¿Cómo vive un animal durante toda su vida en cautividad? ¿Qué relación tienen las crías con sus madres? ¿Qué sienten los minutos antes de morir? ¿En qué condiciones inhumanas pasan sus meses de vida encerrados sin prácticamente ver la luz del sol? A todas estas preguntas trata de dar respuesta la iniciativa iAnimal, de Igualdad Animal. "Mediante la realidad virtual inmersiva, hemos conseguido descubrir y hacer públicas las cosas que la industria cárnica nos oculta", dice Javier Moreno, Director Internacional de Igualdad Animal. Es decir, responder esas cuestiones que planteábamos antes.Este vídeo grabado en 360 grados, se puede ver con unas gafas de realidad virtual. Las hemos probado y, la verdad, la realidad narrada impresiona mucho más que los datos fríos y duros, puestos blanco sobre negro en un informe. Podíamos intuir lo que pasa entre las cuatro paredes de una granja, o cómo terminan los animales en un matadero, pero verlo es otra cosa. Desde luego. "Los animales explotados por la industria cárnica sufren desde el momento que nacen hasta que llegan al matadero. iAnimal permite al espectador acceder al maltrato". Y también comprobar qué sienten los animales, las condiciones insanas en las que crecen y mueren, cómo los transportan hasta su inevitable muerte… Todo ello visto desde su perspectiva, en este caso la de un cerdo, lo que te hace vivirlo en primera persona. "Ciertamente, es como vivir la vida desde la perspectiva de una animal".La experiencia con las gafas, que también se puede reproducir en parte viendo el vídeo en su web, es fruto de 18 meses de investigación y grabación por parte de Igualdad Animal en cinco países (México, Reino Unido, Alemania, España e Italia). Y se ha conseguido con un dispositivo que permite albergar seis cámaras (para grabar en 360 grados, "una verdadera revolución narrativa") y que se activa mediante Wifi. "Nosotros llevamos diez años contando la crueldad de la ganadería y en todas las investigaciones se ha demostrado que el maltrato animal es algo inherente a la industria cárnica. Representa la perversión de un sistema en el que los animales son mercancía a la que se trata de sacar el mayor rendimiento económico posible. Nuestro investigador José Valle lleva 13 años indagando sobre el asunto y asegura que la gente debía experimentar esto en primera persona. Para nuestra ONG, que trabaja por un cambio social, es un punto de inflexión a la hora de transmitir nuestro mensaje", nos comenta Javier.El vídeo se puede ver en distintos países y cuenta con diferentes narradores, en España, la embajadora de este proyecto -que, próximamente, se presentará en universidades, actos públicos y reuniones con personalidades concienciadas con la causa- es la actriz y cantante Angy Fernández, que es nuestra guía a este infierno de la industria cárnica. Es algo distinto, que no se había visto antes. "Sí, porque en realidad estás mirando a los ojos de los animales, viendo lo mismo que ellos ven, la cara de terror que tienen en el matadero. Te sientes como si fueras él. En este caso, hemos elegido a un cerdo pero en el futuro lo haremos con otros animales".¿Qué hemos visto? Pues cómo la industria cárnica castra a los animales (cerdos) sin anestesia, o les quita la cola y los dientes nada más nacer. Madres que se pasan toda su vida postradas y pariendo en una jaula. Y también el final de todo, cuando el animal espera su turno para que le rajen la garganta y acaba perdiendo la vida, no sin antes sufrir durante un buen rato. Una industria en la que además del sufrimiento animal se generan otro buen número de efectos secundarios. "Por ejemplo, las personas que trabajan allí generan insensibilidad, que no es más que un mecanismo psicológico que les permita desarrollar este tipo de trabajos. Hay casos de gente que cae en el alcoholismo y otro tipo de consecuencias psicológicas".