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Salud

Los surcoreanos están yendo a una prisión falsa para escapar de la vida

Miles de personas se están encerrando para huir de sus trabajos.
Gavin Butler
Melbourne, AU
Sergio Ávila
traducido por Sergio Ávila
Una mujer surcoreana sentada en la ventana de una cárcel
Imagen vía YouTube/BBC Reel

Artículo publicado originalmente por VICE Australia.

Miles de surcoreanos están yendo a prisión como modo de escape. Desde 2013, más de 2.000 personas se han registrado a las instalaciones del Prison Inside Me en el noreste de Hongcheon; una cárcel de mentira que imita la experiencia neutralizadora del encarcelamiento.

A los "reclusos" en Prison Inside Me les confiscan sus teléfonos y les dan un uniforme azul, un tapete de yoga, un juego de té, y un cuaderno, según informa Reuters. Se les prohibe hablar entre ellos y reciben alimentación básica que incluye gachas de arroz en el desayuno y patatas dulces al horno para la cena.

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Todo esto es voluntario, y gran parte de la clientela de las instalaciones está compuesta de oficinistas y estudiantes que buscan pasar un fin de semana lejos de la fuerte cultura trabajadora de Corea del Sur. En un país donde las horas son largas y los índices de suicidio son altos, esto podría estar salvando miles de vidas.

El trabajador coreano promedio trabajó un total de 2.027 horas en 2017, según una encuesta de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) —lo que los hace los ciudadanos que más horas trabajan después de los mexicanos y los costarricenses. Su cultura de estudio y trabajo híper competitiva es algo que el Berkeley Political Review describió recientemente como algo "letalmente tóxico", y los expertos creen que esto ha contribuido a los altos índices de estrés y suicidios del país. Según un reporte de 2017 de la Organización Mundial de la Salud, Corea del Sur tiene la segunda tasa de suicidios más alta del mundo, con un promedio de 28,3 personas por cada 100.000 que se quitaron su propia vida en 2015.

Fue gracias a esta cultura de presión que Prison Inside Me nació. La cofundadora Noh Ji-Hyang dijo que la idea de una prisión falsa fue inspirada en su esposo, un fiscal que debía trabajar 100 horas a la semana.

"Él decía que prefería la reclusión solitaria por una semana para descansar y sentirse mejor", dijo. "Ese fue el comienzo".

"Estaba exhausto física y mentalmente pero no era lo suficientemente valiente como para renunciar a mi trabajo", dijo el esposo de Noh, Kwon Yong-seok, a Al Jazeera. "No sabía qué hacer con mi vida. Luego pensé en pasar por un confinamiento solitario por una semana. El paso siguiente sería un poco más fácil sin cigarrillos, alcohol, relaciones humanas, un jefe y un trabajo estresante".

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Ahora cientos de surcoreanos se están encerrando en estas celdas de seis metros cuadrados por periodos de 24 horas, a veces 48. No hay relojes, ni espejos, y solo hay un pequeño inodoro.

"La prisión me da una sensación de libertad", dijo Park Hye-ri, una trabajadora de 28 años, a Reuters. "Estaba muy ocupada. No debería estar aquí en este momento, por todo el trabajo que tengo. Pero decidí hacer una pausa y darme un tiempo para reflexionar sobre una mejor vida".

Park pagó el equivalente a unos 90 dólares para pasar 24 horas en las instalaciones; y ella es una de muchas personas que están optando por este improbable y nuevo método de retiro para la salud mental. Según Noh, el confinamiento solitario no es nada comparado con la vida afuera. Para algunos, incluso puede ser la respuesta a eso.

"Literalmente estás confinado allá, que es la idea detrás de este programa", dijo. "Pero los participantes dicen que sienten gran felicidad y libertad aquí. La mayoría de ellos al principio se mostraron reacios porque les decían que era una cárcel. Pero después de quedarse, dijeron que la pequeña celda no era la prisión, el mundo exterior lo era".

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