Mindhunter es una de las series que debes pausar para procesar todos los datos que van arrojando. Uno tras otro, siempre cargados de mucha información.En resumen, esta serie retrata los dos ecosistemas que giran alrededor de un crimen: el que lo comete y el que persigue. Psicópatas vs. federales, policías y ladrones. Consciente vs. inconsciente.
El valor de Hunter
El papel de Hunter, un federal en la serie que entrevista a estas mentes, no busca absolver de pecado a los asesinos a partir de los móviles que los llevaron a cometer algún crimen –como en algún episodio se cuestiona–, sino que a partir de la formación ideológica de estos personajes se pueda llegar a más respuestas, y por ende a más estrellas e insignias policiacas. El sueño de Hunter es poder encontrar de forma sistemática el inconsciente y los móviles o detonantes de estos criminales.
Publicidad
De la tele a la vida y viceversa
En la vida real: durante la década de 1970, Edmund Kemper tuvo como vocación terminar con la vida de varias estudiantes, llegando a una sumatoria oficial de 10 víctimas –entre las que se incluía su madre. El coeficiente intelectual de Kemper logró hacer que pasara desapercibido ante las autoridades durante mucho tiempo, logrando completar ritos larguísimos con sus víctimas. Apenas comenzando con un asesinato en lugares remotos, una vez neutralizadas sus víctimas, Ed las trasladaba a su apartamento donde terminaba el rito sosteniendo relaciones sexuales con los cadáveres y desmembrándolos para poder deshacerse de ellos en barrancos y vertederos.
Los vales de Kemper
La necrofilia y el canibalismo de Kemper fueron, según su testimonio y las inducciones de federales, el resultado de una vida humillante promovida por su madre. Kemper sostiene 'relaciones sexuales' con la cabeza de su madre no como fetiche, sino como un símbolo de humillación insuperable.
Evidencia
Sin profundizar más en la psique de Kemper –o en la misma serie–, un personaje de internet logró compilar los interrogatorios de Kemper para compararlos con la producción audiovisual reciente:
Al inscribirte en la newsletter de VICE, aceptas recibir comunicaciones electrónicas de VICE que en ocasiones pueden contener publicidad o contenido patrocinado.
