Ken crucificado y Nuestra Señora de Barbie

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Identidad

Ken crucificado y Nuestra Señora de Barbie

Los juguetes más bonitos y famosos del mundo fueron glorificados explícitamente por los artistas Emiliano Pool Paolini y Marianela Perelli para poner en jaque el gore al que los niños son expuestos al entrar en contacto con el consumismo y la religión.

Cristo murió por nuestros pecados, Moisés sacó a los israelitas de Egipto y la Virgen María se embarazó a pesar de usar protección… o algo así. Y ahora, estos creadores de milagros fueron verdaderamente inmortalizados con un cambio de imagen al estilo Barbie y Ken.

Los artistas Emiliano Pool Paolini y Marianela Perelli vistieron a 33 muñecos Ken y Barbie de personajes bíblicos como María Magdalena, el Ángel Exterminador y la Virgen de Luján (la santa patrona de Argentina). Las figuras forman parte de su proyecto Barbie: la revolución plástica, la cual se exhibe en Buenos Aires y generó protestas de grupos religiosos argentinos y hasta mexicanos.

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La muestra se compone de filas de muñecas en cajas de plástico con diseños basados en el empaque original de Barbie. En lugar de traer frases como "Péinala y juega con su cabello", en las cajas dice "Pídele un milagro". Aunque se rumora que no hay reembolsos en caso de que no se cumpla tu milagro.

Los artistas compraron Barbies usadas en ventas de garaje y mercados, y les dieron un cambio de look espiritual. Los muñecos Ken son los que más sufrieron en esta despiadada muestra. Los Kens crucificados están destinados a vivir en agonía eterna y añoran los días en que los niños les arrancaban las extremidades o los derretían en el horno de microondas. El Ken Buda fue el más afortunado, porque sólo le tocó estar sentado en flor de loto.

Por otro lado, Barbie es tan glamorosa como siempre en sus papeles sagrados con las manos juntas en posición de rezo. Lo más impresionante son los detalles de los accesorios miniatura y las joyas religiosas. Tanto el atuendo rojo y el ramo de hojas de palma Santa Lucía como la Medalla Milagrosa de la Virgen María son adorables. Aunque no sé si jugar o rezar con las muñecas.


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"Todas las niñas han jugado con Barbies y lo sabemos. Es como la Coca-cola de los juguetes. Y la religión es lo primero que nos asignan al darnos un nombre: nacemos y nos bautizan. Las combinamos porque son dos cosas increíblemente comunes", explicó Emiliano.

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Al lado de las muñecas hay una pintura de la Última Cena en caricatura con celebridades que han causado revuelo, como Johnny Depp y Andy Warhol, en lugar de los discípulos. Cada personaje sostiene una muñeca o un accesorio, mientras que Pizza Hut, Pepsi y Mattel dominan el primer plano. La santa pintura grotesca —una reflexión sobre el consumismo moderno— no fue bendecida con sutileza en su mensaje contra las empresas corporativas.

Marianela explicó cómo satirizan los ideales de belleza en imágenes religiosas: "Muchos santos son prácticamente Barbies. Nunca he visto una Virgen despeinada, con acné o cosas así; siempre tienen un aspecto impecable. Siempre representan a Cristo delgado, con el abdomen perfecto y un cabello rubio casi celestial. Cuando se supone que era de tez morena.

"Barbie no es sólo una muñeca; es prácticamente una religión. Hay personas que se dedican a coleccionar Barbies y son fanáticas. Y Barbie es el ideal de belleza de las mujeres. En mi opinión, está mal querer parecer Barbie. Pero si solo la ves como juguete, entonces no hay problema".

Sin embargo, después de anunciar la exposición en 2014, fueron los fanáticos religiosos y no los fanáticos de Barbie los que protestaron e hicieron que Pool & Marianela cancelara la inauguración.

"Según ellos, nuestra obra es una falta de respeto", dijo Marianela con respecto a la polémica. "En México la reacción fue muy fuerte. Nos enviaron emails y llamaron a la galería con todo tipo de amenazas. Dijeron que nos iban a cortar en pedacitos. Fue horrible y nos dio miedo".

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Por fin presentaron su exposición en octubre y noviembre de 2015 en La Boca, un barrio con mucha actividad en Buenos Aires. A pesar de sólo haber dado diez días de advertencia por miedo a represalias, la muestra logró atraer a un gran público. Todos, desde ateos curiosos hasta religiosos devotos y fanáticos de Barbie, acudieron a ver el cambio de imagen sagrado que vivió la icónica muñeca. Por suerte, todo salió bien.

Marianela dijo: "La gente esperaba encontrar algo malo. Adornamos el lugar para que se viera como un santuario y, al entrar, la gente lloraba de emoción y felicidad".


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Los artistas estaban preparados para recibir llamadas del infame grupo de abogados de Mattel, el creador de Barbie, pero en vez de eso recibieron amenazas legales del Santuario de la Difunta Correa en la Provincia de San Juan, en Argentina. La organización religiosa tiene patentada la imagen de la Difunta Correa, una santa famosa en Argentina y Chile que tiene raíces paganas.

"En la religión hay consumismo. La Iglesia mueve mucho dinero y todos los santos están patentados. Para representarlos, hay que pagar y cada vez es más caro", añadió Marianela. "San Juan se enojó porque no le pagamos. Fue un problema porque todos los santos están registrados".

Aunque la capital es cada vez más secular, el catolicismo sigue profundamente arraigado en la psique argentina. La exposición de Barbie demuestra las formas en que los habitantes fusionan la religión con lo cotidiano. Por ejemplo, el parque temático Tierra Santa —donde se encuentra un Jesús mecánico de 18 metros de alto— y bodas falsas con actores que se comportan igual que en las telenovelas mexicanas.

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"Me encanta esta mezcla de lo popular con la religión pero al parecer la gente es muy sensible con ese tema", señaló Marianela. "En Argentina hay una enorme mezcla de paganismo y catolicismo que no existe en ningún otro lugar. Creo que la controversia fue una malinterpretación. Barbie es como una palabra pero aun así se vende en todas partes".

¿Acaso los artistas planean hacer a Barbie Mahoma para complementar la serie muñecas de deidades no cristianas como Buda o Kali, la diosa hindú que tiene muchos brazos?

"No, sólo creamos muñecas de figuras religiosas que se pueden representar y que se pueden comprar. El hinduismo está de moda ahorita. Pero si la religión dice que no podemos representar algo, lo respetamos. Si eres parte de un club y no te gustan las reglas, te cambias de club y ya".

Aquí puedes ver más fotos de la obra de Pool Paolini y Marianela Perelli: