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Los demonios del deporte

El futbol: La nueva esclavitud

Doyen Sports, así como otras muchas empresas son fondos de inversión que buscan jugadores de muy corta edad para firmarlos con idea de llevarlos a los grandes equipos de Europa y así recuperar la inversión.

Las lágrimas de Radamel Falcao nos muestran que a veces las cosas no salen como uno quisiera. El futbolista colombiano, estrella del Atlético de Madrid en las últimas dos temporadas, lloraba en lo que era la última conferencia de prensa con el equipo colchonero. Fue en éste equipo donde se proyectó al mundo, donde hizo sus mejores goles, campeón de la Europa League en el 2012 y muchos triunfos personales, además del amor que tiene el y su familia por Madrid. Pero Falcao es como todo jugador deportivo: un producto de la comercialización deportiva de activos de inversión a futuro donde se busca el mayor retorno posible.

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Por las próximas temporadas, Radamel jugará para el equipo de futbol de Mónaco. Un equipo que fue comprado por el 79º hombre más rico del mundo y que está armando al equipo para competirle al Paris St.Germain en la Liga Francesa. Su llegada era inminente, la empresa dueña de Falcao hizo la negociación y solo pudo acomodarlo en el equipo monaguense. ¿Empresa dueña de Falcao? Doyen Sports, un fondo de inversión que tiene los derechos de comercialización, de traspaso y básicamente la vida completa del delantero colombiano. Fueron ellos quienes decidieron llevar a Falcao a Mónaco.

Doyen Sports, así como otras muchas empresas son fondos de inversión que buscan jugadores de muy corta edad para firmarlos con idea de llevarlos a los grandes equipos de Europa y así recuperar la inversión, lo que hace una empresa normal. Lo que sucede es que firmar derechos de comercialización de jóvenes es algo obscuro, sobre todo si provienen de un sector social donde son más vulnerables a que vendan sus almas al diablo y de por vida. Es por eso que estos casos se dan mucho en Sudamérica, donde familias de pocos recursos concentran sus esfuerzos en que sus hijos tengan oportunidades deportivas, pero a qué costo.

Peor aún, estos fondos de inversión contienen capitales muy grandes que provienen principalmente de los países árabes. Al tener tanto dinero y contar con muchos activos (jugadores) tienen el poder de negociar con equipos que no tienen mucho capital, usándolos como escaparate de sus jugadores y con la intención de venderlos después a equipos grandes. Estas negociaciones con los equipos tienden a ser poco equitativas y benefician en su mayoría al fondo de inversión. Como ejemplo el salario de Falcao en el Atlético de Madrid no lo paga el club, si no el fondo de inversión, al momento de la venta el equipo no se queda con ninguna comisión y se queda igual o peor de cuando vino el jugador.

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Estos fondos de inversión están creciendo mucho y acaparando el mercado. Tienen rehenes económicos a muchos equipos y jugadores de futbol por toda Europa y Sudamérica. En el 2009 Inglaterra prohibió que los equipos hagan compras de jugadores a través de fondos de inversión, ya pasó que Carlos Tevez llegó a West Ham, salvando al equipo del descenso y fue vendido inmediatamente para recuperar la inversión. La liga inglesa esto lo vio de mal gusto y de riesgo para los equipos, prohibiendo la práctica. Por detrás están también la liga francesa y la UEFA tratando de regular las compras de jugadores a través de fondos de inversión.

¿Cuál es el miedo? Igual que la burbuja inmobiliaria, algo parecido está pasando en el futbol. Llega una inyección de capital tan fuerte que infla los precios de los activos (jugadores) y sus traspasos (comisiones). Los fondos de inversión no están en el negocio del deporte, si no en el negocio del dinero, y cuando se aburran, al igual que los bancos, retiran sus actividades económicas, dejando desamparados a miles de jugadores, equipos de futbol, contratos, y comisiones no pagadas.

La noticia de la semana fue que Neymar firmó con el FC Barcelona, por un dineral. Pero justamente Doyen Sports hizo la negociación y en el contrato, el club catalán cedió todos los derechos de comercialización al 100% a Doyen. Eso quiere decir que el equipo no verá ni un solo centavo de los endosos comerciales de Neymar, y son millonarios. Por consecuencia Cristiano Ronaldo ahora no renovará con Real Madrid si no le dan el mismo trato donde el club ceda el 100% de los derechos comerciales de CR7, (antes eran 60-40). Esto causando una inflación en el mercado de jugadores y haciendo que sean más difíciles de adquirir.

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Esperemos que la “mano invisible” del capitalismo haga que el mercado vuelva a su balance, pero con el empuje de capital y la disrupción de esa “mano invisible” lo único que está causando es que la burbuja crezca y crezca hasta que estalle, desmoronando toda la industria deportiva europea. El presidente de UEFA Michele Platini sigue viendo la manera de regularizar estos fondos de inversión, porque como el lo dijo, “es una nueva forma de esclavitud” donde el dinero toma rehén a los jugadores y los equipos adueñándose del deporte.

@pazcabrales

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