Se acabaron los tapujos: Así es la lucha grecorromana en México

La Lucha Olímpica y la Grecorromana son dos disciplinas que han tardado en tener desarrollo en países como el nuestro; los principales motivos se derivan del pudor por el contacto físico y por esa terca ideología de que las mujeres no deben practicar deportes de contacto por la rudeza que ello implica.

Para conocer un poco más de esas chicas rudas, visitamos las instalaciones del ex reposo de atletas de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, en la que se entrena a mujeres como varones para competencia. Javier Vázquez, entrenador universitario, compartió información con VICE Sports para poder entender un poco más de la dinámica para las mujeres en este deporte.

Al ver a las practicantes los rostros identificados son de adolescentes; pequeñas guerreras que suben y bajan escaleras para obtener mayor condición física, que utilizan una butarga de licra para poderse desplazar cómodamente y un calzado estilo tenis de botín para obtener mejor soporte en los pies.

Entre semana ellas practican en el gimnasio de las diferentes Escuelas Nacionales Preparatorias de la Máxima Casa de Estudios, pero el sábado se reúnen con el entrenador Vázquez con la finalidad de tener otro ambiente de entrenamiento y, sobre todo, mentalizarse y entrenar para competir.

"Muchos, tanto muchachos como mujeres, llegan buscando una actividad para tener sólo condición física, pero yo les respondo que los recibimos con gusto, pero nos concentramos más en los que compiten, porque aquí formamos personal para competencia". Esta respuesta quizá influya en las estadísticas, pues el propio entrenador confiesa que de toda la población que se inscribe al inicio del semestre, se reduce a un diez o quince por ciento al finalizar el año escolar.

Principalmente las mujeres se sorprenden de símismas cuando deciden quedarse sabiendo que llegaron motivadas por el ánimo de querer descubrir un deporte diferente y verse con una medalla en el cuello después de ser representantes de la UNAM.

"Antes era complicado ver población femenina practicando lucha", dice Vázquez;"pero afortunadamente eso ha cambiado", prosiguió. Al preguntarle los motivos, comentó tres puntos importantes: en primer sito se encuentra el hecho que los compañeros varones las aceptan como parte del equipo, las ven como sus iguales; el segundo punto es que las mujeres han perdido ese miedo a los deportes de contacto y, el tercero pero el más importante, es que tanto los hombres como las mujeres han perdido ese miedo del contacto cuerpo a cuerpo, generado, no precisamente por los golpes, sino por la cercanía del cuerpo de un hombre con una mujer.

Varias veces no hay suficientes practicantes para que puedan trabajar en el binomio mujer-mujer, así que tienen que realizar el entrenamiento con alguno de los varones. Las posiciones crean la cercanía con el otro del pecho, la cara, las piernas o la cadera; lo que anteriormente causaba mucha incomodidad tanto para los hombres como para las mujeres; hoy, afortunadamente, ese pudor, esa vergüenza ha disminuido y cada vez las mujeres se sienten como peces en el agua.

Lamentablemente la UNAM no cuenta con un sistema de seguimiento deportivo de las alumnas quienes practiquen este deporte; es decir, no tienen la forma de saber quién de las egresadas prosigue con sus entrenamientos y se convierten en profesionales de este deporte; sin embargo, comenta Javier Vázquez, la mayor cantidad de las chicas mata su carrera como luchadoras grecorromanas antes de ingresar a la Universidad.

La lucha grecorromana y otros deportes de contacto como el boxeo en categorías femeniles sufre el juicio de ser considerado como "aburrido" por el hecho de que suele ser más lento que un combate entre varones; sin embargo, lo interesante radica en que "las mujeres son más entronas, son más aguerridas", dice Javier Vázquez. Son métodos de pelea diferentes, las mujeres son más lentas, pero son más efectivas en la técnica, por ello se han obtenido, según el entrenador, mejores resultados en la rama femenil que varonil.

En general,este deporte sirve para reconocer la propia fuerza, pero sobre todo, la inteligencia: a diferencia de lo que muchos creen, no se trata de aplicar toda la fuerza en un movimiento, sino de estructurar en la mente la mejor combinación de posiciones, agarres y derribes para poder derrotar al oponente.

Este será el primer año que la lucha grecorromana entrará a la Universiada, pero será sólo un deporte de demostración; las demás competencias a este nivel se desarrollan a nivel preparatoria. Por la demanda de actividades académicas que se han incorporado a las preparatorias de la UNAM, algunas abandonan los entrenamientos y, al ingresar a la carrera profesional, la disponibilidad de tiempo es uno de los principales motivos por los cuales se pierden talentos; además de que muchas de ellas empiezan a tener otros intereses.

A nivel nacional, se pueden mencionar los más recientes triunfos de Alma Valencia quien obtuvo oro en la categoría de los 53 kilogramos en los juegos Panamericanos en Toronto2015 y, en los juegos centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014, Alma Valencia y Alejandra Romero dieron oro a México, mientras que Mariana Díaz obtuvo la presea de bronce.