Sexo

El sexo dejó de interesarme hasta que empecé a acostarme con mujeres

Esta chica de 22 años pasó de estar comprometida con un hombre a sentirse asexual y, finalmente, encontrar la felicidad en la intimida con otras mujeres.
Nana Baah
London, GB
RT
fotografías de Rhys Thomas
MA
traducido por Mario Abad
sexo entrevistas asexualidad sexo con mujeres
Todas las fotos por Rhys Thomas

Se rumorea que los millenials no follan, en este artículo hemos querido preguntarle a una de ellos si eso es verdad o no.

SABINA, 22

Calidad general de sus relaciones sexuales: 8/10
Frecuencia con que practicas sexo: 7/10
Grado de intimidad: 9/10
En general, ¿qué sientes respecto a las personas con las que follas?: 10/10
¿En qué medida estás satisfecha con el tiempo de que dispones para practicar sexo?: 3/10

VICE: ¡Hola, Sabina! ¿Cuándo fue la última vez que practicaste sexo?
Sabina: Hace una semana.

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¿Lo practicas con la misma frecuencia que tus amistades?
Sí, o incluso más.

¿A qué crees que se debe?
La mayoría de mis amigos están solteros y, por primera vez, yo también lo estoy, y las chicas heteros que conozco se acuestan con tíos muy de vez en cuando, a pesar de que son superatractivas y tal. Y cuando digo de vez en cuando me refiero a una vez cada dos semanas. Muchas de ellas incluso menos, tal vez una vez al mes o así.

¿Qué opinas del estudio del British Medical Journal? ¿Tienen la culpa las redes sociales de que todos follemos menos?
Quizá las redes sociales no, pero sí las aplicaciones de citas, porque sabes que tienes opciones y que no te vas a morir sola porque ahí está Tinder para salvarte, así que sientes cierta seguridad.

¿Crees que las opciones son tantas que la gente ya ni se molesta en elegir?
Sí. Yo crecí en Polonia, un país que fue bastante comunista. Allí, cuando no había mucho donde elegir en el súper, te conformabas con lo que hubiera; era fácil decidir. Ahora Polonia es supercapitalista, y en los 90 llegó una oleada de productos que abrían las posibilidades hasta tal punto que te quedas bloqueada. Pues para mí, ha pasado lo mismo con Tinder: siempre estás a un swipe de encontrar a la pareja ideal y eso puede acabar resultando abrumador para algunos.

Sabina AYGA

Sabina y su prometido rompieron

¿Siempre has usado Tinder?
Sí, empecé a usarlo a los 18 años. Durante una época de mi vida solo tenía seleccionados a los hombres, luego hombres y mujeres, y ahora solo mujeres.

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Háblame de cuando empezaste a cuestionarte tu sexualidad.
De adolescente, creía que el sexo era lo más maravilloso que hay en el mundo. A partir de los veinte, me empezó a aburrir soberanamente. Ya no era una prioridad y eso supuso un problema porque por aquel entonces estaba prometida con un chico.

¿Qué signos indicaban que eras asexual?
Lo que más odiaba era que, con el sexo, hay muchos detallitos. Si sales de la ducha y a tu novio le apetece, es como, “No, tengo que cepillarme el pelo o se me enredará”. Son esas pequeñas chorradas que suelen pasar desapercibidas, lo que me cabrea.

Claro, si se convierte en un incordio, dejas de querer hacerlo.
Exacto. Era todo inconvenientes. Para otros será romántico, pero yo lo odiaba.

¿Cómo le dijiste a tu novio que eras asexual?
Se supone que nos íbamos a casar este año o el que viene, pero llegó un punto en que él ya suponía que yo era asexual, porque vio en mi móvil que lo había estado buscando en Google.

¿Te dijo algo?
Recuerdo que fue muy violento: estábamos viendo BoJack Horseman y salía un personaje que era asexual y que creó una aplicación para gente asexual. Fue muy raro verlo con él porque resultaba evidente que yo también lo era.

¿Cómo te hizo sentir ese cambio de actitud respecto al sexo?
Llegó un punto en que él quería practicar sexo y yo aceptaba a regañadientes cada dos semanas o así. Empecé a sentirme como una carga pero luego pensé que quizá era porque no me sentía atraída por él.

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¿Qué te ha parecido la experiencia de liarte con mujeres?
Bueno, tengo un problema cuando voy a los locales gais. Todo el mundo se emperifolla y se prepara para ligar, pero nadie liga conmigo. Se lo estaba comentando a una amiga lesbiana y me dijo: “No me extraña, es que pareces superhetero”. No es tan fácil, porque incluso cuando estás en un sitio gay, la gente puede pensar que no lo eres.

¿Has vuelto a recurrir a las aplicaciones de citas cuando no has podido conocer mujeres en persona?
Al principio me bajé una aplicación solo para lesbianas. No me acuerdo del nombre, pero recuerdo que me molestó mucho que te pidiera que te definieras con categorías sexuales como escoliosexual y cosas así. Estuve con una amiga un buen rato intentando crear mi perfil pero no hubo manera. Era todo tan absurdo que lo borré y volví a Tinder, donde conocí a alguien.

¿Cómo fue el proceso de aceptar tu sexualidad?
Descubrí hace muy poco lo fluida que es la sexualidad. A estas alturas, creo que ya he pasado por casi todos los estadios de la mía y siento síndrome del impostor en cada uno de ellos.

¿A qué te refieres?
Bueno, mi madre dice que estoy pasando por una “fase lésbica”, y en mi cabeza oigo una vocecita que me dice lo mismo. Entonces, ¿lo de ser hetero también fue una etapa? ¿La mitad de mi vida no es más que una etapa? Recuerdo encapricharme de chicas en el colegio y eso. Años después, estoy saliendo con chicas y no lo veo como una etapa. Entonces, ¿qué es?

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¿Y qué tal fue lo de pasar de la asexualidad a ser lesbiana?
Buena pregunta. Creo que era asexual porque solo me veía con hombres. En mi cabeza era o eso o no estar con nadie. Siempre me he sentido como empujada a ser heterosexual y a llevar una vida acorde a eso, a hacer lo que la gente esperaba de mí. Pero acostarse con mujeres es mejor. Normalmente, cuando te acuestas con hombres, en cuanto terminan se acaba todo. Hay como una limitación de tiempo; tienes siete minutos para intentar…

¿Siete minutos?
Bueno, más o menos. Dependerá del tío. Pero con las mujeres es más fácil, no solo porque juegues con ventaja al conocer la anatomía…

Perdona un segundo: ¿el tatuaje que llevas en el brazo no es Trixie Mattel [una drag queen]?
¡Sí, la conocí ayer en Drag World y se lo enseñé! Mira, de hecho, Drag Race también me ayudó con el tema de mi sexualidad.

SabinaAYGA

Sabina dice que ‘Ru Paul’s Drag Race’ la ayudó a entender su sexualidad

Mi amiga me enseñó el primer episodio de la novena temporada y yo pensé: “Vale, esto es muy raro”, pero luego me enamoré de la serie. Es genial que haya un programa entero dedicado a la cultura gay para gente gay y que se acepte como normal. Algunas de las historias de los concursantes son muy interesantes y mucha gente se identifica con ellas. Yo incluso creo que mis padres piensan que soy gay por haber visto demasiado la serie [Risas].

Me alegro de que te sirviera de ayuda. Entonces, después de un periodo sin sentir deseo sexual, ¿la primera vez no te abrumó?
Pues sorprendentemente, fue muy fácil. Me gustó mucho más que acostarme con hombres porque todo lo que hacía me provocaba siempre ese sentimiento de vergüenza.

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Ahora tu vida sexual es mucho mejor, ¿no?
Sí. El sexo con una chica es más fácil porque nunca te va a avergonzar ni humillar. Entiendes mejor el cuerpo de la otra persona. Es más emocionante e íntimo, también, supongo que por la novedad y porque de adolescente siempre lo he visto como algo tabú.

¿Te refieres a ser gay?
De pequeña, cuando iba a una piscina pública, no miraba a las mujeres desnudas, no me atrevía. No sé por qué… No me parecía normal mirarlas de esa manera en que las miraba.

¿Sentías que no era correcto disfrutar viendo mujeres desnudas?
Sí, más o menos. Pero de niña no era consciente del concepto de cosificación. Solo pensaba que no debía mirarlas. Ahora, en cambio, las miro a todas horas y nadie me puede decir nada [Risas].

¿Cómo crees que maneja su sexualidad la gente más joven que tú?
Mi hermano es cuatro años menor y creo que la gente de su edad está menos obsesionada que nosotros con el sexo. Están más relajados y muchos esperan hasta sentirse preparados, lo cual me parece rarísimo. Yo perdí la virginidad a los 16.

Sí, para nosotros era casi como una carrera.
Exacto. ¡Yo fui la primera de mi grupo de amigos y estaba superorgullosa!

Yo a los 15 años mentí sobre eso porque fui de los últimos de mis amigos en perder la virginidad, a los 19.
¿En serio? Yo tendría que haber hecho lo mismo. Pero bueno, la sensación esta de ser la primera es horrible. ¿Para qué tanta prisa, si al fin y al cabo la edad legal para hacerlo son los 16? A los 16 años pensaba que perder la virginidad a los 19 era muy tarde, pero no es así. Sigues siendo aún una niña. Me sabe fatal por la gente diez años mayor que nosotros que se vio un poco obligada. Es terrible.

Gracias, Sabina.

Este artículo se publicó originalmente en VICE Reino Unido.