Especial de narrativa: Desastres notables

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Especial de narrativa 2015

Especial de narrativa: Desastres notables

Una entrevista con David Sedaris.

La familia Sedaris. Fila delantera, de izquierda a derecha: Lisa, David y Papá (Lou). Fila trasera: Paul, Amy, Mamá (Sharon) y Gretchen. Fotos, cortesía de Lisa Sedaris Evans.

Conocí a David Sedaris hace unos diez años, cuando reseñó la biografía de Richard Yates que hice, en la página de la librería de Harvard. Me sentí mucho más halagado que si el mismo Mark Twain hubiera leído y disfrutado mi trabajo y decidí asistir a su siguiente lectura en Gainesville, Florida, donde yo vivía. Después me mudé a Norfolk, Virginia, y una noche me encontré con David para tomar un trago mientras estaba de gira por la ciudad (más bien, yo me tomé un martini y David, agua mineral). Él se sentó frente a mí, con una sonrisa y a veces abría una libretita donde escribía algo. Lo que significa que casi siempre está trabajando, aun cuando está levantando la basura en la banqueta de su casa en West Sussex, Inglaterra (incluso la Reina ha elogiado su diligencia).

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El 24 de mayo de 2013, la hermana menor de David, Tiffany, se suicidó en Somerville, Massachusetts, y David escribió un conmovedor relato sobre esto y otros asuntos: "Now We Are Five" (Ahora somos cinco), que apareció en The New Yorker. Tiffany había estipulado en su testamento que su familia "no podía quedarse con su cuerpo ni asistir al funeral" y que entre sus propiedades estaban varias fotos familiares que habían sido cortadas en trozos. "Now We Are Five" narra un viaje familiar en el verano de ese año hacia una casa en la playa en Emerald Isle, Carolina del Norte, donde los hijos sobrevivientes y su padre de noventa años se preguntan quién era Tiffany en realidad y cómo fue que todo salió tan mal. "Nuestro club era el único del que alguna vez quise formar parte, así que no podía imaginarme salir de él", escribe David sobre su familia. "Salirte un año o dos era comprensible, ¿pero tener tantas ganas de salirte como para terminar con tu propia vida?"

Después de leer el cuento, le dije a mi esposa que Tiffany me recordaba mucho a mi hermano mayor, Scott, el tema principal de una autobiografía que pensaba publicar, The Splendid Things We Planned (Las espléndidas cosas que planeamos). De niños, Scott siempre fue el más prometedor: más guapo, más atlético y más inteligente (hablaba alemán, la lengua materna de nuestra madre, mientras que yo apenas podía contar hasta diez en otro idioma que no fuera inglés). De muchas formas, buenas y malas, él se parecía a mí más que cualquier otra persona en el mundo: él y sólo él se reía de las mismas estupideces que yo, y hoy en día me doy cuenta de que cuando me río solo de algo pienso que Scott también habría reído igual de fuerte. Pero Scott también se suicidó y en ese entonces no fue tan sorprendente, aunque uno siempre se preguntará hasta qué punto contribuyeron el alcohol y las drogas a su enfermedad mental, o viceversa. Incluso desde que teníamos diez años, Scott me contaba que tenía una familia en una dimensión diferente (sin ningún hermano menor) y que algún día desaparecería para irse a sus amorosos brazos.

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Antes de su lectura del 29 de abril, David y yo nos encontramos en el Skirvin Hilton en el centro de Oklahoma, frente a donde mi padre litigó durante casi 45 años. Hablamos vívidamente de nuestras familias, en especial de los "desastres notables" que fueron Tiffany y Scott.

VICE: Aunque Scott y yo teníamos cierta afinidad, en realidad no fue muy divertido crecer con él. ¿Dirías que eras feliz en tu familia?
David Sedaris: Fui feliz con mi familia. Siempre me sentía seguro con ellos, parte de ellos. Cuando pienso en mi infancia, pienso en mis hermanos y yo sentados a la mesa riéndonos con mi madre. Y, aclaro: mucho tiempo después de la cena. No nos parábamos de la mesa cuando terminábamos de comer; mi padre sí, y entonces todos suspirábamos aliviados y platicábamos horas y horas. En la primaria, la secundaria, la preparatoria y después de la preparatoria, simplemente disfrutábamos la compañía.

Eso suena genial. A mí como que se me encogía el corazón cuando era hora de cenar con mi familia, o al menos con Scott.
Algo que siempre le digo a la gente sobre tu libro es que si han tenido a alguien como Scott en su familia, es un dolor de muela. Se la pasa jodiendo, y cuando ruega que lo perdones, lo vuelves a aceptar. Luego choca el carro y va a rehabilitación. Luego sale y empieza a drogarse; es la misma historia una y otra vez. Lo que salva al lector de sentirse desesperanzado con tu libro es que presentas a tu hermano como una persona extraordinaria. Como un desastre notable, pero una persona extraordinaria. Como hermano y autor nunca pierdes eso de vista. Y yo creo que muchas veces eso es lo que la gente hace, especialmente porque estos desastres causan mucho dolor. Son las personas notables por las que escribes un libro.

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Hablando de desastres notables: ¿Tiffany siempre fue la más difícil, incluso desde pequeña?
Sí. Se parecía mucho a mi mamá. El parecido físico daba miedo y ambas tenían personalidades similares.

Quizá por eso a mi madre nunca le cayó bien. Incluso cuando era niño veía a mi hermana y me preguntaba cómo sería no recibir cariño de mi mamá. Tiffany no lo recibía. Había cierto nerviosismo en ella, una timidez, una desesperación por caerte bien. Mientras que nosotros teníamos los ojos en la parte delantera de la cabeza, ella los tenía a los lados, como un conejo o un venado, como una presa que se cuida del peligro Incluso cuando no había peligro. La veías temblando y pensabas: "¿Quieres peligro? Yo te daré peligro…"

¿Entonces la molestaban?
Sí, aunque todo habría sido diferente si ella hubiera nacido antes. En general, mientras más grande eres, menos personas se meten contigo. Platicaba hace algunas semanas con Zach Galifianakis y me contó que su hermano mayor le metía sus pantalones sucios a la boca y le decía: "Te voy a aplicar la ley mordaza" Él dijo —me pareció muy interesante— que su hermano mayor lo había "formado". Zach es un gran comediante y está agradecido por haber tenido la familia que tuvo. Pienso en mi hermana mayor, Lisa, y en cómo me aventaba al piso y me escupía en la boca. En el momento no era muy divertido, pero nunca le guardé rencor. Tiffany, por el otro lado, se guardaba todo. Se me hace que para ella era traición recordar algún momento feliz. El discurso era que nosotros fuimos muy malos con ella y nada que dijéramos o hiciéramos podía cambiarlo.

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¿Tus hermanos menores, Amy y Paul, se llevaban un poco mejor con ella?
Sí, pero a medida que Tiffany iba creciendo no podía retener eso en la mente. Le diagnosticaron, como supimos después, trastorno bipolar II, aunque ella prefería decir que no tenía nada. Cuando la presionamos dijo que estaba siendo tratada por desorden de estrés postraumático derivado de su infancia.

¿Cómo supiste de su diagnóstico de bipolaridad?
Ella sacó todo de su cuarto pero dejó algunos papeles en una bolsa de plástico que colgaba de la puerta. Nunca supimos qué tenía y en algún momento pensamos en contratar a un detective privado para saber cómo era su vida. Debido a su secrecía, sospechamos lo peor. Sé que en algún momento de su vida tuvo sexo a cambio de dinero.

¿Cómo lo sabes?
Tiffany fue dos veces a Nueva York a visitarnos a Amy y a mí. Se regresó a Raleigh algunas veces después de haberse mudado a Boston y siempre terminaba mal. Es como que tenía que ser así. Si no había nada malo, ella lograba crearlo para mantener su discurso.

Ella conoció a un muchacho de Queens que no era exactamente un novio, pero que le compraba boletos de avión y le daba dinero. Tal vez no es justo que lo diga, pero sospecho que él se lo daba a cambio de sexo. Había otros chicos con los que iba y cosas que contaba por teléfono. Tiffany era muy bonita y a los 14 años sabía cómo sacar ventaja de eso. Con ciertas excepciones, en general sus relaciones eran, bueno… siempre parecía que ella los usaba, que jugaba con ellos. Nunca pareció tener un periodo de inocencia, un periodo de citas o de estar clavada con alguien. La mandaron a una especie de reformatorio, un lugar llamado Élan [en el noreste de Estados Unidos] a los 14 años. Quizá allá era inocente y como no teníamos permitido visitarla nunca pudimos verlo. Como que se fue como niña y regresó siendo una vampiresa.

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Sabemos que Tiffany se quejó de haber aparecido en tu trabajo.
Tiffany me dijo que nunca escribiera sobre ella y dije "bueno". Luego, en 2000, me llamó un día y dijo: "Todos creen que no te caigo bien ¿Escribirías algo sobre mí?" Escribí "Put a Lid on It" [Cállate la boca] y se la envié con una nota que decía: "¿Está bien?" Ella dijo: "Mi novio y yo la leímos y nos reímos mucho. Me capturaste perfectamente". Luego le quité algunas cosas, le envié la versión revisada y de nuevo le pregunté: "¿Está bien?" "Me encanta", dijo En 2004, cuando salió el libro en el que aparecía el cuento, ella dio una entrevista (al Boston Globe) y dijo que yo había invadido su privacidad y que le había arruinado la vida. Ésa era Tiffany. Debí haberlo sabido y nunca escribir eso. Ella siempre modificaba sus reacciones dependiendo de con quién hablaba. Si alguien decía: "Amo el relato que escribió tu hermano", su respuesta sería: "¡Sí!, ¿no es increíble?" Y si alguien decía: "No puedo creer lo que tu hermano escribió de ti", ella diría: "Sí, ¿no es terrible?"

¿Qué decían tus hermanos de sus menciones en tu trabajo? ¿Ha habido conflicto con otros? ¿O tienes una política de enseñárselos antes de publicarlo?
Siempre dejo que lo vean antes, o casi siempre. Hace unos diez días estaba en Asheville, Carolina del Norte, y leí un relato que escribí sobre mi hermana Lisa, quien siempre se ríe de sí misma. Esa noche ella estaba en la audiencia y en lugar de dejar que lo leyera antes, quise sorprenderla. Cuando la gente se ríe de una historia sobre un miembro de mi familia, se ríen porque el familiar en cuestión es gracioso. Se ríen, casi siempre, de citas directas. Lisa sabe que es graciosa. A ella no le interesa subirse al escenario y hacer lo que yo hago, pero las risas que obtengo con su historia son suyas y ella se gana cada una de ellas.

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De izquierda a derecha: David, Lisa y Gretchen.

Cuando vivías con tu familia, ¿eras más cercano a unos hermanos que a otros? ¿O más bien formaban alianzas que se disolvían con el tiempo?
Creo que es así para todos dentro de una gran familia. Las relaciones cambian. Cuando estaba en secundaria y prepa era el mejor amigo de mi hermana Gretchen. Éramos inseparables. Cuando ella se fue a la universidad, empecé a pasar más tiempo con Lisa. Luego Amy y yo nos mudamos a Chicago y nos volvimos inseparables. En Nueva York seguíamos siendo Amy y yo. Luego me fui de Estados Unidos y me mudé de nuevo con Lisa, con algunas incursiones a casa de Gretchen. A Paul no lo veo tan seguido, pero las cosas cambian, quién sabe qué pasará en diez años. Amy y yo fuimos juntos a Japón y ella viene a Europa en Navidad, como los demás. Todos me caen bien.

¿Hay algún hermano que sea más conservador o más bien todos son alegres?
Lisa es más… un poco más sobria, quizá. No diría conservadora. Pero las anécdotas que cuenta son salvajes y las cuenta de manera hermosa. Si ves de afuera hacia adentro, ella podría parecer un poco más rígida —vive a las afueras… cosas así—, pero no sé si realmente lo sea.

Mencionas cómo Paul a veces te echaba carrilla por tu orientación sexual. ¿Qué hay de tus otros hermanos? ¿Les dijiste que eras gay antes de decírselo a tus papás? ¿Cómo fue todo?
Eso es lo genial de tener una gran familia. Lo único que tienes que hacer es decirle a una persona y al atardecer ya todos lo sabrán. Se lo confié a Gretchen y ella hizo el trabajo por mí. Exceptuando a mi padre y a Paul cuando era más pequeño, a nadie parecía molestarle. Sin embargo, probablemente sea normal. Cuando eres un niño de 13 o 14 años no quieres que tu hermano mayor sea gay. Te avergüenza. En su juventud, Paul tuvo algunas malas experiencias. Una vez estaba trabajando en el jardín de alguien y un tipo se detuvo para preguntarle cómo llegar a algún lugar. Paul lo ayudó y el tipo le dijo: "¿Y si te chupo la verga?" Mi hermano se quedó en shock y lo atacó con su rastrillo. Creo que pensó que ser gay era así: ir en coche por todos lados y tratar de levantarte a jardineros adolescentes.

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¿Entonces hubo alguna fricción entre Paul y tú por eso?
No, fricción no. Como dije, a él le dio pena durante un tiempo, pero lo superó.

En una entrevista, Amy dijo algo sobre la primera vez que llevaste un novio a la casa de playa o algo así. Todos lo molestaron.
Cuando mis hermanas llevaban a sus novios a la casa, mi mamá hacía que durmieran en habitaciones diferentes, ya que no estaban casados. Con mis novios, sin embargo, no había restricciones. Es chistoso, pero el único sexo que mi mamá permitía en casa era el sexo gay, quizá porque no podía resultar en embarazo. No tuve un novio serio hasta los 27. Esa fue la primera vez que mi familia me vio en una relación.

¿Tu papá trató de persuadirte de que no lo hicieras?
Incluso en 2005 intentó venderme a mi amiga Evelyne, quien es diez años mayor que yo y vive en Chicago. "¡Es una chica increíble! Deberías casarte con ella". En ese entonces yo ya llevaba 15 años con Hugh y le dije: "¿Qué crees que dice de ella que quiera casarse con un hombre gay?" Era muy extraño para mí.

¿Cómo se lleva tu papá con Hugh?
Bien, muy bien, especialmente tomando en cuenta que tiene 92 años y es griego. Cuando empecé a salir en la radio, dijo: "¿Por qué tienes que hablar de eso?" Pensé que hablaba de ser gay, pero hablaba de limpiar departamentos. Él no quería que la gente supiera que hacía eso para ganarme la vida. De alguna forma, para él eso era más vergonzoso que mi sexualidad, lo que resulta bastante interesante.

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En tu último texto sobre el tu hermano Paul, el Gallo, dices algo sobre cómo tu mamá acabó siendo una alcohólica malvada.
Cuando escribes sobre alguien, estén vivos o muertos, hay cosas que no quieres que se sepan. Así que realmente nunca hablé del alcoholismo de mi madre. Sin embargo, al escribir una historia sobre mi hermano quise hablar de cómo fue formado, de cuán diferente fue su infancia a la mía. La mamá que yo tenía nunca me habría hablado como a Paul, nunca habría actuado como lo hacía frente a él, nunca habría perdido el control así. Es difícil admitirlo, pero al final de su vida era una persona verdaderamente infeliz y eso nos rompió el corazón, ya que todos la amábamos. Lo que es peor, nunca la confrontamos. En lugar de eso sólo nos quedamos sentados, aguantando.

Fue doblemente triste, ¿no?
Supongo que todos se lo permitimos. Ella bebía como una persona infeliz y eso hizo que todo fuera mucho peor. ¿Acaso podríamos haber dicho algo que cambiara la situación? Quién sabe. Mi mamá era de las que realmente aman a sus hijos. Ella disfrutaba pasar tiempo con nosotros y el sentimiento era mutuo. Luego nos fuimos y la oscuridad se apoderó de ella. Un día yo estaba firmando libros y llegó una madre con dos hijos de quizá 18 y veinte años. Estaban en ese glorioso periodo: los chicos en la universidad, ambos tan hermosos y felices el uno del otro. Y yo quería protegerlos "Vienen cosas terribles, terribles", quería decirles. "¡Recuerden este momento! ¡Aprécienlo!" Recuerdo cómo mi papá le presumía a un amigo suyo: "¡Tengo las hijas más hermosas del barrio!" Y así era.

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De izquierda a derecha: David, Lisa y su mamá.

Cuando hablas de tu mamá y tu papá, generalmente encuentro humor en lo adorable que es tu padre. Es un personaje y es encantador. No obstante, en "Ashes" (Cenizas), que habla del cáncer de tu mamá, hay una parte en que la regaña por fumar un cigarro y tú dices algo como: "Él se comprometió a hacerle la vida miserable y se apegaría a ello hasta el amargo final". ¿Eso lastimó a tu padre?
La única vez en la que mi padre se enojó conmigo fue cuando escribí una historia de mi abuela ("Get Your Ya-Ya's Out!") [Bájale de huevos]. Recuerdo que cuando salió Naked [Desnudo] lo llamé para decirle que el libro estaba en la lista de los más vendidos y me colgó. Ay. Honestamente, podría haberse enojado más. Pienso en el relato que mencionaste, "Ashes", y me encojo. Después de que mi madre murió todos estábamos enojados con él. Lo culpamos por hacer infeliz a nuestra madre. Sin embargo, ella tenía libre albedrío. Podría haberse ido y mejorar su vida. Podría haber dejado de beber. ¿Qué sabía alguno de nosotros del matrimonio, de estar con alguien durante 35 años? En retrospectiva, él simplemente era un blanco fácil. Así que cuando releo el relato me parece que lo escribió alguien malcriado e ignorante.

¿Había mucha violencia física entre tú y tus hermanos? Dijiste que Lisa te tiraba al suelo y te escupía en la boca.
Como hermano mayor, tu trabajo es atormentar a la gente, atar a tus hermanas a una carreta, por ejemplo, y aventarla por una bajadita. Pero rara vez había violencia, nunca nos lanzamos un ladrillo. Eso puede lastimar seriamente. Recuerdo que teníamos una silla de mariposa ¿Ves esas sillas de lona…?

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…con armazón de metal.
Exacto. Si estábamos viendo la tele y de repente decidías que querías sentarte en la silla de mariposa, tomabas una aguja y la clavabas en la lona bajo el trasero de quien la estuviera ocupando. Esa persona correría a acusarte y voilà: la silla era tuya. Pero nunca había una sola gota de sangre. Una vez Tiffany me apuñaló en el ojo con un lápiz. Yo cambié de canal mientras ella veía Hechizada y enloqueció. Había sangre por todos lados. Tuve que ir al hospital, aunque al final no fue nada serio. Estaba bien chiquita, estaba en tercero o algo así.

¿Le remordió la conciencia?
Claro, y yo no tengo nada contra ella.

A veces llegan correos de odio sobre mi autobiografía. Extraños que entran a mi página y piensan que soy un insensible y que me encanta burlarme de Scott. Y me he dado cuenta —aunque la respuesta en general a "Now We Are Five" es positiva— que también ha habido fuertes críticas a ese relato. ¿Te importan ese tipo de cosas?
No Digo, sé que existen, pero no les pongo atención. El año pasado di una lectura en Misisipi y durante las preguntas una mujer dijo: "¿Qué opinas sobre la acusación de que eres responsable del suicidio de tu hermana?"

En "Now We Are Five" sugieres que el suicidio fue, de alguna forma, un gesto en contra de la familia. ¿Lo crees así?
Tiffany escribió una nota de suicido de siete u ocho páginas dirigida a su abogado que básicamente decía: "Esto es lo que me llevó a hacer lo que hice". Principalmente hablaba de amigos que creía que le estaban robando sus cosas. La carta estaba muy confusa y sonaba a desesperación. Una de las cosas de las que me di cuenta mientras la leía fue que todas las P las escribía con mayúscula: Pero, Porque, Poco. Todo lo demás estaba en minúscula. Sólo tenía una carta de ella que me envió hace mucho, creo que en 1998. En ese entonces no era conciente de que escribía así. Digo, ¿quién pone todas las pe con mayúscula?

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Ella dijo que no quería que ningún familiar asistiera a su funeral.
Sí. También escribió que no teníamos permitido quedarnos con su cuerpo. Tiffany le dejó todas sus pertenencias a una mujer del estado de Nueva York para quien trabajó alguna vez. Lisa le llamó para obtener una copa de sus cenizas y la mujer le dijo que no. Ella estaba furiosa por una entrevista holandesa que di. Unos meses después de que Tiffany muriera, un equipo de grabación fue a Sussex. Me siguieron durante varios días y, casi al final, el entrevistador se acercó demasiado y dijo: "Sé que tu hermana se suicidó hace poco. Así que si pudieras decirle algo, si ella estuviera aquí, ¿qué le preguntarías?" Y yo dije: "¿Me podrías devolver los seis mil dólares que te presté?" Dije eso porque el momento se sentía muy tonto: la voz baja, el acercamiento. Algunas personas se lo tomaron a mal, pero vamos: Tiffany era divertida. Ella habría sido la primera en decir algo así.

Hay un video de Tiffany en YouTube que fue publicado en 2013, así que debió haber sido casi al final de su vida. Es muy divertida. Cuenta una historia sobre Fred Astaire y Dick Cavett…
Sí, lo vi y me entristeció; sobre todo porque ella era mucho más divertida. Realmente podía hacerte reír. La mayoría del tiempo hablaba demasiado. Era raro que dejara que la otra persona hablara, y después de un rato se volvía agobiante, especialmente cuando creció.

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¿Cómo era eso? ¿Me podrías dar un ejemplo de cómo una reunión de amigos podía terminar mal gracias a Tiffany?
Una vez fui a Boston para salir en un show en vivo de This American Life. Tiffany fue conmigo y se pachequeó toda la tarde; fumaba mota y no dejaba de hablar. Ira Glass estaba allí, así como un montón de gente, algunos conocidos y otros no. Al final de la noche puse a Tiffany en un taxi y Jonathan Goldstein dijo "Wow", ya que ella estaba fuera de control. Simplemente no dejaba de hablar. Sé que cuando estoy nervioso hablo mucho, pero esto era…

¿Crees que era una manía?
Tal vez. Lo único que sé es que nunca había visto algo así. Cuando hablabas con ella podías dejar el teléfono y diez minutos después, cuando lo levantaras, ella seguiría hablando sin preguntarte por ti y sin hacer ninguna pausa. Simplemente era una cascada de palabras. Rara vez había un nivel de compromiso de que en realidad estabas conversando. Quizá era diferente con sus amigos. No lo sé. Espero que con ellos haya sido de otra forma

¿Crees que lo de Élan —lo veo como un lugar bastante feo— fuera el aspecto más válido del desprecio que tenía Tiffany contra la familia?
No recuerdo una sola conversación en la que no hablara de ese lugar, digo, incluso veinte, treinta años después de que saliera.

Dijiste que no habías hablado con ella ocho años antes de su muerte debido a que su última pelea fue horrible. ¿Ésta fue a causa de la historia en el Boston Globe o simplemente una pelea normal?
Fue eso, sí, y también por otras cosas. Nunca había reconciliación después de una pelea. Ella llamaba seis meses después y pretendía que no había pasado nada. Yo casi siempre le seguía la corriente, pero esta vez algo me detuvo. Simplemente ya no podía confiar en ella. Después de eso amenazó con vender mis cartas y me acusó de borar su página de Myspace. Como si la hubiera visto alguna vez. Me acusó de comprar su nombre como dirección web, de todo tipo de cosas. No quieres ser el hermano que no le habla a su hermana, pero a veces…

Cuando nos hablábamos la veía en Boston. Algunas visitas eran mejores que otras, y las peores eran bastante pesadas. Sin embargo, mi padre nunca se dio por vencido. Nunca dejó de hablarle, incluso después de que lo criticara y dijera las peores cosas que te imagines "¡Las cosas están mejorando para Tiffany", solía decirnos, siempre muy optimista. Era bonito que pensara que ella podía cambiar [Imita a su padre:] "Lo que necesita es sacar un álbum ¡Su voz es hermosa! Hablé con ella y dije: '¡Tenemos que ponerte en la radio!'… Hablé con ella y dije: '¡Tienes que ponerte las pilas!'" Él la apoyaba económicamente. Y así es papá: si te va a dar dinero, vas a tener que escuchar todas sus sugerencias sobre qué hacer con tu vida. Probablemente todos los papás sean así. Es por eso que te paras y te vas, porque piensas: "Si tengo que escuchar lo mismo tan sólo cinco minutos más, me mato". Unos años antes de su muerte, Tiffany decidió regresar a Raleigh. No funcionó y causó problemas serios durante las tres semanas que estuvo allá. Me contaron que tenía una mochila. Estaba cerrada y nadie tenía permitido acercarse a ella. Nos preguntamos si acaso había una grabadora dentro. "¿Crees que soy bonita?" se la pasaba preguntándole a papá "¿Crees que soy sexy?" Después de diez días se fue y se mudó con una mujer que conocía de la preparatoria. Duró una semana y se fue alegando que la mujer se le había insinuado sexualmente. Ésa siempre era la historia.

Sugerí que mi padre le comprara un departamento en algún lugar cálido, como Key West. Allá hay muchas personas como ella. En diez minutos habría encontrado su lugar, aunque eso no habría resuelto sus problemas más grandes.

Ahora que Tiffany está muerta, o incluso si no lo estuviera, ¿has pensado en escribir una autobiografía, quiero decir, un libro en lugar de relatos sueltos? ¿Es algo a lo que estás tentado?
Me encantaría descubrir quién era ella en verdad. Pero no tengo tu habilidad de ir y hablar con sus amigos, de cazar a la gente con la que fue a Élan y construir un retrato conciso de ella. Mi familia y yo, todos nos lo preguntamos. Hablamos de eso todo el tiempo. Nos gustaría saber cómo sobrevivió. Durante casi veinte años. Tiffany rentó un departamento en Somerville a buen precio. Su casera era china, la Señora Yip, y mi hermana la alabó durante años. "La Señora Yip es la mejor ¡Me está enseñando tai chi!" Tiffany destruyó el departamento poco a poco: arrancó el linóleo de la cocina, vació cubetas de pintura en la sala, escribió en las paredes. La tina estaba negra y el cuarto de visitas lleno de basura. Se volvió un desastre. Esta renta era parte de la cuenta de retiro de la Señora Yip. Somerville está llena de estudiantes, y en lugar de rentársela a Tiffany por mil dólares al mes, podría haber estado ganando al menos el doble con inquilinos que no destruyeran el lugar. No sé qué pasó entre mi hermana y la Señora Yip, pero en algún punto dejó de pagar la renta y dijo haber pagado 25 mil dólares en trabajos de mejora del departamento. Llegó un aviso de desalojo Tiffany consiguió un amparo. Las cosas se pusieron feas y eventualmente se mudó a un cuarto en una parte más fea de la ciudad y luego a otro cuarto diferente.

¿Te puedo preguntar algo? Cuando la gente escribe cosas feas sobre tu libro, ¿tú qué sientes? ¿Las lees?

Sí. No soy David Sedaris; recibo muy poca correspondencia de los lectores, así que cuando la recibo, la contesto. Y la mayoría es linda, pero cuando recibo cosas feas… pues bueno. Una mujer me escribió: "Debería darte pena haber corrido a tu hermano en Navidad. ¿Qué clase de persona eres? Eres un monstruo". Cosas así. Entonces le recordé que mi hermano había atacado a mi madre y amenazó con matarla, por lo que yo simplemente la estaba protegiendo. Y realmente creo que todos hicimos lo mejor que pudimos. Así que le dije: "¿Por qué no va a meterse con la autobiografía de un autor que no le guste, o quizá tenga mejores cosas que hacer? Por su bien, espero que así sea". Algo así. Otras personas han dicho que me desapego mucho del sufrimiento de mi hermano, que tengo un sentido del humor muy vulgar, cosas así. Algunas personas no tienen sentido del humor, y si no lo tienes sueles ver las cosas de una forma que yo no entiendo. Es como si me estuvieran hablando en suajili o algo así. No lo entiendo.
Yo nunca he leído nada sobre mí. Ni reseñas ni nada.

A veces me dicen: "No intentaste lo suficiente con Scott. No hiciste lo suficiente para ayudarlo". ¿A ti también te dicen cosas así?
Para que las cosas hubieran sido diferentes, Tiffany tendría que haber sido una persona completamente diferente. Digo, ¿por qué no decir: "Bueno, si hubiera medido diez centímetros más y se hubiera llamado Thumbelina todo habría estado bien"? No la podría haber salvado. Si no quieres tomar tus medicinas, nadie puede hacer nada. Sin embargo, no hay un solo día que no piense en ella. Era una persona notable.