FYI.

This story is over 5 years old.

Me chingué la rodilla

Guillermo Ochoa, un héroe sin capa

Yo pensé que los humanos no sabíamos volar, hasta que vi a Guillermo Ochoa.

El 17 de junio estuve en el que sea probablemente el partido más emocionante que haya presenciado en toda mi vida: el triunfo de México sobre Alemania en Moscú.

Yo pensé que los humanos no sabíamos volar, hasta que vi a Guillermo Ochoa. Me encontraba en la parte superior del estadio, y mis ojos al igual que los de millones de personas fueron testigos del momento en el que despegó los pies del césped para elevarse y suspenderse en el aire. No era una escena de alguna película de Hollywood; él sólo quería evitar que ese balón quemara las redes de su equipo. Fue así como logró evitar que la pelota se incrustara en su arco. Fueron milésimas de segundos en las que silenció a un país completo y al mismo tiempo rompió en un grito y ovación como si México hubiera anotado un gol, el más importante de su vida. Yo vi a Guillermo Ochoa volar.

Así lo hizo hace cuatro años en una atajada a Neymar. También alguna vez lo hizo en el Estadio Azteca jugando para el America: sacó una pelota de tiro libre que buscaba meterse al ángulo. Porque es un pájaro, el único hecho humano.

De los mexicanos es el único que actualmente podría competirle en su posición a quien sea, al mejor del mundo en el equipo que me digan. Dejó la comodidad de su país, su sueldo y su cultura para buscar dejar su nombre en lo más alto del futbol. Lo ha logrado con sus actuaciones, profesionalismo y capacidad. Es para mí el número uno en México, el mejor de todos los tiempos. Al menos de mis tiempos, de lo que yo he visto. Yo soy de la época de Jorge Campos, Oswaldo Sánchez, El Conejo Pérez, todos grandes, pero de todos el más grande, Ochoa.

Nos quedan algunos años para seguir disfrutando de sus espectaculares lances. Deseo que el futbol italiano sea la liga en donde lo podamos ver brillar, y que ahí encuentre su pretexto para seguir volando. Es ahí donde se siente cómodo, en el aire. No es humano, es un ave, y cómo tal el suelo no es su territorio, porque yo a Ochoa lo vi volar. Lo vi el día que confirmó su categoría de héroe, un héroe sin capa.