareza en la escena tan fuertemente comercializada de la noche de Shanghái. Se trata del único lugar donde puede existir una residencia como la de Push&Pull, y del único espacio concebible en el que se pueda alumbrar a la emergente escena del grime de aquí.

El grime había sido hasta hace poco un género insular con un alcance muy limitado más allá de las fronteras del Reino Unido. Sin embargo, ahora músicos como Skepta están siendo seguidos de cerca por algunos de los músicos más conocidos del mundo. Parece que, por fin, las alas del grime se están desplegando globalmente. Y en realidad desde Push&Pull llevan convirtiendo Shanghái en un lugar irreverente y de referencia desde mucho antes de este súbito interés del mainstream. En Shanghái, el grime se ha deshecho de su plumaje local y ha podido ser reinterpretado libremente.

En el club, sobre las 2 de la madrugada parece que la noche se esté deshinchando. Entonces ZEAN se pone a los platos. Yo estoy entre Tess, Naah, Kilo y Swimful —los máximas espadas de la escena grime de Shanghái. Le pregunto a Kilo qué cree que será del futuro del grime en China. Se encoge de hombros y dice "lo bueno es que ahora ya somos unos cuantos, y que todos estamos trabajando en la misma dirección, así que supongo que será cuestión de esperar y de ver qué pasa".

#Scary