Cómo es la vida romántica de los trabajadores sexuales

Es difícil lograr el balance perfecto entre la vida y el trabajo, en cualquier tipo de industria en la que te encuentres. Pero cuando la industria involucra sexo, el balance se vuelve aún más complicado. Desde las primeras citas hasta las relaciones a largo plazo, nunca es el momento ideal para decirle a tu pareja que también tienes sexo por dinero.

Cuando trabajaba como bailarina exótica dejé de salir por completo. Algo sobre la idea de venderle la idea de sexo a los hombres cada noche simplemente me alejó de la intimidad. Mucho después de que dejara de bailar, conocí chavos que se obsesionaban con el hecho de que me desnudaba a cambio de dinero a la edad de 18 años. Parecían decepcionarse de mí o de alguna forma les excitaba.

Pero, ¿cómo es tener ambos; sexo por dinero y sexo por placer? Hablé con trabajadores sexuales de diferentes áreas de la industria sobre sus vidas amorosas.

"La mejor relación que he tenido fue con otro trabajador sexual"

"Las dos respuestas que obtengo de personas con potencial de ser mi pareja son 'No, porque eres prostituta' y 'sí, porque eres prostituta'". Nunca se trata de mí. Entiendo completamente cuando no pueden tolerarlo, pero también están aquellos que quieren probar nuevas experiencias sexuales y si esa es la única razón por la que quieren salir conmigo, es mejor olvidarlo.

Mi última relación terminó hace dos meses o algo así. Él me preguntaba cómo había estado mi día y yo no quería hablar de eso, porque estaba compartiendo una parte mía con un extraño y no quería que mi novio pensara que él no está obteniendo mi yo auténtico. La cuestión es que yo genuinamente disfruto mi trabajo —¡me encanta!— tengo orgasmos todo el tiempo. Lo cual es genial, pero también hace que me resista a ser completamente abierta porque no quiero que mis parejas sientan celos por eso.

La mejor relación que he tenido fue con otro trabajador sexual. Fue hermosa. Simplemente estábamos muy cómodos el uno con el otro y podíamos hablar de cualquier cosa. Recuerdo una vez en un restaurante, una pareja sentada en la mesa de al lado hablaba sobre su vida, propuestas de negocios, presentaciones, cosas así, entonces le pregunté a mi novio qué había hecho ese día. "Le hice fisting a una morra, ¿qué tal tú?", contestó. Yo dije, "me cogí a un hombre con un consolador y un arnés". Ambos nos morimos de la risa. La única razón por la cual no funcionó fue porque yo tengo hijos y él es algo más joven que yo, no tuvo nada que ver con nuestro trabajo.

Yo pienso que algunas prostitutas pueden ser demasiado ingenuas cuando se trata de encontrar una pareja, así que, cuando encontramos algo, a veces aguantamos más de lo que debemos. Esta es probablemente la razón por la cual he decidido mantenerme soltera, es mucho lío.

Charlotte Rose, Londres

"La mujeres con las que salgo asumen que soy una máquina sexual desenfrenada"

Soy un trabajador sexual especializado en el kink responsable y el ritual erótico. Las personas se impresionan generalmente de cómo alguien puede ser exitoso en este trabajo. Las mujeres con las que salgo asumen que soy un tipo de máquina sexual desenfrenada pero, de hecho, soy un alma bastante sensible. Algunas con las que he salido recientemente pensaron que mentía hasta que les mostré mi sitio web.

Estoy en una relación seria, pero practico la no-monogamia ética, también conocida como poliamor. Mi pareja solía enojarse cuando me salían sesiones de último minuto y cambiaba nuestros planes, pero he dejado de hacer eso para evitar peleas, ahora sólo tomo sesiones con anticipación.

No le miento a las personas con las que salgo, pero sí le miento a otras personas todo el tiempo; vendedores, taxistas, gente desconocida en bares o cafés que me preguntan qué es lo que hago. Lo hago para evitar largas conversaciones que he tenido millones de veces; no es por cuestión de tener pena. No hay gran estigma asociado con ser un trabajador sexual hombre, a diferencia de si eres mujer. Las personas hacen demasiadas suposiciones sobre cómo es salir con trabajadores sexuales; esperan enfermedades y drogas, además de una falta de valoración personal. En mi experiencia, nada de esto podría estar más lejos de la realidad.

Seani Love, Londres

"Me propuso matrimonio una noche en el malecón"

Solamente he tenido dos relaciones desde los 21. La primera fue cuando estaba tomando un descanso de ser escort, pero al contarle lo que solía hacer para ganar dinero, se molestó. Lo mencionaba cada vez que discutíamos y le costaba trabajo confiar en mí; hasta el punto en que revisaba mi teléfono y mis correos. Terminamos porque él quería tener una familia y yo no estaba lista para eso.

Cuando volví a ser escort, no tenía ganas de entrar en otra relación. Hubo un día en que vi a un nuevo cliente y me agradó; pensé que era lindo y divertido. Él tenía mi edad y llegaba un poco borracho al camellón en las noches en que yo trabajaba. Me propuso matrimonio cuando estaba borracho una noche en frente de todas las chicas rumanas con las que yo trabajaba y de mi padrote drogado. En ese entonces estaba practicando para ser dominatriz, así que cuando encontré un lugar donde vivir, él iba a verme a mi calabozo. Sin decir nada, desapareció por un año y fue entonces cuando me di cuenta de lo mucho que me gustaba. Al final me volvió a llamar. Tuvimos una sesión, fuimos a cenar y ya llevamos un año juntos.

Llega a ser algo complejo en cuestión de confianza. Me pregunto si él llegará a ver a otra trabajadora sexual y obviamente también se puede poner celoso de vez en cuando. Pero creo que funcionamos bien juntos porque ambos nos hemos visto en momentos muy vulnerables, así que existe un respeto mutuo. Aún así, cuando la gente nos pregunta cómo nos conocimos, solamente les contamos alguna historia aburrida.

Yvonne*, Londres

"He mentido durante los primeros meses de cada relación"

Soy trabajador sexual de tiempo completo, especializado en hacer milkmaid y kink feeding, pero en un primer momento nunca le cuento eso a nadie. He mentido durante los primeros meses de cada relación. Odio contarle a gente que no conozco bien; hay muchos prejuicios y no siento que la gente con la que apenas llevo saliendo un mes merezca saber mis detalles íntimos.

Le conté a mi novio a través de una serie de pasos. Al principio, le decía que lo había hecho en el pasado, finalmente le dije que aún lo hacía y que no dejaría de hacerlo por nadie. Él se decepcionó porque le había mentido y me tuve que mudar por unos días. Posteriormente, después de que los dos lloramos y nos dimos tiempo para pensar sobre todo, se dio cuenta de que no era la gran cosa. Es sólo un trabajo, no cambia quién soy yo.

Jamie Drake, Edimburgo

"Dijo que lo hacía para llamar la atención"

Casi todos los hombres con los que he salido han tenido una mala reacción ante mi trabajo dentro del mundo de la prostitución. Es normalmente un shock seguido por una reevaluación de todo lo que piensan de mí. He tenido citas en las que inmediatamente me preguntan, "¿qué es lo más atroz que has tenido que hacer?", como si estuviese forzado a hacer cosas horribles. Otros actúan perfectamente bien y luego nunca vuelven a llamar. Un tipo con el que salía estaba continuamente preocupado de que fuera a contagiarse de VIH y ETS por mi culpa, lo cual me hizo darme cuenta de lo poco que se conoce esta industria. Otro tipo me dijo que pensaba que lo hacía para llamar la atención y que era únicamente una etapa.

Cuando mi última relación se volvió más seria, decidí tomar un trabajo como mesero y alejarme un rato del trabajo de escort. Me di cuenta de que no podía involucrarme emocionalmente con mi pareja si él no aceptaba mi trabajo. Es un compromiso y en un mundo más liberal y educado me imagino que encontraría a más hombres que me aceptarían como soy.

Ben*, Londres

"Mi ex me ignoró durante dos días"

No tengo relaciones con hombres porque se me dificulta mucho mentir y no podría contarle a ningún hombre la realidad. Una vez le dije a mi ex que mi trabajo era tener sexo y me ignoró por completo durante dos días mientras decidía si quería o no que nuestra relación continuara. En ese momento, yo estaba devastada y preocupada de que nuestra relación terminara. Me preguntó sobre lo había hecho y cuántos clientes había tenido y si alguna vez lo había hecho mientras estábamos juntos. Me sentí humillada y molesta.

Desde entonces, he tenido un par de citas y encuentros casuales pero simplemente se me dificulta mucho mentir. Odio vivir una doble vida, pero no he podido contarle a mis amigos porque sé que me juzgarán.

Stacey*, Edimburgo y Belfast

*Los nombres que fueron modificados.