Photo by Jennifer Toole
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Caitlin Stasey: Quería que las mujeres fueran capaces de contar sus propias historias y que hablara de sus ideas, en vez de que fueran víctimas de opiniones y críticas que otras personas tiene de ellas. Quería crear un espacio en el cual pudiéramos decir: "A la mierda, haré lo que yo quiera".
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Nunca se ven fotos de mujeres desnudas sin que sean objetos sexuales. En mi vida, he estado acostumbrada a ver representaciones violentas, pero nunca he visto un imaginario de senos y vaginas no sexualizados. Las mujeres nunca están solo desnudas.
Herself.com solo muestra fotos de mujeres que existen. Todos tenemos miedo de aparecer desnudos en internet y esto ha traicionado a las mujeres siempre. Pero poner fotos con tus propios términos es increíblemente poderoso. Quería tener fotos de ellas desnudas porque muchas mujeres no están reflejadas en el entretenimiento que ellas mismas consumen: mujeres de color, mujeres trans, mujeres grandes, discapacitadas. Estamos bombardeados por el imaginario de la mujer elegante y totalmente depilada como si fuera esta la cara de la humanidad.
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Cuando se publicó la página, recibimos 3.000 emails en una semana de personas que querían formar parte de esta. De estos, únicamente 500 fueron aceptados por nosotros por las restricciones financieras y geográficas. Y es que gracias a la forma en que la sociedad ha establecido la belleza, hemos validado un tipo específico de esa belleza por siglos. La mayoría de estas personas se ve así. Lo más difícil es convencer a las mujeres de que ellas merecen estar en esta página. Quiero llegar a tener la mayor variedad de mujeres posible.
La gente se masturba por todo. La gente se masturbaba cuando me veían en la playa y tenía diez años. Muchos hombres me han dicho y gesticulado cosas horrorosas mientras estoy haciendo mis cosas. Me han morboseado una docena de veces al día en verano. En invierno, afortunadamente hace tanto frío para ellos que no sacan sus cabezas por las ventanas. He sido convertida en un objeto sexual sin importar lo que haga, porque soy mujer, no importa lo que use o lo que sea. Por eso, aparecer en esta página no me asusta.Si los hombres se meten a Herself.com para masturbarse hay algo que no está bien con ellos. Si dejan de masturbarse por un segundo, podrían leer la historia de cómo esta mujer fue abusada y de cómo ahora tiene trastornos alimenticios.
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Estoy segura de que existen personas en la industria que me miran y piensan que soy una bocona individualista. Pero la verdad es que me importa una mierda lo que piensen. No quiero trabajar en una compañía que me remplazaría solo porque me desnude.Cuando me mudé a Los Ángeles, me presenté a una audición de una película y recibí una llamada de mis representantes que decían que no me querían contratar porque me había puesto jeans de talle alto. Dijeron: "El director te acaba de ver en esos jeans y pensó que eras una perra bocona ordinaria". Mi valor en esta industria está sustentado en cuántos quieren tener sexo conmigo. Eso no les pasa a los hombres.Cada vez que una mujer está desnuda en la pantalla es para el provecho del hombre o para satisfacer una fantasía indebida. Me estoy desviando desesperadamente de ese imaginario de personaje cinematográfico femenino cuyo único propósito es ayudar a los personajes masculinos a relajarse y disfrutar de sus vidas. Lo que me encantaría interpretar es una mujer que en la pantalla no es una mujer por definición.¿No has interpretado esos roles?
Mira, nadie quiere saber sobre una actriz joven y bonita que habla de lo dura que es la vida, pero para las mujeres siempre está esa creencia de que no puedes ser más que una sola cosa. No puedes ser hermosa y graciosa, por ejemplo. Los hombres no tienen ese problema; Seth Rogen (comediante canadiense), por ejemplo, es gracioso y se queda con la chica. Lo único que pido es que escriban papeles para que las mujeres que no sean una completa mierda. Es un principio básico para los que quieren ver a las mujeres como personas vivas, que respiran y humanas con más de una característica.
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Cuando empecé en la novela era esa tonta chica de colegio con una sola ceja y me sentía muy cómoda así. Pero con el tiempo se convirtió cada vez más fácil el volverme un objeto sexual. Empecé a desarrollarme frente a sus ojos. Cuando cumplí 18 años era una de las pocas chicas de esa edad en la novela. Nunca me sentí como un objeto sexual, pero la audiencia empezó a verme de esa forma. Si creces en la televisión te conviertes en el objetivo de espeluznantes insinuaciones.
Siempre lo fui, pero nunca sabía cómo nombrarlo. Fui como muchas de las mujeres engañadas que pensaban: "Antes sí necesitábamos el feminismo, pero ahora sí somos iguales". Sabía que existía un prejuicio que se adaptaba a mí, pero no a los hombres. Cuando los chicos empezaron a tener sexo con las chicas en el colegio, la sexualidad emergente de ellas no era una cosa emocionante para explorar, sino un penoso secreto por el cual uno mentía para que no se burlaran de ti. Abusarían verbalmente de ti por ese secreto. Los hombres con los que decidías compartirlo, les contaban a todos sus amigos y ellos te trataban como una mierda. Se convirtió entonces en un entorno tóxico y no me gustaba hacia dónde se dirigía. Hubiera querido tener las herramientas para equiparme contra todos esos insultos y argumentos. No sabía qué hacer. Me dolió muchísimo.
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Ha habido grandes movimientos este año sobre el positivismo del cuerpo y el amor propio, pero no hay un acercamiento más claro con los perfiles de las personas que hacen parte de ellos. Es imperativo que brindemos una cara y una voz a estas mujeres que usamos como ejemplo. Sin ellas, solo hay figuras abstractas.Necesitamos enseñarles a las niñas a amarse y a estar orgullosas de su propio cuerpo. La masturbación necesita ser uno de los temas en la educación sexual al igual que la violación.Sigue a Louise Callaghan en Twitter.