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La belleza de lo mundano es esculpida por Honor Freeman

Esculturas que recuerdan a los ritmos fugaces de la vida cotidiana.

Instalaciones y esculturas que elevan lo mundano a la categoría de arte se posicionan armónicamente bajo el ojo del espectador, permitiendo que éste se reconozca como parte de ese mundo, estable y amigable, de barro y cerámica hogareña.

Las piezas de la artista australiana Honor Freeman conmemoran el ritmo y constancia de los objetos que damos por sentado y nuestra relación con ellos. En una mano, sus objetos cuidadosamente estructurados piden un espacio central en el imaginario y se acomodan sin generar demasiado ruido ni alboroto. En la otra mano, una vez que se sienten cómodos, empiezan a declarar a gritos el detalle y trabajo que los componen, sin importar que siempre han estado ahí.

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Breves reflexiones sobre lo cotidiano plagan su obra, como una colección de jabones de arcilla que comenta “656 barras de jabón será el número de jabones que la gente usa en promedio durante el transcurso de su vida”. O un conjunto aparente de pan de arcilla hecho de porcelana que analiza la composición del color generada a partir de la saturación del ácido alcalino. “Son pequeños momentos atrapados y hechos sólidos como si se congelaran en el tiempo – líquido hecho sólido”, comentó la Galería Sabbia, representante de la artista.

Si quieres conocer más obras de Honor Freeman, haz click aquí.

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