FYI.

This story is over 5 years old.

Actualidad

El futuro de la web se trata tanto de psicología como de tecnología

La idea, al menos en teoría, es que la web sea en el futuro aquello que no queremos que sea en el presente.

Incluso a la persona más avant garde le resultaría casi imposible imaginar cómo se vería la World Wide Web en el 2050. 35 años en el futuro parece algo indescifrable cuando la tecnología está avanzando a niveles exponenciales. Hace solo 25 años, la web no existía en absoluto.

Esa es la tarea de un grupo de delegados de varias compañías tecnológicas (además de una pieza futurista en forma de libro del Futuro de Tom Cheesewright) que se reunieron en Londres hace algunos unos días. El evento fue una reunión previa a la IP Expo Europa del próximo mes, en la que el creador web Sir Tim Berners-Lee compartirá algunas de sus ideas sobre el asunto.

Publicidad

Dan Simmons de BBC Click, quien presidió la discusión, intentó establecer el escenario para una visión potencial de la tecnología en el 2050: "Imagina no tener un carnet para entrar en un edificio, o un teléfono, o un reloj, pero sentir tu camino dentro de ese proceso", dijo. No hace falta decir que me pareció algo difícil de concebir. Como ya he dicho: casi imposible.

Pero cuando consideramos dónde queremos que vaya la web en las próximas décadas, la cuestión es tal vez menos acerca de la tecnología en sí, y más acerca de cómo nos relacionamos con ella. En esencia, el futuro de la web se trata tanto de la psicología como de la tecnología. Después de todo, la red siempre ha sido acerca de la comunicación, una actividad esencialmente humana.

Cheesewright descartó avances como la ley de Moore (una ley que dice que cada dos años se duplica el número de transistores en un circuito cerrado) a favor de algo menos cuantificable: nuestra relación con nuestros dispositivos. "Para mí, el mayor cambio está en cómo la tecnología humana ha cambiado", dijo. "soy funcionalmente biónico; he externalizado mi sentido de la orientación y se lo he dado a mi teléfono".

Marcus Jewell de la compañía estadounidense de tecnología Brocade admitió que tuvo una formación en psicología, tuvo la visión de un futuro web que ya no es una sola masa en expansión, sino más bien un espacio segmentado. "Los seres humanos no son muy buenos en tener mentalidad abierta; nos gusta clasificar las cosas en trozos pequeños", dijo Jewell.

Publicidad

Hizo un retrato de un entorno web dividido en clases sociales digitales que están autosegregadas alrededor de sus intereses compartidos, en las que llegar de una comunidad a otra requeriría un esfuerzo consciente, comparable a tomar un vuelo a otra comunidad geográfica. Para él, la dark net (parte de la web que por todos los intentos y esfuerzos es separada del resto) representa la primera segmentación real de internet.

Raj Samani, CTO de McAfee y un asesor de la ciberdelincuencia de Europol, señaló que la delincuencia en general está pasando de lo físico a lo cibernético. La actividad hacker es una cosa, pero, dijo, "más que un reto para mí es la disposición del consumidor a entregar sus datos por nada".

Todo esto esta muy bien, sugirió David Chalmers, jefe de tecnología para el grupo empresarial HP, ¿pero estamos dejando que la gente sobreexponga sus datos personales?

Nos guste o no, comerciar datos por servicios ya es el status quo para muchas empresas de la web, y como usuarios parece que hemos perdido el control. Un estudio reciente encontró que la mayoría de las aplicaciones no pueden indicar a los usuarios exactamente la información que están recogiendo.

En cualquier caso, estamos siendo convencidos fácilmente de asociarnos con nuestros datos digitales, y probablemente no nos damos cuenta de la magnitud de datos que nuestros servicios web y aplicaciones favoritas recolectan. Quizás Brian Gammage de la compañía de software VMWare le dio al grano cuando sugirió que, "somos menos maduros que la tecnología".

Publicidad

Por supuesto, en este año eso ya es un problema. Le pregunté al panel si los mismos problemas serían relevantes en el 2050; después de todo, estamos hablando de una época en que muchos de los servicios que actualmente utilizamos probablemente no existirán; cinco años después de que Ray Kurzweil reconociera que esa singularidad ocurrirá.

En términos de cómo se verá la web en realidad, Cheesewright estaba bastante seguro de que la post-screen age (era después de la pantalla) iniciaría mucho antes (aunque Chalmers intervino para añadir que los dispositivos HP no van a perder las pantallas en corto plazo) y varios de los panelistas sugirieron que la háptica (la ciencia del tacto), la biometría y las tecnologías de máquina a máquina son probablemente el az bajo la manga mucho antes de 2050.

Pero Cheesewright señaló que, en lo fundamental, no hemos cambiado tanto. La tecnología podría ser bastante incomprensible. Cómo nos relacionaremos con ella en el panorama tecnológico del 2050 estará determinado en parte por nuestra propia evolución.

Y en este momento, nuestras decisiones en la web parecen bastante lentas. Desde la controvertida política "derecho a ser olvidado" en Europa para el debate de la neutralidad en los EE.UU., todavía estamos bastante desconcertados por la forma en que queremos usar la tecnología con conexión a Internet que tenemos hoy en día, cómo no estarlo sobre aquella que usarán en un par de generaciones posteriores a la nuestra.

Mirando lo que queremos en el futuro tal vez sea más acerca de hacer frente a lo que no queremos en el presente. El único riesgo con esto es que podríamos estar muy adentro ya.