El congreso francés se niega a rebajar los impuestos de los tampones y otros productos

Los legisladores del Congreso francés han votado en contra de una enmienda que se proponía rebajar el IVA de los productos para la higiene femenina. El recorte proponía pasar de gravar un 20 por ciento a hacerlo un 5,5 por ciento.

Los diputados rechazaron la enmienda a primera hora del jueves pasado después de debatir el asunto durante poco más de quince minutos. Los opositores de la misma — que había sido previamente promulgada por una comisión parlamentaria — se impusieron en la votación de la cámara alta por un voto de diferencia.

Christian Eckert, secretario de Estado para el presupuesto nacional, advirtió durante el debate que "la crema de afeitar masculina también está gravada con un 20 por ciento". El comentario desató una oleada de respuestas indignadas entre el feminismo y los analistas en las redes sociales.

La propuesta de enmienda al presupuesto de 2016 había sido interpuesta por la diputada socialista Catherine Coutelle, quien es, a su vez, presidenta de la delegación por los derechos de la mujer en el congreso.

"Quería llevar el asunto a la arena pública", proclamó Coutelle el viernes. Acto seguido aseguró que recurriría la decisión en el senado. "Creemos que se trata de productos de primera necesidad, porque a las mujeres que los consumen no les queda otra alternativa que consumirlos", explicó. Según Coutelle, el llamado "impuesto el tampón" afecta a 15 millones de francesas.

El IVA francés se grava sobre determinados bienes y servicios y está incluido en el precio de venta. Existen cuatro categorías de IVA en el país galo, incluida la tasa del 5,5 por ciento, aplicada a productos de primera necesidad como la comida, el gas y la electricidad. Claro que también se aplica a los libros.

La tasa habitual de IVA que se aplica a la mayoría de los productos es del 20 por ciento. La segunda categoría, en la que se grava un 10 por ciento del valor, se aplica a restaurantes, transporte y productos agrícolas. La más baja de las cuatro es la del 2,1 por ciento — lo que constituye una tasa especial que se grava sobre los fármacos reembolsados por la seguridad social francesa, y sobre algunos periódicos.

"El gobierno no quiere incrementar las tasas del IVA… Y eso es algo que va para esta enmienda y para toda la pléyade de enmiendas que debemos evaluar en los próximos días", dijo Eckert. Según el gobierno, reducir el IVA de los tampones, las compresas y las copas menstruales supondría una rebaja en la facturación de impuestos de 55 millones de euros.

En una entrevista concedida con el periódico Le Parisien, la secretaria de Estado para los derechos de la mujer, Pascale Boistard, admitió que los productos para la higiene femenina son "claramente de adquisición necesaria". Sin embargo, defendió la postura e Eckert y explicó que lo único que ha hecho el secretario para los presupuestos ha sido "subrayar la complejidad de los asuntos relacionados con el IVA".

"Productos de primera necesidad"

Eckert desató la indignación del colectivo feminista galo Georgette Sand el día en que comparó los tampones con la espuma de afeitar. Sus miembros fueron las primeros en denunciar lo injusta que consideraban la tasa sobre los tampones.

"Una barbilla sin afeitar no es motivo de percepción negativa alguna. Sin embargo, una falta de protección menstrual sería mucho más difícil de ocultar", afirma el colectivo en su página web. La piedra angular del razonamiento del colectivo es que los productos para la higiene femenina — a diferencia de la crema de afeitar — forman parte de los llamados productos "de primera necesidad".

"Es evidente que no tiene idea de lo que está hablando", afirma Gaëlle Couraud, una de las miembros del colectivo. "El mensaje que encubre su discurso es: no voy a permitir que una panda de mujeres se entrometan en mi IVA. Dediquémonos a asuntos más importantes", explicó Couraud el viernes.

Los que se oponen a aplicar tasas más bajas sobre los tampones lo comparan a menudo con el papel higiénico. Este podría considerarse también como un producto de primera necesidad. Sin embargo, también está gravado con un 20 por ciento de IVA. "Claro que el papel higiénico se puede conseguir, a menudo, en lugares públicos. Algo que no sucede con las compresas", razonó Couraud.

El colectivo Georgette Sand está aunando esfuerzos con sus homólogos británicos, alemanes e italianos para interponer una enmienda contra el impuesto a nivel europeo.

Canadá lucha contra el impuesto sobre los tampones

El pasado mes de marzo, el mismo colectivo formuló una petición para rebajar el impuesto sobre los tampones y recabó 19.000 firmas. La feminista Laura Croyton logró que una petición casi idéntica lograra el apoyo de más de 250.000 firmas en Gran Bretaña. En Reino Unido, el IVA aplicado sobre los productos para la higiene cayó del 17,5 al 5 por ciento en el año 2000.

"Estamos proponiendo que tales productos pasen a ser gravados con un 5,5 por ciento. O, mejor aún, con un 2,1 por ciento", proclama Couraud. "Gran Bretaña, Italia y Alemania ya han exigido que se deje de aplicar totalmente el IVA sobre tales productos. Y eso que los mismos ya están sujetos a tasas muy bajas. En Francia estamos claramente rezagados".

Canadá revocó completamente el impuesto sobre los productos para la higiene femenina el pasado mes de julio.

En Estados Unidos, las tasas sobre los tampones varían según el estado. En cinco de ellos no se gravan. Y en siete ni siquiera se aplican las tasas de valor añadido en las transacciones comerciales.

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