El sánduche 'Godzilla', el monstruo de la Universidad Nacional

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Fast Food Week

El sánduche 'Godzilla', el monstruo de la Universidad Nacional

Dedicamos estos versos al mórbido papá de la comida chatarra universitaria.

Surgió de las profundidades.

No de aguas japonesas, como el lagarto gigante. Ni siquiera del oscuro lago que parió a Nessie, el famoso críptido escocés. Tampoco.

Este fue debajo de un puente.

A este lo cocieron manos humanas, con filosas espátulas, sobre una plancha aceitada en exceso.

Lo hicieron a imagen y semejanza de su abuelo ultramarino (¡ah, monstruoso espejo del reptil mutante! ¡Ah, grotesca caricatura del mítico kaijū de Tokio!).

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Lo imaginaron luengo, grueso, monumental. Aterrador.

Y lo ensamblaron como al primer hombre. Primero, con órganos vitales: pan blando y una masa indistinta de carne de hamburguesa, desmechada y pechuga de pollo. Después, con fuertes huesos de jamón, chorizo y salami (lejano e insalubre eco de sus ancestros europeos). ¿Su sangre? Una mórbida capa de queso, berenjena, lechuga y cebolla. Y, para arrojarlo al mundo, lo coronaron con guacamole, maíz, papas cabello de ángel y una madeja desordenada de salsas tártaras, de tomate, rosadas, barbiquiús, mostazas y demás aderezos industriales en contenedores descomunales.

Allí, en ese local empotrado bajo el puente de la 45 con 30, en esa mítica gruta administrada por doña Luz Rojas Hernández, 'La Vecina', se le dio un nombre.

'Godzilla', el colosal rey de los sánduches en Bogotá. Un rey de veinte mil pesos, vestido de aluminio para llevar.


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Este magno manjar ha acompañado las borracheras y los almuerzos comunales de los estudiantes de la Nacho desde hace más de 30 años y, para muchos, ya es patrimonio gastronómico distrital. Más porque el negocio mismo, 'La Vecina.com', alberga sus propias mitologías. Como recuerda el periodista Gabriel Pabón, el lugar fue fundado en la crisis de 1984 de la Universidad Nacional, cuando la cerraron "por un desalojo del Ejército Nacional y la desaparición de varios estudiantes de la institución". Sobrevivió a las pedreas, los tropeles noventeros, los robos y las bombas. Al esposo mismo de 'La Veci' lo mataron unos extorsionistas, que casi obligan a su cierre definitivo.

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Pero sobrevivió, y con creces.

Su grasosa estirpe se ha multiplicado con 'Monstruos', 'Hipopótamos' y 'Mamuts' que solo se diferencian de su gran hermano por un par de ingredientes (y unos miles de pesos). El séquito indispensable de casi todos los borrachos de Teusaquillo.

En esta semana de la comida rápida en VICE, dedicamos esta oda al papá de los sanduchitos criollos: el que mide más que cuatro tarjetas del SITP en línea, el que es más largo que cinco peches, el que es del tamaño de un brazo. El engendro que solo es superado en volumen por un extintor entero.