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Esta misteriosa tribu indonesia realiza cacerías mortales de ballenas

A diferencia de la recepción hostil que recibió el año pasado un misionero estadounidense por parte del pueblo sentinelés, Doug Bock Clark fue llevado a cacerías espirituales de ballenas.
cazadores de ballenas
Foto izquierda por Doug Bock Clark. Foto derecha por Ardiles Rante / Barcroft Media / Getty Images

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

Doug Bock Clark escuchó por primera vez sobre los lamaleranos cuando vivió en Indonesia durante dos años con una beca Fulbright. El periodista estadounidense no creía las historias al principio porque las mismas personas que le contaron sobre la misteriosa tribu —la cual supuestamente cazaba ballenas en barcos primitivos con armas antiguas— también insistían en contar historias disparatadas sobre criaturas parecidas a dinosaurios y magia en la selva.

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Pero cuando Clark finalmente investigó a los lamaleranos, se sorprendió de saber que en efecto, eran una tribu real. Al disfrutar de un estatus especial por parte del gobierno indonesio, los lamaleranos subsisten de arponear cachalotes, hacer trueques con las comunidades vecinas y en gran medida de apegarse a las prácticas antiguas, aunque han tenido que recurrir a un uso limitado de botes de motor. Clark estaba determinado a pasar un período prolongado de tiempo con ellos, intrigado por la idea de una comunidad relativamente aislada, que no es conocida por su hostilidad violenta hacia los forasteros, como los sentineleses de la India, en peligro de extinción, que fueron noticia el año pasado después del asesinato de un misionero estadounidense.

En el próximo libro The Last Whalers: Three Years in the Far Pacific with a Courageous Tribe and a Vanishing Way of Life, Clark cuenta la historia de una de las últimas tribus de su tipo en el planeta: personas que viven según las tradiciones de la cacería de ballenas transmitidas por sus antepasados, incluso si los ecologistas y los occidentales curiosos como él podrían amenazar con alterar su cultura. VICE habló con Clark para averiguar cómo compararía a los lamaleranos con los sentineleses, cómo fue acompañar a la tribu en la cacería de ballenas, cómo la globalización está llevando a la erosión de la cultura de los lamaleranos y cómo la tribu ha resistido el cambio a lo largo de los años.

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VICE: Para empezar, en vista de que los occidentales a menudo carecen de un sentido de diversidad entre las tribus "cazadoras-recolectoras" o "primitivas", ¿cómo compararías a los lamaleranos con los sentineleses, que son conocidos por su sospecha violenta de los forasteros?
Doug Bock Clark: Son completamente diferentes. Los sentineleses han rechazado deliberadamente todo contacto. Han dejado muy claro que no quieren que nadie tenga ningún contacto con el mundo exterior. [Ellos] amenazan violentamente y/o matan a cualquiera que pise su isla. Los lamaleranos han tenido contacto prolongado con occidentales y otros indonesios desde fines del siglo XIX. Es un lugar muy remoto, así que hay un número limitado de personas que visitan la zona. Pero los lamaleranos están interesados en el mundo exterior.


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¿Cómo valorarías su capacidad para resistirse al cambio y conservar sus tradiciones a lo largo de los años?
Cada año se reúnen en el denominado "consejo en la playa". En ese encuentro de cazadores calificados, los hombres adultos que participan en la cacería discuten cuáles serán las reglas para el año, en lugar de permitir que el cambio llegue a ellos. La tribu, de una manera muy consciente, piensa: ¿Qué vamos a permitir en nuestra comunidad y qué no vamos a permitir en nuestra comunidad?

Entonces se han resistido a aplicar cambios en algunos aspectos, pero también han sido muy flexibles en otros. Un ejemplo de esto es su lenta adopción de las embarcaciones de motor, con las que poco a poco se han sentido más cómodos y han descubierto formas de entenderlas dentro del contexto de sus creencias religiosas. Pueden usar las embarcaciones para ciertos tipos de cacería, pero no para cazar cachalotes, que es el tipo de presa más importante espiritualmente.

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Fue un largo proceso que tomó décadas, ¿cierto?
Hubo un lento pero constante acercamiento hasta 2001. La tribu tenía que decidir: ¿Vamos a dejar que la gente use estos motores para cazar ballenas, que son los animales más sagrados? Son los que nos envían los antepasados y son la encarnación de los antepasados. ¿Vamos a dejar que la gente use estas máquinas modernas para hacerlo? ¿O vamos a seguir usando remos y velas hechas de hoja de palma como siempre lo hemos hecho?

Básicamente decidieron que no. Sólo los barcos antiguos podían atacar a las ballenas. Pero luego, durante los siguientes años, algunos miembros muy inteligentes y más jóvenes de la tribu tuvieron una idea: "Bueno, ¿y si atamos una cuerda para remolcar uno de los antiguos botes de remos mediante un bote a motor, lo usamos para arrastrar el barco grande y antiguo cerca de las ballenas, y luego lo soltamos? ¿Violaría las reglas de los antepasados?

Después de mucho debate, decidieron que se trataba de un vacío legal que los miembros más jóvenes de la tribu podían explotar. Ahora se ha convertido en el método para cazar ballenas. Utilizan los motores hasta cierto punto para que los barcos más grandes y lentos se encuentren a corta distancia de las ballenas, y luego los sueltan y siguen exactamente las costumbres de los antepasados.

¿Puede detenerse o revertir este proceso, así como otras formas en que se avanzado hacia la llamada modernidad en el comercio, por ejemplo? ¿Cuánto se está perdiendo?
Hay tanta presión del mundo exterior sobre la tribu, no solo del gobierno de Indonesia o de los extranjeros que la visitan, sino también de sus miembros, muchos de los cuales salen de la comunidad y ven el mundo exterior y regresan con nuevas ideas. Esto socava lo que podríamos considerar como su cultura tradicional. [Pero] sus intentos conscientes de abordar estos aspectos son realmente loables e impresionantes. La mayoría de los grupos no piensan cómo van a involucrarse con el mundo exterior. Los antropólogos predijeron a finales de los años 80 que la tribu habría dejado de practicar sus tradiciones a principios de la década de 2000, y los lamaleranos no están solos.

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La ONU estima que hay aproximadamente 300 millones de personas tradicionales cuya situación no es exactamente igual a la de los lamaleranos, pero cuya experiencia como pueblo indígena es bastante similar en el sentido de que el mundo exterior los está abrumando un poco. Esta es una historia más grande que trata sobre lo que le está pasando a la humanidad. Si tenemos, más o menos, 7,000 culturas restantes en el mundo y perdemos de dos a tres cada mes, es una disminución increíble de las posibles formas de ser humano. Cuando uno de estos grupos desaparece, es una pérdida increíble de miles de años de riqueza cultural y prácticas que se desvanecen con ellos.

Has ido de cacería con la tribu. ¿Te importaría recordarle a nuestros lectores cómo fue tu experiencia en los botes de cacería de ballenas?
La cacería es algo increíblemente emocionante. Utilizas un remo o una vela o un motor pequeño para abrirte camino en medio del llamado Mar de Savu, una hermosa extensión de agua azul cristalina rodeada de unos cinco o seis enormes volcanes [que pueden verse] en el horizonte. Luego sales y buscas los chorros de agua que generan las ballenas. Cuando los ves, se convierte en desenfrenada persecución para intentar atraparlas. Es una verdadera experiencia de vida o muerte.

He visto varios barcos destruidos. He visto a algunas personas sufrir accidentes graves. Trágicamente, uno de mis amigos cercanos que aparece en el libro murió en una cacería. Tu adrenalina esta bombeando. Hay una plataforma de buceo que sale de la parte delantera del bote, y un tipo corre por la plataforma, salta y luego usa su peso corporal para clavar una lanza de bambú de 4.5 metros en la ballena. Luego amarran una cuerda desde la punta del arpón hasta el bote, lo que resulta en horas de batalla entre las ballenas y los hombres.

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Suena increíble, pero es una actividad religiosa o espiritual para los lamaleranos, y no un deporte o solo un trabajo, ¿cierto? ¿Cómo afecta eso al proceso?
Es algo maravilloso de presenciar en el antiguo sentido de la palabra. Los cachalotes son los depredadores dentados más grandes de la Tierra en este momento. Un macho grande puede medir 21 metros de largo y probablemente pese alrededor de 70 toneladas. A estos animales no les gusta que los ataquen, así que harán todo lo posible por destruir los barcos de los lamaleranos. Es posible que tengan de 30 a 60 centímetros de grasa, así que básicamente tienen que desangrarse hasta morir. No puedes apartar la vista de la batalla cuando estás en el barco. Estás luchando constantemente para asegurarte de que la cola de la ballena no te pegue o de no interponerte en el camino de los cazadores.

Es un acto sagrado para estas personas. Creen que las ballenas son reencarnaciones de los ancestros, o regalos que sus ancestros envían para alimentarlos. Consideran la captura de las ballenas como una práctica espiritual, y rezan y agradecen a las ballenas antes y después. También es algo complicado y emocional ver el asesinato de una criatura tan grande e inteligente como una ballena. Presenciar una de estas cacerías desborda muchas emociones, es una experiencias realmente inolvidable. He estado en decenas de cacerías y siento que puedo recordar casi todas con extrema claridad porque son eventos muy poderosos.

Esta entrevista fue ligeramente editada y condensada para mayor claridad. Conoce más sobre el libro de Clark aquí.

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