Indyra Mendoza
Foto tomada del archivo personal de Indyra Mendoza.
Edición 5: Orgullo

Indyra Mendoza | Activista | Honduras

“De ser valientes. No creo que haya gente más valiente en nuestras sociedades. Estar, ser, vivir, pertenecer en estas sociedades es ser valientes. Orgullo es sinónimo de valentía”.

Parece imposible imaginarse a Indyra Mendoza enojada. Sin embargo, debería estar furiosa o, incluso, muerta, porque vive y trabaja por los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, trans, travestis, e intersex en Honduras, uno de los países que, junto con Guatemala y El Salvador, forman el Triángulo Norte de Centroamérica, epicentro de violencia física contra las disidencias.

“El movimiento y el mundo están en buenas manos en Honduras. La gente de mi generación murió en el clóset o por el clóset”, dice y muestra que su optimismo tiene que ver con que el futuro descansa en una juventud más activa. La primera piedra que Mendoza puso en el océano de desigualdad de género que es este continente fue un derecho de réplica a un “personaje nefasto” que fue publicado por un periódico local. No sabía que iba a ser activista pero al poco tiempo armó una Red de Respuesta Lésbica, a la que junto a una compañera llamaron Cattrachas, el gentilicio de hondureña.

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Cattrachas es sinónimo de memoria histórica, “una de las herramientas más fuertes para contrarrestar la violencia e impunidad”, según la describe la organización, un grupo de siete personas que operan en conjunto para reconocer atentados a los derechos humanos en el país y generar evidencia que es utilizada judicialmente en litigios estratégicos. A través del monitoreo diario de medios de comunicación desarrollan diversas estrategias con incidencia política. “Muy poca gente se animó a decirnos que no es cierto”, aclara Mendoza en referencia a la información que sacan a la luz, y asegura que, además de ser un centro de documentación, Cattrachas es un instrumento para predecir el futuro. El fundamentalismo religioso, bien arraigado en la sociedad hondureña, tiene arranques permanentes de homofobia, transfobia, bifobia y fobias derivadas de lo que para ella es consecuencia de una profunda ignorancia. La información que acumulan sirve, entonces, para pronosticar los próximos pasos que darán los fundamentalistas públicamente.

Desde Cattrachas, además, construyen a diario el Observatorio de Muertes Violentas, un registro disponible que está constantemente actualizándose y que alerta acerca de las muertes violentas de personas de la comunidad. Al momento de la publicación de este texto, se registraron 357 desde el 2009, siendo el 2019 el año más brutal de la década con un total de cuarenta y un asesinatos.

“Está prohibido el matrimonio igualitario desde la Constitución de la República, que dice ‘hombre y mujer así nacidos’. Tampoco podemos adoptar. No tenemos derecho a la visita íntima en las cárceles. No tenemos derecho a donar sangre, al cambio de género, de nombre”, dice Mendoza dispuesta a seguir resistiendo en un territorio en el que no hay derechos ganados.

Indyra es una de lxs cincuenta líderes en disidencia sexual y de género cuya vida celebramos en nuestra quinta edición, ORGULLO.

ORGULLO VICE

A Inés la encuentras en Instagram y Twitter como @inesripari.