El Robe ya no se droga

Cada vez que se habla de Roberto Iniesta alguien suelta un comentario sobre su gusto por la equitación y siempre hay un entendido (generalmente lleva una camiseta de Saratoga o similares) que responde con eso de "El Robe ya no se droga, tuvo su época de yonqui pero que ahora está muy asentado, la leyenda continúa porque en el rock funcionan los drogatas y porque las niñas pijas fantasean con Iniesta picándose la vena justo antes de escribir 'Golfa'".

Recogiendo la medalla de Extremadura

Seguramente sea cierto, teniendo en cuenta que nació hace "cincuenta y pico" años y que se ha convertido en una leyenda viva del rock, es probable que lo que menos le apetezca sea morir en el baño de un hotel rodeado de prostitutas y papel de aluminio… Con lo calentito que se está en casa.

Nos gusta creer que Marilyn Manson se comió el vómito de un fan en pleno concierto o que Mick Jagger tuvo que hacerse un lavado de estómago de urgencia después de una noche de "mamading" (mamaba el), nos gustan las excentricidades, necesitamos que los artistas sean diferentes porque queremos ver al mito, no a un señor de cincuenta años quejándose porque le bailan en el concierto.

Desde que anunciaran la salida de "Para todos los públicos" acompañado de su gira homónima patrocinada por la Agricultura Ecológica Extremeña , es obvio que la banda ha cambiado de "community manager", o quizás han contratado a uno. Acostumbrados a sus largos silencios profesionales, y a sus escasas apariciones en público parece que ha llegado el momento de hacer pasta, pero pasta de verdad. Hablando desde "La ignorancia", que podría ser perfectamente el nombre de un bar, me aventuraría a decir que Robe y sus camaradas han ganado una cantidad considerable de dinero durante todos estos años de carrera musical aunque seguramente no tanta cantidad ni tan considerable como deberían o ¿quién sabe? Quizás han decidido que ya no quieren ser rebeldes, que a partir de cierta edad se deja de estar tan enfadado por nada y más agradecido por todo.

Independizarse de la farándula y mostrarse indiferente ante los medios de comunicación o las nuevas tecnologías de una forma tan estricta es muy romántico pero muy poco productivo, si bien es cierto que molaba ese hermetismo tan místico que nos provocó esperas insufribles ávidos de nuevas canciones, a día de hoy, un mundo en el que la red es un buffet libre de música, no puedes seguir sirviendo gachas en la puerta de casa, tienes que montar el "Mc Gachas" y ganar el dinero que te pertenece, aunque parezca increíble, tienes que ofrecer al cliente algo más que una buena canción o un directo bestial, tienes que ofrecer (o al menos mostrar) cierta cercanía.

Queda ya en el recuerdo la antigua web de la banda con un diseño cutre y vacía de información que tantas buenas noticias nos dio, la nueva, con un diseño mucho más cuidado, enlaces a sus redes sociales y un formulario de contacto donde nos hacen demostrar que no somos un robot, es el salto definitivo de Roberto al mundo real, al mundo de los "likes", los "tweets", los "follows" y los "hastags", es el salto definitivo del exyonki a exmito.