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Golden State Warriors

El panorama de los Warriors se complica sin Kevin Durant en la duela

La derrota de anoche ante los Bulls demostró qué puede pasar si los Warriors tienen mala puntería y Durant no está en la duela.
© Geoff Burke-USA TODAY Sports

La incorporación de Kevin Durant jamás mejoraría el juego de los Warriors de Golden State tanto como reforzarlo. Después de todo, un equipo que terminó la temporada con marca de 73-9 tiene poco que mejorar, y cuando el equipo despliega su mejor forma, Steph Curry, Klay Thompson, Draymond Green y compañía nos muestran algo cercano a la perfección sobre la duela. Lo que Durant aportó esta temporada, antes de su lesión de ligamento colateral medial la noche del martes ante los Wizards de Washington, fue la garantía más lujosa de la NBA. Cuando la transición del balón característica de los Warriors se estancó o cuando los triples no alcanzaban su objetivo, Durant tomaba el balón y lo ponía en la canasta. Así de simple.

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Anoche en Chicago, Golden State jugó su primer partido sin KD, quien estará cerca de un mes fuera, y al hacerlo confirmó la importancia del "chico nuevo" dentro de la duela. Si los Warriors se hubieran salido con la suya, el partido habría sido una señal de calma. Tal vez hasta la atención sobre los "Splash Brothers" habría desatado una ola de nostalgia de aquellos días más inocentes de la temporada 2015-16. Pero en su lugar, los Bulls ganaron un partido desequilibrado y físico; precisamente el tipo de juego que Durant pudo haber inclinado a su favor.

Si eres fan de Golden State, las estadísticas pueden parecer un tanto desalentadoras. "fallaron muchos tiros", dijo Jimmy Butler sobre sus rivales, de forma atinada, en la entrevista después del partido. Curry y Thompson se combinaron para 36 puntos y encestaron 3 de 22 tiros detrás del arco; de todos los Warriors sólo Curry anotó más de 13. La derrota, la segunda al hilo desde abril de 2015, fue un recordatorio de lo que se puede arriesgar y ganar con su método. Los triples, incluso aquellos lanzados por los mejores tiradores del mundo, no llegaron a su objetivo.

No fue difícil imaginarse, luego de ver la pachanga del jueves, la importancia que un jugador como Durant tiene para este equipo. Curry y Thompson fallaron sus 8 intentos de tres puntos en el último cuarto. Bajo circunstancias más cómodas, algunos de los tiros habrían sido concretados por Durant tan fácil como abrocharse una chamarra, y la derrota problemática se habría convertido en una victoria más de esas que se olvidan.

Los Warriors están dos partidos arriba de los Spurs de San Antonio en la lista de derrotas, y todavía quedan 21 partidos sin Durant en el calendario de la temporada regular. Es seguro que decidan ir por el segundo sembrado a cambio del regreso de su estrella en postemporada, pero por el momento tendrán que enderezar el barco. De todas formas, la lesión de Durant reanima las esperanzas para el resto de la Conferencia Oeste. Golden State hará ajustes (tiene que hacerlo lo más pronto posible), pero hasta que Durant no mejore, los Warriors seguirán siendo de este mundo. Les espera varias noches para olvido, como los demás mortales.