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el barrio antiguo

Los videntes de la guerra del narco

¿Puede servir el espiritismo para resolver un caso policiaco o determinar el futuro de un traficante?

El Barrio Antiguo es un periódico semanal que se fundó en mayo de 2013 para servir al Barrio Antiguo y sus alrededores en Monterrey, Nuevo Leon. Fundado por el periodista y colaborador de VICE México, Diego Enrique Osorno, El Barrio Antiguo se une como una publicación colaboradora de esta página. Cada martes compartimos con nuestros lectores una nota publicada originalmente en El Barrio Antiguo.

En su sueño Jesús estaba vestido de militar cuando de repente sintió que unas personas le mochaban la pierna. Despertó asustado, no tanto por la pesadilla sino por la premonición que auguraba ese mal sueño. Como buen vidente, Jesús estaba seguro de que algo malo estaba a punto de suceder. Así que dos días después, no se sorprendió demasiado cuando unos hombres armados llegaron a su casa, le empuñaron una pistola en los testículos y le advirtieron que ya no le leyera las cartas a la “gente contraria”.

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En la antesala del cuarto donde realiza sus sesiones, somos cuatro los que estamos esperando en silencio como si nos encontráramos en una clínica médica. Jesús cobra 200 pesos, precio similar al de una consulta. El vidente, graduado en estudios superiores por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), vive de leer las cartas. Ha atendido a diversos tipos de personas, desde doctores, periodistas, narcotraficantes, hasta políticos, quienes recurren a él sobre todo para saber quién ganará las elecciones, cómo les irá en su carrera política o quién los quiere traicionar.

Cuenta que en San Luis Potosí atendió al ex alcalde del municipio de Cedral, Francisco Gaytán Rangel. También ha avizorado atentados como el de un jefe policiaco de San Pedro que a un mes de asistir a la lectura de cartas fue asesinado. La fama de Jesús se transmitió de boca en boca, como en general la de todos los videntes. Así llegó a ser contactado hace muchos años por gente de la organización que dirigía el capo Osiel Cárdenas Guillén.

—Al principio pensé que eran políticos. Venían vestidos bien fresas, con ropa de marca.

— ¿Qué trabajos te pedían?

—Esa gente busca principalmente protección para ellos, para su familia, para sus cargas.

Jesús cuenta que a veces lo recogían o se iba en camión a Reynosa. Se instalaba en un hotel donde le tenían preparada la mejor habitación con el refrigerador lleno. Recuerda que una quinta que visitó en aquellos años tenía por mascota a una pantera y la orilla de la alberca cubierta de oro. En eso, Jesús se levanta de su silla y con gesticulación marcada me cuenta la vez que salió huyendo de una casa porque los judiciales llegaron. La gente lo ayudó a salir en medio de la balacera y se escondió en una escuela. Relata que corrió tan rápido que algunos dólares con los que le habían pagado se le cayeron al piso. Jesús recuerda no pensar en otra cosa más que en huir de ese lugar, del cual dice, también se “pelaron” los narcos.

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Sin embargo, con el incremento de la violencia en Monterrey, del 2010 para acá, el trabajo de Jesús se ha enfocado más en ayudar a familiares de secuestrados. Al inicio de la charla, me comenta que incluso ha hallado cuerpos calcinados que familiares de las víctimas no habían podido encontrar. De hecho, esa fue su carta de presentación para comenzar a trabajar con la Procuraduría.

—Vino una señora a preguntar por su hijo que era agente de tránsito. Fue con varios médiums y sólo le sacaron dinero. Hablo con ella, ponemos dos velitas y un vaso con agua. Están ella y los familiares. Tomo una hoja y empiezo a decir el nombre del tránsito con su foto. Me concentro, me pongo chinito, y pregunto “¿dónde estoy?” y escribo: Salinas Victoria. Luego al tiempo, me hablan de la Procuraduría para ver si les ayudo como vidente a ver cosas.

— ¿Puedo saber quién te habló?

—Es gente pesada. Y es que todavía la tengo.

Jesús cuenta que cuando la Procuraduría recurre a él, se presentan elementos para pedir consejos sobre qué línea de investigación seguir. A veces le llevan fotografías, rostros. Quieren saber si el desaparecido está con vida. Acuden de tres o cuatro veces, pero “seguro llegan dos veces por semana”. El vidente ha colaborado en alrededor de 30 o 40 casos, y dependiendo el trabajo le pagan de dos mil a diez mil pesos en efectivo. Cuenta que los oficiales lo tratan con mucho respeto, que si no fuera de esa manera los “mandaría mucho a la chingada”.

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— ¿Por qué crees que la Procuraduría no acepta que utiliza videntes?

— Pues ya ves cómo se pusieron cuando Margarita (Arellanes) le dio las llaves a Cristo.

Escuela de espiritismo en Monterrey

Me encontré con una escuela que se dedica a la enseñanza de la doctrina espiritista, sin embargo, por razones incomprensibles, no quisieron que sus nombres ni el de la escuela salieran impresos. Debido a esto usaré nombres falsos y con respecto a la escuela, uno genérico: Escuela Espiritista.

Puede pensarse que una de las ventajas de estar muerto es la imposibilidad de estar constreñido al fastidioso paso de las horas, sin embargo, en la Escuela Espiritista, ubicada en Monterrey, los espíritus tienen todavía que respetar horarios. Y es que en el transcurso de las 24 horas se va turnando la presencia de ciertos espíritus como el de la hermana Regina quien creó tres escuelas espiritistas, dos en San Luis Potosí y esta en Monterrey. El encuentro con una Escuela Espiritista ya era un hecho sorprendente, pero que los espíritus tengan un sistema regulado de asistencia me pareció inconcebible. Con la naturalidad de quien cuenta su rutina, Luis, directivo de la Escuela Espiritista, explica que uno de los objetivos de su escuela es ayudar a los médiums y videntes a desarrollar sus facultades. Pero sobre todo enseñar a usarlas debidamente. Y eso han hecho durante más de siete décadas. Próximamente, la escuela celebrará, naturalmente con sesiones espiritistas, sus 73 años de vida. Siete menos que la UANL o tres más que el Tecnológico de Monterrey, como quiera verse.

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La escuela está ubicada dentro de una casa, nadie podría reconocerla desde afuera. De hecho, para acceder primero se cruza la sala, el comedor y la cocina. El recinto, completamente blanco, cuenta con un altar adornado con dos ramos de claveles y una vasija de vidrio llena de agua. Colgado en la pared, un cuadro con el rostro de Cristo, quien según los espiritistas, ha sido el más grande médium de toda la historia.

La escuela, además de ayudar a desarrollar facultades, difundir el espiritismo, celebra cada dos de noviembre una sesión espiritista donde cualquier persona puede acudir a hablar con sus familiares difuntos. Los domingos la gente puede asistir a una sesión. Los 30 pesos que piden son para recuperación.

Después de explicarme y pedir formalmente una entrevista, Luis acepta amablemente invitarme a una sesión con su grupo de estudio. Y es que en realidad es una escuela como cualquier otra sólo que el tópico a estudiar es el espiritismo.

Aquí también formarás grupos de trabajo, sólo que para exponer los libros de Allan Kardec; empezarás con El libro de los espíritus y seguirás hasta el Génesis. Harás una exposición en Power Point sobre el capítulo leído y la proyectarás en clase. Explicarás a tus compañeros lo que tú comprendiste. Al terminar, el maestro a quien llamarás “hermano” preguntará si alguien tiene dudas; discutirán sobre la imposibilidad de los espíritus de alcanzar la luz; al final, los compañeros te aplaudirán. Después dará inicio la segunda parte de la clase: “Pase de seres”.

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Los “hermanos” formarán un círculo y se untarán el cuerpo con una loción mientras se quitan los zapatos. Con las manos extendidas rezarán al unísono para invocar a los espíritus. Los médiums del grupo se relajarán para dejar entrar en sus cuerpos a los espíritus.

Uno de ellos empezará a bendecir a los “hermanos” mientras habla como un indígena que hace tiempo murió. Los otros médiums estarán sentados, los ayudarás a descifrar qué espíritu tomó su cuerpo prestado. Te dirán sus nombres, los años que vivieron, la profesión que ejercían. Les explicarás que ya murieron, unos lo tomarán con calma, otros comenzarán a llorar. Los guiarás a la luz. Los “hermanos” médiums terminarán exhaustos.

Bueno, casi como cualquier otra escuela: también son especialistas en Allan Kardec. Este personaje no es tan popular, pero quizá deberíamos incluirlo en los libros de texto de historia. Algunos de sus libros son: El libro de los espíritus y El libro de los médiums. Fueron esos libros los que Francisco I. Madero declaró haber devorado. La influencia de esta doctrina fue tal que Madero comenzó a tener conversaciones con los espíritus de Raúl, hermano menor que falleció a los cuatro años; José, Mariano Escobedo y Benito Juárez quien, según cuenta, le confesó lo siguiente: “Usted tiene que combatir a un astuto, falso, hipócrita”. Así fue como los espíritus comenzaron a meterle la idea a Madero de combatir a Porfirio Díaz.

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Justo es esta escuela a la que asistió el vidente Jesús, cuando fue adolescente. Ahí lo instruyeron para desarrollar sus facultades como vidente. Él me confiesa que su ex profesora Regina estaría molesta si supiera a lo que se dedica. Sobre todo porque a la escuela no le parece correcto cobrar por una facultad que Dios regala. Además, el vidente Jesús fue por algún tiempo devoto a la Santa Muerte, aunque ahora ya renunció a ella. Me cuenta que a los veintitantos años atendió al primer mafioso, un hombre rubio que traía pistola. Trabajaba para el Cártel de Sinaloa y buscaba protección. Le pregunto si el riesgo valía la pena:

— Pues dinero se gana, pero por pedos… ¡ay guëy!

En un estado que según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, ocupa el lugar 38 de las ciudades más violentas del mundo, el espiritismo representa el trabajo de algunos y la esperanza de muchos. Actualmente existen alrededor de 50 escuelas dedicadas al espiritismo en Monterrey. Esta doctrina está arraigada en la cultura de Nuevo León más de lo que se podría imaginar. Acudir a videntes o médiums es siempre una decisión personal, pero cuando involucra cuestiones del espectro público, ya es una decisión que nos concierne a todos. Imagino que Jesús se ha topado con crímenes difíciles de resolver, tanto que la Procuraduría tiene que acudir a él.

— ¿Te has equivocado?

—Que yo sepa o me hayan reclamado, no.

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La vidente

Jesús no fue el primer vidente que me contó que ha trabajado para resolver ciertos delitos. Visité a una vidente que reside en el municipio de Apodaca. Su nombre es Yolanda y tiene más de seis años dedicándose a la lectura de cartas, sólo que afirma ser médium, es decir, una persona que es utilizada por los espíritus para hablar a través de ella. Lo cierto es que su casa desprende una atmósfera peculiar. Quizá son los inciensos encendidos, los retratos de Cristo y la Virgen de Guadalupe, las esculturas de Buda o los enormes lienzos que adornan dos paredes: uno es la representación de La Última Cena y el otro lo define como El gran rapto que representa el rapto de una ramera por un hombre árabe. Me cuenta que no hace mucho tiempo cambió su domicilio. La vidente Yanthana, apodo que le sugirió un espíritu, relata que personas dedicadas a trabajos ilícitos recurrían mucho a sesiones esotéricas. Llegaban a su casa tirando fajos de dólares sobre la mesa, con amenazas o portaban armas que la intimidaban, sin embargo, ella trataba de mantenerse al margen y sólo cumplir con su trabajo.

Desde que ejerce este trabajo, Yolanda, se ha cruzado con todo tipo de situaciones. Personas que buscan consolidar una pareja por medio de “amarres”, gente que quieren saber la verdad sobre el caso Kalimba, empresarios que buscan emprender negocios, personas buscando familiares secuestrados, políticos como el ex director de Ingresos del municipio de Guadalupe, Juan Gerardo Mata Rivera, y afirma haber sido llevada por criminólogos a la escena del delito para ayudarles a identificar cómo ocurrieron los hechos.

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Sin embargo, la vidente prefiere no hablar sobre esos temas porque son “delicados”. Recuerda a otra vidente que terminó en la cárcel por relacionarse con la Procuraduría. Se refiere al famoso caso de La Paca, que salió de prisión el nueve de abril del 2008. No obstante, no fueron los “dones” de adivinación de Francisca Zetina los que la tuvieron más de 12 años privada de libertad. Sino que realmente fue acusada de sembrar restos humanos en la finca El Encanto, Estado de México, propiedad de Raúl Salinas de Gortari, para inculparlo de la desaparición del diputado priista Manuel Muñoz Rocha. El entonces fiscal federal, Pablo Chapa Bezanilla, dio crédito a una carta anónima, presentada por Zetina, que indicaba el lugar exacto donde se encontraba el supuesto cuerpo del diputado. La Paca y sus cómplices, entre ellos su esposo y el cuidador de la finca, cobraron los dos millones de pesos que la Procuraduría otorgaba a quien aportara información. Finalmente, en las investigaciones descubrieron que el cuerpo hallado era del consuegro de la señora Zetina. Con esto, el ex fiscal Chapa Bezanilla huyó del país para ser capturado en España, mientras que La Paca habría de cumplir la sentencia completa más dos años en el penal de Santa Martha Acatitla.

Después de recordar el fraude de La Paca, la vidente Yanthana se sincera conmigo: “Tú entrevista no es interesante”.

— ¿Cómo podría hacerla más interesante?

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—Es que yo veo que tú no eres un reportero, eres un torero español que murió hace mucho tiempo y quiere comunicarse conmigo.

Sorprendido, le pregunto qué más puede ver en mí. Comienza a analizarme: soy un tipo inseguro, un poco tímido. Dice que soy muy solitario. Describe el cabello de una mujer con la que según ella, yo estaba saliendo. Y acierta. Pienso que quiere hacer una demostración para hacer propaganda. Prefiero cambiar la charla y preguntar una anécdota de algún político al que haya ayudado. No puede darme información sobre eso, ni sobre la policía o los abogados que la visitan. Cuenta que ha vaticinado atentados a personas y estos suceden. Piensa escribir un libro para convencer a los escépticos como yo de la veracidad de sus dones.

Aunque si revisamos la última encuesta sobre la Percepción Pública de la Ciencia y Tecnología (2011) que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) junto con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), no parece que a la vidente Yolanda le cueste mucho trabajo convencer a la gente. Más que una mera curiosidad sociológica, la encuesta devela los límites de la credulidad de los mexicanos. Además de haber personas que no saben cuánto tarda la Tierra en recorrer su órbita en torno al sol y otras que creen que nuestros antepasados vivieron junto con los dinosaurios, el mexicano mira con desconfianza las actividades científicas. El 50.13 por ciento de los encuestados está de acuerdo con que los científicos son poseedores de conocimientos que los convierte en personas peligrosas. Mientras que el 40.3 por ciento cree que hay personas con poderes psíquicos como la señora Yolanda.

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A pesar de que en Nuevo León 43 por ciento de los empleos son informales, el esoterismo no se puede considerar como tal ya que no existe ninguna regulación al respecto en el estado. Y debido a que no es ilegal ni es un trabajo informal, ejercer la adivinación como medio de ganarse la vida está permitido. Tampoco es delito si un funcionario público, ya sea policía o político, asiste a una sesión espiritista para intentar recabar información sobre asuntos concernientes a su trabajo. No obstante, dado que a cualquier evidencia le corresponde un procedimiento que la valida, los vaticinios de Jesús, Yolanda o cualquier otro vidente no tienen valor legal. De todas formas, cualquier tipo de personas acude a ellos, lo cual también puede ser riesgoso.

Así como existen historias de médicos que han sido amenazados y forzados a atender heridos, también las hay en el ambiente esotérico. Las amenazas que han recibido Yolanda y Jesús no son hechos particulares. Más allá de la veracidad de sus “facultades” o “dones” se vuelve evidente que esta actividad es arriesgada. Si se hace un rastreo, uno se puede sorprender de las agresiones que se han cometido en contra de esotéricos. Por ejemplo, hace un año, el siete de octubre del 2012, Antonia Garza, mujer de 35 años dedicada a la lectura de cartas y santería, fue asesinada en su dormitorio en el Fraccionamiento de San Isidro, en Apodaca. Y en 2009, el vidente Víctor García fue asesinado a golpes en su casa en la Colonia Mitras Centro.

Este también es el caso de la vidente Gloria Garza a quien Jesús respetaba por sus habilidades. El 19 de noviembre de 1996, un supuesto cliente entró a la habitación de la señora Garza, ubicada en la colonia Colinas de San Jerónimo, no para que vaticinara su futuro sino para dispararle. El asesinato de la vidente fue relacionado al principio a sus prácticas premonitorias. Gloria Garza había descubierto un crimen y en consecuencia alertado a la policía. Sin embargo, un año después, las investigaciones por parte de la Policía Judicial concluyeron que las facultades de adivinación de la señora Gloria Garza se debían más bien a que intervenía los teléfonos de sus clientes.

—En su tiempo me impactó como vidente Gloria Garza. A ella la mataron. Fue muy contado su caso. La mataron porque descubrió a unos asesinos. Me gustó mucho cómo me leía el tarot. Ella, de hecho, atendía al ex gobernador, Sócrates Rizzo. Luego dijeron que ella intervenía teléfonos, pero era imposible. Era mucha gente. No creo que pudiera intervenir los de todos.

La tradición

El nombre del ex gobernador priista que renunció a su cargo en 1996 resalta en mi cabeza. Hasta ese momento, Yolanda y Jesús me habían contado de su trabajo con funcionarios en dependencias municipales, a los cuales me fue imposible encontrar para que relataran sus experiencias con videntes. Menos a un ex gobernador. Para mi fortuna, encontrar el número de su despacho fue sencillo. También que aceptara mi llamada.

Sócrates Rizzo habla pausado, con un marcado acento regiomontano, pero tranquilo. Afirma no recordar el nombre “Gloria Garza”, ni que alguien le leyera las cartas. Sin embargo, menciona que “es posible” que se haya cruzado con ella. Cuenta que varias personas se le acercaban para desearle suerte y para él eso era “agradable”. Con respecto a las videntes, dice que para él funciona siempre y cuando se tome como una metodología de reflexión personal; el problema es cuando “te lo crees”. Le cuento sobre los políticos que acuden a sesiones esotéricas y al ex gobernador no le sorprende. Dice que es natural solicitar este tipo de apoyo cuando trabajas en terrenos llenos de incertidumbre como la política o los negocios. Además, Sócrates Rizzo aprovecha para contarme una vieja tradición priista. Entre los candidatos por parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al gobierno estatal de Nuevo León, no sólo era común sino obligado asistir con Rufina, vidente muy respetada del municipio de Los Herrera. Esto, con el fin de que les diera suerte. Después, el presidente de la Asociación de Cronistas, Armando Leal Ríos, me cuenta que acompañó al entonces candidato en su visita al municipio de la señora Rufina. Aquella noche de 1990, la clase política de Los Herrera, el ex diputado y ex gobernador convivieron alrededor de la figura de Rufina.

De acuerdo con el periodista Raúl Rubio, la tradición esotérica en Nuevo León llegó a su auge con Alfonso Martínez Domínguez, quien fue gobernador del estado de 1979 a 1985. Debido a las sequías, el gobernador trajo a un indio americano para que con su baile hiciera llover en Monterrey. Sin embargo, la tradición se remonta incluso a los tiempos de Plutarco Elías Calles, quien visitó al Niño Fidencio. La ironía se cuenta sola. El presidente que revivió el conflicto armado entre la iglesia y el Estado, se dejó diagnosticar por el niño que curaba con su sola presencia. El ocho de febrero de 1928, en Espinazo, Nuevo León, al presidente Calles se le aplicó una pomada elaborada con jabón y tomate. A esto se le puede agregar la existencia de La Petaca, en el municipio de Linares, localidad conocida por la gran cantidad de personas que se dedican al esoterismo. No tan lejos, en el mercado Juárez, en el centro de Monterrey, uno puede cerciorarse del gran comercio que es vender efigies y figuras de santos católicos, la muerte, indios, budas, incluso Panchos Villas que se veneran en esta región del país.

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