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Munchies

Ya puedes comprar agua especial para mezclar con whisky

Los creadores de Old Limestone dicen que en definitiva puedes saborear la diferencia.
Foto vía usuario de Flickr James Nord

Tal vez no haya ningún esnob del licor que se tome su esnobismo más en serio que un amante del whisky, el tipo que seguro te hablará durante horas sobre las complejidades de una bebida de barril a la primera oportunidad.

Ahora, una compañía intenta capitalizar a los devotos más fervientes del licor ámbar al comercializar un agua embotellada que, según ellos, será el nuevo mejor amigo de tu bourbon.

En Old Limestone, una compañía dedicada exclusivamente a la venta de agua especial para bourbon extraída directo de las corrientes de Kentucky, el humilde acto de mezclar agua y whisky acaba de ser renovado a una forma de arte que los verdaderos fanáticos del espíritu necesitan experimentar.

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Si bien muchos esnobs del whisky se han apegado a la noción de que unas gotas de agua mejoran mágicamente el sabor de sus maltas individuales —después de todo, la palabra "whisky" proviene del Gaélico "agua de vida"—, hace poco algunos científicos sedientos profundizaron en el misterio del agua con whisky y descubrieron que el poder potenciador del sabor del H20 se debe a una molécula en específico del licor, que se activa mejor cuando se expone al agua.

La idea de producir un agua especial para mezclar con tu licor favorito llegó hasta los fundadores de Old Limestone, Barry Gluck y Doug Keeney mientras bebían algunas copas de bourbon que no sabían tan bien.

"El cantinero se encogió de hombros y dijo: 'Es el agua'", contó Keeney a MUNCHIES. Cuando los socios investigaron el problema, se dieron cuenta de qué tan grande podría ser el papel del "agua para mezclar" en el sabor final: "Mezclaron nuestros bourbons con agua del grifo y los metales del agua destruyeron el sabor y la suavidad".

El cofundador Doug Keeney. Foto cortesía de Old Limestone.

Los empresarios pronto descubrieron que el 95 por ciento del bourbon se produce en Kentucky debido a un "antiguo acuífero de piedra caliza que filtra todo el hierro… y añade toques de calcio y magnesio". Este complejo cóctel de minerales es lo que le da al whiskey su característica "suavidad en la boca". Para mantener este sabor distintivo después de añadir agua, el H20 idealmente debe provenir de la misma fuente, para no alterar la mezcla mineral.

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Según Keeney, "En los viejos tiempos, la gente sumergía una jarra en un arroyo y mezclaba el agua natural con su bourbon". Sin embargo, los amigos amantes del whisky pensaron que podían clasificar —y capitalizar— el proceso al distribuir esta agua filtrada con piedra caliza en un envase cómodo, para que los bebedores del mundo pudieran experimentar su licor como un verdadero habitante de Kentucky.

Los socios comenzaron a embotellar y vender agua directamente del acuífero de piedra caliza, y pronto ganaron la atención de esnobs del whisky cercanos y lejanos para demostrar quién es el más esnob de todos. Hace poco, Old Limestone se llevó a casa una medalla de oro en la competencia de Whiskey y Bourbon de América del Norte y —según Keeney— obtuvo la aprobación de expertos como Tom Bulleit de Bulleit Bourbon y Tom Johnson, presidente del programa de capacitación en mixología de la Aroma Academy.

Aunque el agua especial para whisky podría verse como un regalo artificioso para el amante del whisky, Keeney aspira a convertir su agua de Kentucky en un elemento básico de cualquier bar que tome en serio su malta y centeno. De hecho, ya logró llevar su Old Limestone hasta las barras de varios restaurantes y cantinas.

Para aquellos interesados en probar un poco de elixir de Kentucky, en este momento las botellas cuestan $9.87 dólares; mucho más económico que hacer una peregrinación personal a los arroyos de Kentucky… y saldrás seco, también.