¿Unificar los Olímpicos y Paralímpicos podría reanimar el interés para organizar ambos eventos?

Sabemos que Río de Janeiro gastó de más para organizar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos este verano, pero cuando el alcalde de la ciudad tome posesión el próximo mes, nos enteraremos exactamente cuánto fue.

Todo indica que habrán muchos ceros. Supuestamente, los fondos de cuentas bancarias pertenecientes al comité organizador han sido suspendidas esta semana, mientras que 700 proveedores de los cuales cinco provienen de los países más pobres de África, y el Comité Paralímpico Internacional (IPC) están molestos y sin dinero luego de que les negaran dinero que se les debía.

Una vez que el panorama completo salga a la luz, los ciudadanos de Río también lo estarán, y para las ciudades que tienen en mente concursar para albergar este evento en el futuro les será más difícil justificar los gastos que en el pasado.

Algunos asociados del 2016 creen saber en qué erraron los planeadores de Brasil. Río no vendió o generó ganancias de los Juegos Paralímpicos sino hasta de último momento. "Sólo se dieron cuenta de todo el potencial de los Paralímpicos cuando el evento ya había arrancado", declaró Xavier González, presidente ejecutivo del IPC, el mes pasado.

Casi el 70 por ciento del boletaje disponible se vendió de última hora para el espectáculo de septiembre, cantidad respetable comparada con el 80-85 por ciento registrado para los Olímpicos de verano. Quizá el porcentaje de los Olímpicos habría sido alcanzado con una mejor promoción, ¿pero qué tan realista es esperar que los costos por adelantado sean financiados con fondos públicos justo antes del arranque de la competición? ¿Es cierto que los Olímpicos, al igual que los Paralímpicos, terminan siendo pérdidas a menos y hasta que los televidentes internacionales decidan convertirse en turistas?

A pesar que los Olímpicos y Paralímpicos han sido albergados en la misma ciudad desde Barcelona 1992, sólo después del concurso de selección para el evento de 2012, las ciudades están obligadas a organizar ambos eventos. Ser anfitrión de los Juegos Olímpicos siempre ha sido un riesgo, pero albergarlos a la par de los costosos y modernos Paralímpicos —donde los bajos precios del boletaje generan una mínima ganancia— es un problema mayor.

El número de ciudades que ahora consideran que vale la pena gastar tanto para ser organizar un evento de esta magnitud es cada vez menor. Diez ciudades quisieron albergar los Olímpicos del 2008 pero ahora sólo París, Los Ángeles y Budapest están apuntados para organizar el evento de 2024. L.A. y París lucen como las dos ciudades con más posibilidades para generar ganancias. Algo necesita cambiar para que más ciudades como Hamburgo o incluso Roma consideren de nueva la idea.

El cambio que se necesita es que los Olímpicos y Paralímpicos se consoliden en un solo evento. A pesar de los rumores que hayas escuchado en el pasado sobre lo complicado que sería hacerlo, puede concretarse y sería mucho menos complejo de lo que parece.

Primero exploremos el status quo, y después lo que es realizable.

El Comité Olímpico Internacional (COI) quiere que el número total de atletas en los Olímpicos se reduzca de 11 mil, cifra tomada del evento de 2016, a 10,500 a partir del 2024. El COI también expresó que el número de eventos de entrega de medalla no pase de 310 (este año hubo 306).

Los Paralímpicos de Río contaron con menos de la mitad de atletas (4,300) pero con una épica cantidad de entrega de medallas (526) de tan sólo 23 deportes (comparado con los 42 disciplinas en los Olímpicos). Esto equivale a ocho atletas presentes en cada disputa por la medalla dorada.

Hay que reconocer que no hay mucho espacio para el cambio si consideramos los méritos deportivos en sí. Boccia —juego similar al boliche— es el único deporte paralímpico sin un equivalente en los Olímpicos. ¿Deberían eliminarlo? No. Es el deporte más accesible de todos en el sentido que puede ser practicado por cualquiera, incluso aquellos con múltiples discapacidades. Los valores inclusivos de los Olímpicos y Paralímpicos dictan que el boccia sigue siendo un programa consolidado.

Hay muchos deportes en los Olímpicos que no figuran en los Paralímpicos. La mayoría son disciplinas relacionados con la gimnasia, también los deportes de combate como boxeo y taekwondo. El judo está presente en los Paralímpicos y está abierto para atletas con problemas de vista, pero en la actualidad el boxeo y taekwondo con considerados menos accesibles.

No todos están de acuerdo. Sin embargo, existe algo más controversial como vetar a los atletas con prótesis de las competencias con personas que no tienen prótesis. Se tiene que demostrar que el atleta no tiene ventaja alguna, lo cual sucedió con Greg Rutherford cuando se llevó el oro en Londres.

La forma más justa para incluir más atletas con el talento de Rehm en un evento unificado se puede ver en el índice de atletas por medallas de oro disponibles en los Olímpicos (1:36) comparado con los Paralímpicos (1:8). Uno a ocho es una excelente cantidad. Hay ocho carriles en una alberca, ocho carriles en la pista, y es el mismo número que representa los cuartos de final.

Dejar a un lado las rondas eliminatorias por "deportes de carriles" en los Olímpicos —y arrancar las competiciones de eliminación en los cuartos de final— liberaría recintos para incorporar los 23 deportes Paralímpicos en el programa estándar de 22 días entregado por los Olímpicos.

Ya que habrá seis millones de personas compitiendo por cuatro millones de asientos, el boletaje no tendrá problemas. Se establecería un jugoso modelo de negocios y organizar un evento de este tipo sería más atractivo.

Ningún deporte tendría que ser sacrificado. Los 5 mil mejores atletas olímpicos y paralímpicos tendrían el mismo nivel de exposición durante el evento. Quizá sólo así veríamos un interés genuino en los Juegos Olímpicos/Paralímpicos y se evitaría la pérdida financiera experimentada en Río.

@bdocullum