El tercer cuarto del segundo partido de las Finales de la NBA entre los Cleveland Cavaliers y los Golden State Warriors terminó en… bueno, terminó de alguna forma. Matthew Dellavedova perdió el balón y los Warriors salieron a la contra; la pelota acabó en las manos de Mo Speights, un tipo tirando a grandote —tanto, que cuando iba a machacar se quedó a medias y el balón rebotó en el aro.Lo que se produjo a partir de ahí sería digno de una comedia de los hermanos Marx: cuerpos chocando, árbitros por el suelo, la pelota yendo de acá para allá… afortunadamente, cuando parecía que todos íbamos a morir del ridículo, la bocina sonó para acabar con el cuarto (y con nuestro sufrimiento).Ah, y no os quedéis a medio vídeo: hemos añadido la banda sonora del 'show' de Benny Hill. ¿Que por qué? A ver, ¿qué preguntas son esas? ¿Cómo no íbamos a hacerlo? ¿Cómo podíamos evitarlo?[ABC]
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Esta secuencia entre los Cavaliers y Warriors es una cadena de despropósitos
El final del tercer cuarto entre Cleveland y Golden State fue un desastre cómico. Le añadimos la música de Benny Hill para terminar de redondearlo.