FYI.

This story is over 5 years old.

NFL

Michael Vick expresa su deseo de convertirse en entrenador de la NFL

El polémico exmariscal de campo de Atlanta comentó que le gustaría obtener el campeonato de la NFL como entrenador, ya que no pudo conseguirlo como jugador por sus problemas con la ley.
Keith Allison, Wikicommons

Después de 2007, la carrera y vida de Michael Vick cambió para siempre. Luego de pasar 18 meses en la cárcel por ser acusado de maltrato animal, Vick recibió la "ley del hielo" por parte de algún sector de la prensa y la gran mayoría de los fanáticos. La imagen del héroe que había forjado durante seis temporadas con los Falcons de Atlanta se desmoronado con las imágenes del criadero de perros de pelea y el ring ilegal en la parte trasera de su casa. Nueve años después, Vick anunciaría su retiro de la NFL, arrepentido de haber echado a perder un futuro brillante.

Publicidad

Su conocimiento del futbol americano era innegable. De hecho, a Vick se le atribuye la evolución del quarterback. Al ser un jugador más dinámico e inquieto, Vick aprovechó su físico para recorrer yardas. El mariscal de campo dejó de ser una posición estática, cuyo trabajo era simplemente el de lanzar balones a sus receptores. Más y más entrenadores comenzaron a buscar mariscales de campo con su estilo de juego.

Leer más: El Culto: Michael Vick

Ahora, a poco más de un año de su retiro, Vick confiesa querer convertirse en entrenador para conseguir lo que nunca pudo como jugador: un campeonato de la NFL.

"Es una manera más de obtener un campeonato. No estoy acabado, en absoluto. Todos saben que no puedo ser campeón cuando era jugador, pero quizás, algún día, sea lo suficiente afortunado para formar parte de cuerpo técnico de un buen equipo", comentó Vick para NFL.com.

A pesar que ha pasado una década desde su vergonzoso e indignante episodio de crueldad animal, Vick nunca pudo recuperar su imagen al cien. Esto podría ser uno de los impedimentos para que algún equipo, tanto universitario como profesional, contratar al exquarterback. Sin embargo, Vick no pierda la esperanza. "Sé que hay suficientes entrenadores que me conocen y que me respetan lo suficiente, saben de mi conocimiento del juego, y también sé lo que puedo aportar. No me quiero apresurar, dejaré que todo se dé naturalmente".

Quizá el tiempo logre curar las heridas autoinflingidas por Vick, y podamos verlo en las bandas del emparrillado con un set de audífonos y micrófono en boca dirigiendo a sus jugadores, como solía hacerlo antes de ahogarse en su propio egoísmo.