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Creators

Este proyecto quiere matar al unicel con mensajes combativos

Quizás es a través de arte que lograremos prolongar nuestra existencia en la Tierra.

Dulce Pinzón desarrolla su trabajo en la CDMX y en Nueva York. Estudió en Puebla y principalmente se dedica a realizar fotografías. Hace algunos días nos enteramos de un nuevo proyecto que escribe un nuevo capítulo en su carrera artística: Generosity

Este proyecto es una sólida crítica a nuestros consumos dañinos y automatizados. Dulce, al igual que muchos, está preocupada por regresarle su lugar a la Tierra, por detener la fricción que terminará por desgastar de forma irreparable el hábitat de los humanos.
Platicamos con ella para conocer más de su proyecto y las intenciones que tiene como artista para apoyar el bienestar la permanencia ecológica.

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¿Por qué crees que el humano esté empecinado con corromper el espacio compartido?

Creo que se ha convertido en un mecanismo casi natural en donde nuestra supuesta superioridad y condición de humano supuestamente invencible ha hecho que correteemos nuestra propia cola

Hablas del cambio local, ¿Cómo relacionas esto con tu obra? ¿Cuál es tu intención?

Hablo de que a partir de acciones específicas que empiezan con lo local, a la larga podemos evidenciar cambios globales (espero)

¿Desde pequeña cuestionaste estos comportamientos autodestructivos del consumo humano?

Si, de hecho, siempre me ha intrigado, preocupado y ahora ocupado esta fricción entre los seres humanos y nuestro espacio; como somos capaces de afectar o impactarlo de manera positiva o negativa…es así en esa línea donde reside mi trabajo artístico, lo que planteo, cuestiono y quisiera poder a través de mis diferentes aproximaciones estéticas dejar una reflexión concreta.

Cuéntanos sobre la relación que tiene tu obra con la tribu Babema de África

Hace un tiempo leí cómo esta tribu ejerce el concepto de justicia y perdón, me pareció ejemplar; de ahí surge Generosity con la motivación de que con estos pequeños actos de generosidad que planteo en acciones artísticas se logre.

Quizás que la gente que vea, interactúe y se entere del proyecto reaccione. Como colectivo necesitamos entrar en un plano de consciencia más conectado con la gratitúd, la intención y la acción.

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¿Por qué Generosity?

La naturaleza no para de fluir y darnos siempre manifestaciones de bondad, de perdón y generosidad, y así como el ejemplo de la tribu con estos pequeños actos de generosidad, espero poder crear un espacio para la reflexión, o en una capacidad más amplia, un campo energético sutil que permita a las personas poder sentir la intención de bondad bajo las cuales hemos sido creadas.

¿Qué parte del proyecto ha sido tu favorita?

La interacción del público al crear las piezas que conforman la primera etapa; la de crear frases con los vasos biodegradables, y cómo en tan poco tiempo el proyecto ya es una referencia al UNICEL. También resalto que de alguna forma el colectivo de mi mundo artístico se ha convertido en una referencia específica.

¿Imposiblidad o esperanza?

Es una pregunta compleja en la que la respuesta cambia dependiendo del día o estado de ánimo, pero quiero pensar que esperanza. Aunque pareciera que todas las cartas están echadas y pareciera que todas nuestras acciones humanas nos están llevando cada vez más rápido a tener problemas sumamente complejos.

Con Generosity es lo que intentamos ser: una gotita de esperanza ante tal panorama.

Además tengo dos hijos que también son parte del proyecto y aunque yo quiera dejarme llevar por el pesimismo, son ellos los que me mantienen en la postura positiva y en la acción. Tener hijos es una responsabilidad de por vida y justo por eso me gustaría dejar un mundo con un panorama menos terrible o por lo menos morir en el intento.

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¿Con qué relacionas el unicel?

Es una relación complicada, a veces me da risa cómo sin querer a través del proyecto me he vuelto una casi heroína, que me hace estar o actuar de manera congruente, es bastante difícil ya que estamos envueltos en una economía y forma de hacer las cosas muy hecha y viciada. Es como navegar diario contracorriente y me gusta, es un pequeño acto de anarquía contra el sistema.

Es extraño y a la vez satisfactorio ser el bicho raro de la cuadra y la colonia. Simplemente cuando voy a comprar cosas para llevar llevo mis propios recipientes o bolsas… ya con ese simple acto las personas me ven como “la rara”.

En México es bien difícil que se implemente o que tomemos conciencia de cómo pequeños actos como no usar unicel o llevar nuestros propios envases o decir “no, sin popote, gracias” cuentan.

Cuéntanos del documental que estás trabajando

Es un cortometraje sobre una serie de intervenciones (4 fases) y actos simbólicos en espacios públicos, algunos en zonas paisajosas que actúan como pequeños regalos visuales, pero que en realidad son pequeños disturbios en el orden del sistema.

Conoce más de los proyectos de Dulce Pinzón en su sitio.

Luis es editor de Creators y puedes seguirlo en Instagram.

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