Parque Pirata

Después del revuelo mediático que se armó el verano pasado a raíz del parque de atracciones Shijingshan, en Pekín, y sus burdas y descaradas copias de Disneyworld, la mayoría de las atracciones fueron demolidas sumariamente. Además de las versiones chungas del Epcot Center (el parque temático de Orlando dedicado a la cultura internacional y la innovación tecnológica) y del Castillo de Cenicienta, todo lo que guardaba algún parecido con Disney se ha demolido y tirado a la basura. Se acabaron las falsificaciones de Minnie Mouse el pato Donald, Hello Kitty o la “Blancanieves china”, por no mencionar al Doraemon con dedos (que puso los pelos de punta a todo Japón) que se paseaba por el parque saludando a los visitantes. También él ha sido enterrado.

Para compensar las pérdidas, Shijingshan ha ido construyendo una nueva sección en el extremo nordeste del parque, que estará concluida en apenas unos meses. Sorprendentemente, la zona en obras está abierta al público, así que, de forma involuntaria, el parque ha creado de nuevo una experiencia marciana que, por desgracia, desaparecerá una vez concluyan las tareas de construcción. Pasear entre los escombros con extrañas esculturas a medio hacer y muchos, pero que muchos, peligros en materia de seguridad, es un poco como atravesar Negociudad de camino a la Cúpula del Trueno.

Tras el sonado escándalo Disney, probablemente éste sea el mejor momento para visitar este disparate de sitio antes de que alguien amenace con un pleito y haya que echarlo abajo otra vez

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