Este restaurante indio es un bar gay en secreto
Preeti Mistry. Photos by the author.

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Este restaurante indio es un bar gay en secreto

Juhu Beach Club de la chef Preeti Mistry cambia la oscuridad de los antros por la comunidad y la comida deliciosa.

Juhu Beach Club no es un restaurante normal, pero la chef Preeti Mistry está en paz con eso.

Ubicado en la zona comercial de Oakland, cerca de una tienda de celulares y una casa de cambios, el Juhu Beach Club —que se promociona como un lugar de "Comida Callejera India"— no parece gran cosa desde afuera.

Pero en cualquier noche, el restaurante se convierte en un crisol de géneros, etnicidades, sexualidades y declaraciones tanto en la cocina como en el comedor. No es un establecimiento indio tradicional y tampoco es el típico bar gay. En cambio, supera esos conceptos, mezclando ambos para crear algo nuevo.

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Mistry, quien opera el restaurante junto a su esposa Ann, se refiere al Juhu Beach Club como un "local familiar".

"No quiero ir a un antro donde el bartender me gire los ojos cuando le pido un negroni. Tengo 40 años, carajo".

"Muchas personas que se creen fuera de la norma, ya sean clientes, empleados o ambos, aquí se sienten muy cómodos, apoyados y como en casa", dice Mistry.

Una noche durante el servicio, Mistry se enteró de que The Lexington, uno de los bares gay más icónicos de San Francisco, estaba por cerrar. Estaba enojada, pero no le sorprendía; en los últimos años, Estados Unidos ha sido testigo de cómo una oleada de bares gay han cerrado sus puertas. Algunos amigos de Mistry opinan que los bares cierran debido a la falta de ventas, que la comunidad queer no está saliendo tanto como solía.

"Lo siento, quizá algunos no beben tanto, ¡pero yo no tengo hijos!", me dice Mistry, recordando la conversación. "Yo salgo todo el tiempo".

Sin embargo, como muchos de su generación, los gustos de Mistry han cambiado. A los 22, no tenía problemas en beber tequila a las 3 AM en alguna cantina; ¿pero ahora? "No quiero ir a un antro donde el bartender me gire los ojos cuando le pido un negroni. Tengo 40 años, carajo".

Colifor frita en Juhu Beach Club. Foto del autor.

Mistry sigue bebiendo hasta altas horas de la madrugada, pero en un ambiente diferente; ella cree en un nuevo ambiente que pueda representar la comunidad queer como realmente es. Desde que sitios simbólicos como el Lexington cerraron, Mistry piensa que los restaurantes pueden encargarse de crear nuevos espacios para queers con aires de justicia social.

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Entonces Juhu Beach Club entra en acción. Incluso su menú invita a los clientes a comprometerse a nivel político.

Mom's Guju Chili —un dal de soya verde servido con cebollas en conserva y yogurt— también llamado en el lugar "grupo solidario", destina un porcentaje de sus ventas a una organización de difusión o a una fundación de caridad. La idea de combinar la justicia social con la cocina se le ocurrió a Mistry después de que George Zimmerman fuera absuelto por el asesinato de Trayvon Martin; en reacción, ella preparó un dal de lentejas negras y donó un porcentaje de las ganancias a la causa Black Lives Matter. "Desde entonces, nuestra sección de sopas dal siempre dona parte de sus ventas a una organización sin fines de lucro o para recaudación de fondos", explica Mistry.

Su cocina fue construida con tanto cuidado como el menú.

El ser una mujer queer de color, Mistry me dice, afecta todos los aspectos de su vida. Cuando trabajó para otras personas, a menudo le recordaban que su identidad y color de piel la convertían en una marginada dentro de la jerarquía tradicional (blanca y masculina) dentro de la cocina. Quería que su restaurante fuera diferente.

Camarones con jitomate y hojas de curry. Foto del autor.

"Lo único que necesitas demostrar [en Juhu Beach Club] es que eres una buena persona y que estás trabajando duro. No tienes que probarle a nadie qué tan rápido o perfecto puedes hacer tu trabajo", dice Mistry. "Cuando abrimos, escribí 'mujeres y personas de color favor de aplicar' en todos los anuncios de Craigslist".

El personal de su cocina ahora es un reflejo de una de las mejores características de Oakland: su diversidad.

Si bien no puede reproducir el ambiente lúbrico de un bar gay tradicional, Juhu Beach Club no pretende hacer eso. Más bien, intenta cambiar paradigmas acerca de cómo la gente queer se une alrededor de la comida y la bebida, reemplazando los shots de vodka y los appletinis empalagosos por coliflores fritas y camarones cocinados con jitomates y hojas de curry. Mirando a las familias queer, los residentes de Oakland y algunos chicos gay, parece que Mistry ha creado un restaurante queer exitoso para una nueva era, un cálido abrazo para la comunidad y la comida deliciosa.