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Los celulares grandes son útiles para todos menos para ti

¿No les parece raro que una empresa famosa por su buen diseño haya optado por un diseño tan poco práctico?

Este artículo fue publicado originalmente en Motherboard, nuestra plataforma de ciencia y tecnología.

Tengo una teoría sobre tu teléfono celular.

Como buena teoría de conspiración, tiene que ver con una industria internacional multimillonaria, cientos de millones de componentes y cambios lentos a lo largo de los últimos años, todo con el fin de manipular tu relación con el dispositivo nada pequeño que traes en el bolsillo.

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Cuando salió el iPhone 6 de 11.9 cm en 2014, me rehusaba a creer que los teléfonos pequeños habían muerto. Juraba que no iba a comprar un nuevo teléfono en 2015 si Apple dejaba de fabricar teléfonos de alrededor de 10 centímetros de longitud. No creía que fueran capaces pero las señales eran claras.

En 2015, cambié de teléfono. Pensé en quedarme con mi 5S pero el OS empezaba a ser un poco lento en el equipo después de dos años de uso. Los que ya tenían un iPhone 6 me dijeron que iba a tardar en acostumbrarme al cambio del tamaño en el celular pero que no había mayor problema. Al final compré el 6S con la esperanza de acostumbrarme rápido.

Pero me equivoqué. Habría sido más rápido acostumbrarme a sostener un pescado vivo. El tiempo que paso en mi teléfono no ha cambiado pero ahora mis manos se adormecen y me duelen las muñecas y los dedos después de un rato. He probado varias carcasas y fundas pero ninguna funciona.


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Soy un viejo marinero y este teléfono es mi albatros. Juntos navegamos el mar del internet pese a que me limita, me retrasa y me golpea en la cara (cuando estoy acostada y se me cae).

Tengo la suerte de poder comprarme un nuevo teléfono, como todos los que pueden pagarlo. Pero ¿no les parece raro que una empresa famosa por su buen diseño haya optado por un diseño tan poco práctico? A pesar de que los smartphones han sufrido una serie de cambios inmensos en muy pocos años, hay muy poca información disponible del porqué son cada vez más grandes o delgados. Hace dos años escribí un artículo sobre cómo los teléfonos "pequeños" con hardware de nueva generación estaban desapareciendo. (Los teléfonos como el supuesto iPhone 5SE, que se van a fabricar con hardware viejo del inventario no vendido de Apple, no cuentan).

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¿Cómo llegamos a esto? El primer iPhone, que salió en 2007, no era mucho más grande que el Motorola Razr de 2003, con 11.4 cm de alto y 6 cm de ancho, en comparación con los 5.3 cm del Razr. En el transcurso de ocho años, la tecnología reciente del smartphone adoptó todo lo que le ofrecieran los diseñadores, desde el pequeñísimo HP Veer, hasta el inmenso Galaxy Note y las decenas de teléfonos Android en un punto intermedio, con formas y tamaños diferentes pero, a fin de cuentas, todos imitaban el diseño minimalista del iPhone: pantalla enorme con un solo botón en la parte inferior.

Y después, poco a poco, el rango de tamaño se redujo. Y el número de nuevos modelos se disparó. Los teléfonos pequeños llegaron a su obsolescencia programada. En poco tiempo, la única opción para los que querían un nuevo teléfono eran modelos con pantallas de 11.9 cm o más.

Cada vez hay más intereses poderosos que quieren que tiremos nuestros teléfonos para que los reparen o nos vendan unos nuevos.

Los fabricantes de celulares parecían ignorar los problemas de practicidad que implicaban las pantallas grandes. Algunos estudios han revelado que 10.9 cm es lo más grande que puede ser un teléfono sin que su dueño tenga problemas para usarlo. El tiempo de uso del teléfono disminuye significativamente porque es difícil usarlo con una sola mano —y eso para la mano promedio de los hombres—. Para la mitad de los hombres y la mayoría de las mujeres, un teléfono más grande que 10.9 cm (el iPhone más pequeño en la actualidad) es demasiado grande.

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Una encuesta informal que hice en Twitter (donde la mayoría de los participantes eran hombres; así es Twitter) reveló que la mitad de los usuarios que respondieron pensaban que sus teléfonos eran demasiado grandes.

"Todas las mejores marcas tienen teléfonos enormes. Odio tener que aceptar esto para poder tener un teléfono con tecnología de punta que me da pavor tirar", dijo el dueño de un iPhone de 13.4 cm.

"Odio tener que pagar miles de pesos por algo que no me cabe en las manos sólo porque no quieren fabricar modelos más pequeños", señaló otro usuario que tiene un iPhone de 13.4 cm. "Me gustaría que anunciaran el ancho de la pantalla en vez de la longitud diagonal. Una pantalla de 6.3 cm sería ideal para mis manos".

"No le puedo poner una carcasa porque entonces se me dificulta agarrarlo", se quejó un usuario por su teléfono de 11.9 cm.


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Las mujeres tampoco se han puesto al corriente con la nueva tendencia de celulares grandes. "No entra en mi chamarra ni en las bolas de mi pantalón porque los fabricantes de ropa odian a las mujeres" escribió una mujer que tiene un teléfono de 13.4 cm. "Además, es muy pesado y agrava la tendinitis de mis muñecas".

Lo que más molesta a la gente es que no puede sostener su teléfono con una sola mano.

"Tengo que cambiarlo de posición para alcanzar ciertas partes de la pantalla cuando lo uso con una sola mano y me da pánico tirarlo a pesar de que tiene funda", escribió una persona. "No puedo escribir bien con una mano sin tener miedo de tirar el pinche teléfono. Por eso ya nunca respondo mis mensajes", dijo otro usuario. "Es muy fácil que se caiga y no puedo alcanzar las apps de la orilla sin tener que usar las dos manos", dijo otro. "Me duele la mano cuando trato de escribir", dijo otro usuario.

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Resulta increíble que Apple, y cualquier otra empresa que venda smartphones, haga un diseño tan incómodo para un producto cada vez más esencial en la vida de las personas.

No se puede negar el argumento de los teléfonos grandes: mientras más grande sea la pantalla, cabe mejor el contenido. El consumidor más deseable del smartphone es la generación de los baby boomers (que ahora tienen entre 51 y 70 años), según un especialista en diseño de producto ergonómico llamado Bryce Rutter, un sector al que antes no se dirigían los smartphones. A pesar de que usualmente es posible agrandar las letras en la pantalla del teléfono, una pantalla más grande permite que se vea más contenido a la vez y eso hace felices a los baby boomers.

Pero incluso para la gente mayor —el principal objetivo demográfico de los teléfonos grandes por los problemas de la vista—, que su celular sea mas grande no significa que sea mejor, señaló Rutter. Ahora los teléfonos son más grandes pero también se han vuelto más delgados y resbaladizos. Son difíciles de sostener para cualquiera, en especial para la gente mayor, que ya no posee tanta destreza. "Es común tener artritis en la mano. Con disminución de la habilidad y la función de la mano, se ha encontrado una solución a costa de otra", dijo Rutter.

Esto nos lleva a la explicación económica y mi propia teoría de conspiración para explicar el auge de los teléfonos grandes: Cada vez hay más intereses poderosos que quieren que tiremos nuestros teléfonos para que los reparen o nos vendan unos nuevos.

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Tiré mi teléfono y rompí la pantalla, y sé que a muchos les ha pasado algo similar. Después de unas cuantas caídas, la cámara dejó de funcionar. El genio de Apple que visité se ofreció a ignorar que reemplacé la pantalla con una imitación china, lo cual hace inválida mi garantía, y aceptó venderme un teléfono nuevo de Apple en descuento por unos cuantos miles de pesos.

Es más que obvio que a las empresas que fabrican el hardware les conviene que yo y todos los que respondieron mi encuesta suframos para sostener nuestro teléfono. Odio las teorías de conspiración y, aún así, heme aquí, una persona sosteniendo un iPhone, y todo lo que veo son señales.


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En sus inicios, el soporte técnico ayudaba principalmente a los clientes con garantías. El dinero no cambiaba de manos tan seguido. En las primeras versiones del iPhone, era común que te dieran un reemplazo gratis cuando se rompía la pantalla, dejaba de funcionar el botón principal o se presentaba otro problema (lo único que no perdonaba Apple era el daño por agua, por eso puso sensores de agua junto a los conectores de 30 pines). Ahora Apple cobra casi dos mil pesos por reemplazar la pantalla del iPhone 6S "incluso si" el dueño compró la garantía AppleCare. Sin esa garantía, el precio aumenta a 2,430 o 2,800 pesos para un iPhone 6S Plus.

Es difícil saber qué tan bien le va a Apple con este negocio. Pero resulta obvio por todas las tiendas de reparación de iPhones que se anuncian en internet o en la calle que la industria de servicios de reparación se está beneficiando. IBISWorld, una firma de investigación de mercado que lleva un registro de la industria de servicios de reparación, predijo una tasa lenta de crecimiento para los próximos años, 2.3 por ciento al año en promedio. No obstante, según IBISWorld, la industria de reparación creció de 1.4 mil millones a 4 mil millones de dólares en tan sólo 16 meses.

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Ahora los teléfonos son más grandes pero también se han vuelto más delgados y resbaladizos.

"La industria de reparación de celulares ha crecido enormemente en los últimos cinco años gracias a varios factores, entre ellos el internet móvil más barato y confiable y la popularidad cada vez mayor de los smartphones, que son más frágiles y, por lo tanto, más propensos a descomponerse", dice en el informe. Eso sin mencionar el aumento en las ganancias de Apple en los últimos años, desde que empezó a cobrar reparaciones a pesar de haber concedido una garantía.

Además de las transacciones de reparación, también existe la industria que vende teléfonos modificados en el extranjero para mayores ganancias o los destruye y les quita las partes más valiosas. Gartner calculó que las ganancias por este tipo de teléfonos era de alrededor de 7 mil millones de dólares en 2014 y que va alcanzar los 14 mil millones para 2017 con la venta de hasta 120 millones de unidades. Muchos distribuidores, incluyendo a Apple, van a aceptar teléfonos usados gratis. Si el equipo está en buenas condiciones, el mercado de reventa es amplio.

Cuando estaba haciendo la investigación para este artículo, Apple anunció un programa nuevo que permite a los usuarios intercambiar teléfonos descompuestos para obtener crédito en modelos nuevos, cuando antes sólo aceptaba equipos en buen estado. La empresa también implementó un programa de instalación de protectores de pantalla en sus tiendas.

Gartner también señaló en el informe que los entusiastas de la tecnología son los que más compran equipos nuevos y son los clientes de más alta fidelidad. Claro, cuando la obsolescencia programada deja de ser un buen negocio, el fabricante de dispositivos ofrece otras opciones y una de ellas es crear teléfonos que son más fáciles de tirar y más propensos a necesitar un servicio de reparación. Y ahora que todos los teléfonos tienen pantallas de 11.9 cm o más, escoger un teléfono diferente no resuelve ninguno de estos problemas. Todos ganan. Menos el consumidor.

Imagen: Lia Kantrowitz